Tres años y seis meses es el tiempo que duró en el cargo el recién defenestrado alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro. El Movimiento Antorchista, a pesar de aglutinar a uno de los grupos más activos en la gestión de su bienestar, se topó, salvo en contadas ocasiones, con un muro de negativas ante sus peticiones. Pero no es mi intención hacer leña del árbol caído. Los antorchistas, como humanistas que somos, sentimos aun por la gente que más ha maltratado, cuando a su vez le toca probar el acíbar del poder en su contra, una profunda pena, pues nos damos cuenta de que se les deja ir encima todo el peso del aparato del Estado de manera sesgada, por consigna, por algún problema distinto al que se declara mediáticamente. Sentimos la injusticia cometida contra cualquiera, como dijo Ernesto “El Che” Guevara.
Solo menciono los escasos resultados de la administración anterior porque afectaron la atención de los problemas de los culiacanenses agrupados en nuestras filas y porque sería de esperar que el nuevo alcalde de la capital sinaloense, Juan de Dios Gámez Mendívil, dado que llega con un gran cartel, con todo el respaldo del gobernador del estado y del H. Congreso del estado y con credenciales que lo anuncian como preocupado y capaz de atender los problemas de sus gobernados, diera mejores resultados a quienes le demandan soluciones.
El día miércoles de los corrientes un grupo de varias docenas de colonos, campesinos y estudiantes de la capital del estado nos apersonamos en la oficina del flamante presidente municipal, para entregar un pliego de peticiones modestas que incidirán, de atenderse en alguna medida, en el mejoramiento del nivel de vida de nuestros representados.
El 23 de diciembre de 2021 riodoce.mx informaba del “proyecto de presupuesto de egresos para el 2022 el cual contempla un gasto de 4 mil 60 millones de pesos, del cual el 84 por ciento está destinado al gasto corriente de la comuna. Con respecto a los años anteriores de su administración, Estrada Ferreiro no tuvo variaciones en el gasto del erario y nunca superó los 3 mil 600 millones; sin embargo, para el año entrante este se dispara 558 millones. La diferencia de casi 600 millones de pesos con respecto al año anterior se advierte en el rubro de inversión pública. La comuna pasará de erogar casi 222 millones a 438.3 millones de pesos”.
O sea que el presupuesto aprobado para este año y que terminará de ejercer el nuevo alcalde, es considerable. Gámez Mendívil tiene, pues, con qué responder a las peticiones de miles de Antorchistas de la capital que le piden pavimentaciones, obras de drenaje pluvial y sanitario, puentes, mejoramiento de escuelas y áreas e recreación, casas del estudiante, ente otras.
El miércoles nos atendió el secretario del Ayuntamiento y acordó iniciar mesas de trabajo para perfilando soluciones. Solo el tiempo hablará por el compromiso de Gámez Mendívil con los trabajadores de Culiacán. A eso le apostamos y a la unidad del pueblo para pedir resultados ante las urgentes necesidades que aquejan a la población.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario