Aunque sabemos que la pandemia del coronavirus es mundial, cada país, estado y municipio cuenta con una autonomía para poder manejar este y todo tipo de situación, siempre en un orden o bajo sugerencia de organismos mundiales, para salvaguardar el orden de seguridad, salud pública y la economía de su región, entre otras.
En el estado de Quintana Roo los destinos turísticos más importantes por sus playas son Cancún, Cozumel, Mahahual, Playa del Carmen, Isla Mujeres por señalar los más grandes y aunque las medidas de seguridad para evitar la pandemia se implementaron a finales del mes de marzo, el Consejo Nacional de Empresarios Turísticos (CNET) señalo que la caída en este sector fue del 30 por ciento en los tres primeros meses del presente año, es así que hasta el mes de mayo se registraron 114 mil pérdidas de empleo formal, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El turismo representa el 80 por ciento de le economía del estado y por ende no solo los empresarios se ven afectados sino la inmensa mayoría de trabajadores que fueron despedidos y que, hasta el día de hoy, la gran mayoría, no han podido integrarse a sus labores.
El sector informal, ni se diga, ha sido fuertemente golpeado.Comenzando con el que lleva las maletas al taxi, el que ofrece sus pequeñas artesanías, los guías de turista, el ambulantaje que ofrece frutas de temporada y antojitos que a veces consumen los turistas, así como los trabajadores de las zonas hoteleras y los trabajadores de la construcción.
Suman 400 mil entre hombre y mujeres que hoy no pueden estar confinados en sus hogares, ya que el hambre los obliga a salir a realizar su actividad cotidiana, pero se encuentran con la triste realidad de la nula o poca actividad turística.
Miles de trabajadores regresaron a su lugar de origen, a sus municipios y allí buscan la oportunidad de sobrevivir a lado de sus familiares; en el municipio de Othón P.Blanco esto ha provocado dos situaciones, una que la necesidad de empleo aumente, dos, que los contagios de coronavirus también se disparen.
En esa coyuntura, el presidente municipal Otoniel Segovia poco o nada ha hecho para hacerle frente a esta situación, al menos para otorgar ayuda a quienes lo necesitan.Su ceguera política y el pleito con los regidores que le señalan sus errores, lo ha llevado a olvidar la gran responsabilidad que tiene con sus gobernados; se ha limitado solamente a realizar algunas publicaciones de las medidas de seguridad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), quedarse en casa, lavarse las manos con agua y jabón, usar cobre boca, la sana distancia, cierre de negocio no esenciales y otras más que se le ha venido de ocurrencia, pero no tiene un plan estratégico para sobrellevar la crisis económica de los trabajadores más desprotegidos.
Sus instrucciones son retirar a los vendedores ambulantes de las calles, multar a quien no use cubre bocas, cierre de avenidas principales, aunque esto no evita la circulación de vehículos en calles paralelas a las avenidas y que no contienen los contagios de coronavirus.
Lo que es una realidad, es que cuando el gobierno sintió que la ciudadanía se estaba desesperando por la carencia de alimentos en sus hogares y exigía ayuda, un programa de alimentación, inmediatamente activaron el semáforo de reactivación económica y declararon la fase naranja para abrir negocios en pleno pico de la pandemia.
Esto provoco el aumento excesivo de contagios por coronavirus y hoy somos el segundo lugar de contagio en el estado de Quintana Roo, pues Cancún registra tres 633 casos y Chetumal la capital mil 886 casos confirmados, sin contar los que por temor no se presentan a ningún sector salud.A nivel nacional nos encontramos entre los 10 municipio con más contagios.Esta situación se agrava en Othón P.Blanco, ya que en tan solo 24 horas hay un aumento de 50 casos según las estadísticas del propio gobierno del estado.
El alcalde Otoniel Segovia Martínez hace caso omiso al grito desesperado de miles de familias sin alimento, miles de trabajadores desempleados, miles de familiares preocupados por su enfermo y a las 91 familias que han perdido a un ser querido por covid-19.
La falta de coordinación e insensibilidad de este gobierno los llevará directo al fracaso.Que conste.
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