Los valles altos de Toluca tienen sus particularidades en relación con otras zonas del Estado de México y del país. Se me podrá objetar que todas las zonas las tienen y les concedo la razón, pero, juzgue usted.
Casi toda la zona occidente del Estado de México, desde los límites con Querétaro y Michoacán, hasta los límites con Morelos y Guerrero, sus localidades tienen una división por oficios, digámoslo así.
Esos pueblos y/o localidades (por razones que desconozco, pero que han de ser totalmente explicables), se han especializado en el trabajo, en la producción o comercialización de tal o cual mercancía. Si usted visita o quiere adquirir alguna de ellas, en poca o gran cantidad, ahí lo puede hacer con relativa facilidad.
Al llegar a Villa del Carbón, por ejemplo, en tiendas y talleres encontrará botas, botines, zapatos, carteras, cinturones, chamarras y todo tipo de objetos hechos de cuero.
Por ejemplo, la comunidad de San Pedro del Rosal, perteneciente al municipio de Atlacomulco, se ha especializado en la producción de nopal verdura. Al acercarse a la población, usted encuentra la plantación de grandes extensiones de terreno e invernaderos sembrados con nopal.
La gran mayoría de estos nopalitos son enviados diariamente por toneladas a la central de abastos de la Ciudad de México y otros mercados de la ciudad.
En la localidad de San Lorenzo, también de Atlacomulco, usted va a encontrar plantas de todo tipo: árboles frutales y maderables, plantas de sombra y florales, cactáceas, de jardín, pasto y casi todo lo que usted pueda desear en el terreno de hierbas, arbustos o árboles.
Si usted viaja un poco más hacia el norte de Atlacomulco, a la comunidad de Lanzados, encontrará que una buena parte de los ciudadanos de este lugar son globeros y payasos.
Si nos trasladamos al municipio de Temascalcingo, podrá ver la elaboración y venta de una gran variedad de máscaras de Xitas, casi todas con un trabajo que muestra la creatividad e ingenio de los artesanos que las fabrican.
Aquí también, si quiere, puede viajar por la carretera que va a El Oro y llegar a Santa María Canchesdá, donde, sobre la carretera, encontrará ollas, jarros, platos, cazuelas, macetas y muchas cosas más hechas con barro rojo, cerámica que, por siglos, hemos usado los mexicanos y que tiene un singular atractivo, quizás porque recuerda la época de la infancia en la que los trastos de cocina eran fundamentalmente de este tipo de barro.
Pero, si usted es más exigente en cuanto a calidad y belleza, visite los talleres artesanales que poco a poco se van transformando en manufactura de cerámica de alta temperatura y quedará admirado de la gran variedad de mercancías creadas bajo esta técnica: vajillas de excelente calidad, jarras, jarrones, saleros, botellas para envase de tequila o mezcal, fruteros, etcétera.
Si a partir de ahí se mueve hacia el oriente, por la carretera que va a Jilotepec, antes de llegar a este municipio, desvíese hacia la derecha en dirección a Villa del Carbón. Al llegar a este lugar, en las tiendas y talleres encontrará botas, botines, zapatos, carteras, cinturones, chamarras y todo tipo de objetos hechos de cuero.
Viajando ahora hacia el sur, rumbo a la ciudad de Toluca, si visita las Tlachaloyas, encontrará que la gran mayoría de los habitantes de estos lugares están especializados en el oficio del reciclaje: cartón, aluminio, vidrio, PET, fierro viejo. Todo lo que implique compra y venta y que redunde en ganancia de dinero.
Más hacia el sur, en Mexicaltzingo, usted puede encontrar chicharrón de cerdo muy barato; en Tianguistenco se han especializado en barbacoa. Muchos de los “barbacoeros” (permítaseme la expresión) de la Ciudad de México son de este lugar.
Y, si nos acercamos al sur, en los límites con Guerrero, usted va a encontrarse con Tenancingo, donde se han especializado en la producción de flor: rosas, crisantemos en todas sus variedades, margaritas, polares, pompones, chemas y un sinfín de otros tipos de plantas florales.
Lo anterior no implica que en los lugares mencionados no existan otros tipos de oficios y actividades, sólo estoy haciendo referencia a que las localidades mencionadas, y muchas otras que me faltó enumerar, se dedican en la inmensa mayoría de la población a producir o comercializar los productos o mercancías señaladas.
Lo anterior es útil porque es necesario conocer lo que produce el Estado de México y, por si en algún momento tiene usted la oportunidad de viajar o visitar estas zonas, podrá conocer y adquirir dichos productos a muy buen precio.
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