Se cumplieron 3 años del gobierno de la morenista Claudia Sheinbaum, hija pródiga de López Obrador, quien por cierto también se encuentra de manteles largos celebrando la mitad de su mandato.
Celebran y a lo grande, con acarreados y todo, como en los viejos tiempos de los otros innombrables partidos, esos a los que tanto critica el señor López y desquita en ellos su ira para así descargar sus culpas y fracasos.
Es bien sabido que López Obrador no es tonto, sino que solo se hace para pasarla bien. Y con esta bandera de tonto se mantiene firme predicando que el país marcha de maravilla por el camino del éxito, y que los problemas más sentidos ya están resueltos para todos los mexicanos, nada más alejado de la realidad, pues, millones de mexicanos se mantienen tronándose los dedos sin saber qué comerán mañana si los recursos se agotan, si el trabajo es escaso, y los cuatro nuevos millones de mexicanos pobres caminan junto con los otros, por un futuro incierto. Pero esto le vale al señor presidente.
Él sigue repitiendo como loro que “vamos requetebién” y que los mexicanos somos muy felices, felices. Lo peor es que a estas alturas del partido todavía hay personas que se tragan el cuento y continúan confiando en tan añorado cambio, profundo, no doméstico, pero éste no se avizora como tal.
Y eso no es todo, López incrementa en casi 4 millones los pobres en México, según datos del censo elaborado por el Inegi en 2020. Con López Obrador la pobreza extrema también aumentó en 10.8 millones de mexicanos que sufren este flagelo. Y eso que vivimos en un país lleno de recursos naturales.
También tenemos que la carencia en servicios de salud aumentó del 16.2 al 28.2 por ciento, y así se podrían llenar páginas con cifras escalofriantes, que dejan al descubierto el verdadero rostro del presidente morenista, que prometió por más de 18 años, en los que anduvo en campaña un México mejor y más justo para todos y hoy, sufrimos las consecuencias de este engaño.
En definitiva, López Obrador sí supo endulzar el oído de los mexicanos, inconformes por los anteriores malos gobiernos, para que le dieran su voto, y hoy aquí están los resultados, la mala historia, se cuenta sola.
Y aun así hubo fiesta en el Zócalo, la fiesta del cinismo de López Obrador, quien se burla en la cara de todos los mexicanos con sus fanfarronadas y promesas vanas que no va a cumplir.
Y la señora Sheinbaum, su favorita, quien por decreto es quien mantiene la simpatía de López Obrador para que lo suceda en la presidencia no se queda atrás; ella sigue los pasos de perversidad de su vecino de Palacio Nacional, y miente descaradamente cuando se le cuestionan sus malos resultados en combate a la pobreza, inseguridad, transporte eficiente, carencia de servicios básicos como agua potable, luz eléctrica y drenaje, para todas las alcaldías.
Sheinbaum sí que se voló la barda con sus malos resultados que saltan a la vista y generan antipatía de los capitalinos que muchas veces han tenido que salir a las calles para manifestar su inconformidad por las malas políticas públicas que implementa la jefa de Gobierno, como los antorchistas, cuya lucha la centramos en coadyuvar para que los más pobres de la capital del país logren mejores condiciones de vida y justicia social.
Sin embargo, su soberbia no tiene límites, porque a pesar de que prometió un gobierno cercano a la gente, las distintas movilizaciones a las oficinas de la jefa de Gobierno para exigir atención a servicios básicos, demuestran lo mentiroso e ineficaz de su gobierno.
Con la mano en la cintura declara ante los medios nacionales, como El Reforma, que desconoce su palabra empeñada de brindar apoyo para pago de una renta a los desalojados en plena pandemia, el 24 de febrero del año pasado por su propio gobierno del predio Tempiluli en Tláhuac, a pesar de que son los legítimos dueños del predio que habitaban y cuentan con los papeles correspondientes que lo comprueban. El compromiso también fue brindarles una alternativa de vivienda, pero según sus declaraciones, el apoyo no estaba asociado a un proyecto de vivienda y dejó de ser entregado.
Bien, ¿y las más de 200 familias a las que dejó en la calle qué, a dónde van a ir a parar? Sheinbaum se lava las manos tranquilamente a pesar de que ella fue quien propició este problema derrumbando los hogares de estas humildes familias. Algo sumamente injusto.
Pero eso sí, para su campaña política sí hay recursos a manos llenas, no por nada está dejando sus guardaditos con bolsas millonarias, como los 30 mil millones de pesos que la mandataria no ejerció en 2021, recursos públicos que son de todos los capitalinos que contribuimos con nuestros impuestos para crearlos, ¿a dónde va a ir a parar este dinero si la señora ya anda en campaña, luciéndose con su mejor pose para promocionar su imagen y pagando millonarias cantidades a medios internacionales y nacionales?
Para los pobres nada, para los desalojados del predio Tempilulio, la calle, la marginación y la pobreza, para la campaña política de Sheinbaum, todo. Así no señora, estas acciones tan ruines lo único que lograrán es que usted como muchos otros políticos despiadados vayan a parar al basurero de la historia por sus malas acciones encaminadas a dañar a los más humildes, ya de por sí dañados por las malas prácticas del gobierno de la república en turno.
Al Movimiento Antorchista capitalino, no nos dejan otra alternativa que seguir exigiendo justicia para todas estas familias del predio Tempiluli, agraviadas y maltratadas, no nos deja otro camino que seguir luchando al lado del pueblo pobre de la capital del país al que no se les resuelven sus añejos problemas de falta de agua potable, luz eléctrica, drenaje, etc., a los que se les ha dejado a merced de la inseguridad tan grave que se vive en la CDMX, en donde no hay un transporte eficiente, que al abordar el STC pones en riesgo tu vida y la de tu familia porque no hay recursos para invertir en estas obras que le duelen a los capitalinos.
No nos dejan de otra cuando los gobernantes se convierten en verdugos del propio pueblo, aquel que en campaña trataron con pétalos de rosas para que les dieran su voto y hoy lo desprecian y lo golpean.
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