MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

México sufre por sismos y por el gobierno de la 4T

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En días pasados, los mexicanos fuimos sorprendidos, de nueva cuenta, (al igual que ocurrió en 1985 y 2017), por un fuerte sismo de 7.6 que sacudió a México, otra vez el 19 de septiembre, y que causó la muerte de dos personas, derrumbes de escuelas, hospitales, puentes y más de 150 viviendas en territorio colimense y en la zona de Michoacán donde fue el epicentro, además de 21 inmuebles en la Ciudad de México, los cuales sufrieron daños severos.

Posteriormente se manifestaron réplicas con menor escala, según informó el Servicio Sismológico Nacional Mexicano, que a muchos nos puso los nervios de punta, causandonos miedo e incertidumbre al pensar qué pasaría si mayores desastres naturales, sismos o terremoto nos siguen sorprendiendo.

Según estudios meteorológicos, el 40 por ciento del territorio nacional es susceptible de experimentar sismos de magnitudes mayores a 4 puntos en la escala Richter y, al parecer, nadie está preparado para enfrentar los gastos de una tragedia así, la mayoría de los mexicanos vive al día y no cuenta con algún ahorro que pueda solventar algún suceso de otras magnitudes. Y lo peor es que el gobierno, que se supone debería estar preparado para apoyar a su población en caso de estos siniestros, en este año aprobó, de un gasto total de 7.1 billones de pesos, la raquítica cifra de 9,054 millones de pesos. Luego de haber suspendido el fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) en 2021, con el afán de satisfacer los proyectos o más bien caprichos del presidente Andrés Manuel López Obrador, como la construcción del aeropuerto inservible de Santa Lucía, la refinería de dos bocas y el tren maya, ahora le destina sólo el 0.12 por ciento de su gasto público, con ello pretende atender emergencias reconstruir los daños y apoyar a los damnificados, ¿Qué nos espera en caso de algún desastre natural llámese huracán o sismo, con el gobierno mexicano de la 4T?

No obstante, en medio de toda esta incertidumbre, el pueblo mexicano vive una realidad dramática, triste y terrible, nuestro pueblo sufre no sólo por los temblores; actualmente hay gente que no tiene asegurada la comida del día siguiente, la economía nacional está muy mal, el 60 por ciento de todos los ocupados del país trabaja en el sector informal, vendiendo lo que puede para sobrevivir, debido a que no hay empleos para todos y los pocos empleos que existen están mal pagados.

Los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dicen que México es el país donde sus trabajadores trabajan las horas más largas de todos los países que contempla; no hay trabajador que supere las jornadas de los mexicanos siendo estos, paradójicamente, los peores pagados.

Los movimientos migratorios son cada día más latentes; existen 12 millones de mexicanos que emigran a los Estados Unidos (EE. UU.) buscando el sueño americano porque esta patria no les da empleo, ni sustento y se ven obligados a ir a buscarlo a territorios extranjeros y como vemos, en México, los padres de familia ya no tienen para darle de comer a sus hijos.

En materia de salud, los mexicanos tenemos prohibido enfermarnos porque las medicinas y consultas están con precios inalcanzables, los hospitales no cuentan con equipo médico de calidad, hacen falta doctores, se carece de medicamentos para los niños con cáncer, los enfermos no alcanzan camas para que se les atienda como debe ser.

Mientras tanto, otro problema real que se vive es la violencia cotidiana de este país, sigue y seguirá seguramente durante lo que queda de este sexenio y los que vienen, si la agenda política no tiene otro pulso para solucionar los problemas. Nuestro país es víctima de una ola delictiva y violenta la cual no habíamos vivido durante todo el desarrollo de nuestra sociedad, a diario vemos en los noticieros y medios informativos notas de muertes por el narcotráfico, tiendas a donde asiste la gente a hacer sus compras, a las cuales, les prenden fuego y matan a la gente sin deberla ni temerla, una ola que tiene a los mexicanos con miedo, además de la pobreza, hambre y temblores.

Todo esto, es la realidad que sufrimos diariamente los mexicanos, sin embargo, los antorchistas no estamos de acuerdo que esto continúe así. En Antorcha buscamos alcanzar una realidad más justa para la clase trabajadora y para esto, el único que lo puede lograr es un gigante, este gigante es precisamente el pueblo trabajador, solo que necesita despertar y no precisamente con temblores, necesita despertar, organizarse y tomar consciencia para poder hacer un cambio profundo y verdadero en esta sociedad.

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