Recientemente la revista Forbes publicó un artículo que llamó mi atención, pues su encabezado anunciaba lo siguiente: "1 de cada 5 mexicanos no tiene dinero suficiente para alimentarse: Coneval".
Este titular robó mi atención que estaba concentrada en los informes de gobierno de dos municipios gobernados por Antorcha: Chimalhuacán e Ixtapaluca, pero al leer la nota completa encontré datos duros y escalofriantes que nos hablan de la situación económica en la que viven más de 80 millones de mexicanos. Dice el texto que los mexicanos más pobres gastan el 50 por ciento de sus ingresos en alimento; en contraste, el sector más rico utilizó el 25 por ciento. ¿No les parece esto una obscenidad?, es decir, si concluimos que el salario mínimo mensual es de 2 mil 686 pesos aproximadamente y suponiendo que dentro de los más de 80 millones de mexicanos en pobreza todos tuvieron un ingreso fijo como el salario mínimo, gastaron mil 343 pesos únicamente en alimentación, dejando el resto del ingreso para solventar gastos en salud, educación, vivienda etcétera.
De acuerdo con el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Alimentación Nutritiva y de Calidad 2018 del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), publicado el miércoles 5 de diciembre y retomado por la revista Forbes para su artículo, menciona que: "El problema de la alimentación en México es un tema de acceso principalmente económico".
Desde hace muchos años, los antorchistas hemos sostenido que efectivamente el problema de la alimentación en nuestro país es una cuestión de acceso económico, pues por un lado existe una mayoría con problemas para comprar comida y satisfacer todas sus necesidades y, por el otro, existen grandes ricos, empresarios y dueños de enormes empresas, que comen hasta hartarse.
El Movimiento Antorchista Nacional, con 44 años de vida, ha sostenido que el problema real de la desigualdad en México, no sólo reside en salarios sino en muchas otras cuestiones como cultura y deporte, tiene que ver con la mala distribución de la riqueza nacional, con el poco empleo y los malos salarios. Esta situación de pobreza en ascenso y que ha generado una brecha entre pobres y ricos, ya la había vislumbrado el Movimiento Antorchista Nacional.
De acuerdo con la revista Forbes, durante el lapso del 2006 al 2014, el ingreso económico de los hogares disminuyó en un 15 por ciento, en el mismo periodo en México se registró el mayor aumento en el precio de los alimentos, por lo que millones de familias mexicanas se vieron obligadas a sustituir algunos alimentos de mayor precio por otros de menor costoso.
Cabe destacar que esta revista incluye un nuevo término para referirse a las personas que no tienen ingresos suficientes para adquirir la canasta básica: ahora habla de los "súper pobres".
Ahora está de moda decir que hay que combatir la corrupción, pero acabar con ésta no mejorará los salarios de hambre con los que tratan de sobrevivir millones de mexicanos, tampoco dándoles dinero a los jóvenes que ni estudian ni trabajan colabora a mejorar la situación económica de nuestro país.
Es necesario un fuerte cambio de rumbo en el país, que el barco navegue en una nueva dirección que no sea la de fortalecer al capitalismo y al neoliberalismo sino, por el contrario, que el pueblo pobre trabajador tome realmente el poder de nuestro país para tener mejores salarios, más empleos, una distribución equitativa del gasto social y que los impuestos no se le recarguen al pueblo sino que sean justos, que sean los grandes empresarios los que hagan una aportación fiscal de acuerdo a sus ingresos.
El Movimiento Antorchista Nacional es quien llevará a ese barco a puerto seguro, pero para eso se necesita la organización y la unión de todo el pueblo mexicano para transformar nuestro país.
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