Dicha frase es utilizada cuando consideramos que una persona es incapaz de sostener con hechos lo que alega o postula en sus palabras, o no es seria para cumplir alguna promesa. Esto viene a colación porque los antorchistas hemos manifestado que, a pesar de no coincidir con las políticas del presidente López Obrador, queremos que le vaya de lo mejor en su mandato, pues así mejoraría la vida de los mexicanos. Pero desgraciadamente no tenemos duda en afirmar que pedimos ilusamente buenos resultados.
¿Qué tenemos a tres años de gobierno?: tenemos gasolina más cara, cifras escandalosas y nunca antes registradas que confirman el aumento del terror e inseguridad, van más de 83 mil personas asesinadas en su período de gobierno y la mayoría de ellas a manos del crimen organizado; el premeditado abandono en la atención de la pandemia suma a la fecha más de 238 mil muertes y tenemos encima un rebrote que lejos de sensibilizar al presidente sigue con su necia y equivocada opinión de que inicien las clases presenciales arriesgando a niños y jóvenes por no vacunarlos; los programas sociales que se supone disminuirían la pobreza, no resultaron efectivos, ahora tenemos más pobres que según especialistas llegó a 67 millones a mediados de este año; en cuanto a corrupción hizo la farsa de llamar a personajes de administraciones anteriores y meterlos a la cárcel, sus parientes y allegados siguen apareciendo en actos de corruptelas.
Acabamos de pasar unas elecciones donde el común denominador fue la violencia y el fraude electoral, ahora se acusa directamente a Morena el partido del presidente de hacer contubernio con el crimen organizado, uno de los valientes denunciantes ha sido el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo. que le llevó pruebas hasta palacio de gobierno pero no lo quiso recibir, faltando congruencia con lo que había hablado en días anteriores en su famosa mañanera, en cuyo foro sólo cuentan sus datos y hay de aquel que le contradiga, porque una vez que monta en cólera comienza con los calificativos y ataques viscerales.
Todos estos elementos reflejan a un presidente que vive en otro mundo, pero lo que es peor, no escucha ni se deja ayudar, porque, aunque el análisis o comentario de corrección en sus políticas se hagan por especialistas o periodistas serios y con datos fehacientes, simplemente no escucha y monta en cólera. ¡Así no se puede!
Lo que los ciudadanos pedimos, todos en general, es que haya empleos, salarios mejores, mejorar el sistema de atención a la salud (especialmente a los enfermos de cáncer y de covid-19), que disminuya la inseguridad, la corrupción. Ya no esperamos esos frutos, por la misma naturaleza del gobierno, no los tendremos jamás. Hay que buscar otra alternativa definitivamente, esta debe salir de las mejores fuerzas sociales, con personajes sensibles a la crítica social. Antorcha te invita a organizarte y luchar por un país donde el trabajador tenga mejores condiciones de vida, a unir voces y voluntades para lograrlo.
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