He tenido la oportunidad, gracias al Movimiento Antorchista, de conocer de cerca las condiciones tan lamentables en las que viven miles de colimenses. Su falta de vivienda, servicios básicos, educación, salud y alimentación, los ha llevado con Antorcha a sumar esfuerzos, pues Antorcha es la única organización que verdaderamente vela por los intereses del pueblo trabajador, que busca realmente cambiar las condiciones tan deplorables en las que se encuentra sumido el pueblo.
Pero, también al conocer esas condiciones, hemos puesto nuestro empeño en educar y organizar a la clase trabajadora para que luche por mejorarlas, por transformar su realidad en mejores condiciones de vida para ellos y los suyos.
Esto no ha sido una tarea fácil, pues, hemos tenido que nadar contracorriente, exigiendo a los Gobiernos sordos e insensibles, un poco de lo que por muchos años le han negado al pueblo.
Es decir, hemos exigido vivienda digna y decorosa como lo marca la Constitución, pues, son miles de familias que, hasta el día de hoy, no cuentan con un lugar digno en donde construir sus casas, que han vivido toda su vida de renta o de prestado. Y que, aun así, con tanto esfuerzo y sacrificio durante muchos años, no les ha alcanzado siquiera la vida para ver su casa materializada.
Además de exigir mejores servicios de salud, que les permitan curar a su familia cuando se necesite, y no se mueran en los hospitales por enfermedades que pueden curarse. Exigir mejores condiciones educativas para sus hijos, con escuelas dignas y la tecnología necesaria para que puedan desarrollarse intelectualmente, y sean los profesionistas que sus padres nunca fueron.
Todo esto y mucho más, le ha tocado exigir al pueblo, en un país tan desigual como el nuestro, donde una minoría lo tiene todo, y la inmensa mayoría no tiene nada. Un país donde exigir vivienda, salud, educación, espacios recreativos y alimentación, se vuelve el pan de cada día.
Además de eso, tener que soportar la insensibilidad y un desprecio tal de los gobiernos hacia los miles de trabajadores. Para muestra, el reciente accidente de la línea 12 del metro en la Ciudad de México, donde se descarriló el vagón, al caerse la estructura sobre la que se movilizaba. Donde, según Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, informó que hay 20 muertos y 34 personas heridas.
Lamentable suceso que causó la muerte de estas personas, entre ellos, trabajadores que buscaban sólo llevar el sustento a sus familias, y que ahora, sus familias están de luto y con una pérdida irreparable.
¿Dónde quedaron los millones de pesos invertidos en tales obras? ¿Acaso no es suficiente que el pueblo pague con hambre y miseria? Ahora, también tiene que pagar el precio de la muerte.
Ante este panorama, la gente ha tenido que buscar alternativas políticas cada seis años, tratando de escoger a los partidos políticos menos peores, los que realmente resuelvan las necesidades de miles de familias. Teniendo la esperanza de que, “el que viene, ese sí será el bueno”.
Sin embargo, la realidad es otra, pues cada proceso electoral es lo mismo, los políticos buscan ganar la votación del electorado, y después de eso, se olvidan de las necesidades de la gente y de sus promesas de campaña.
Ahora, después de tantos años de lucha, al Movimiento Antorchista colimense, le ha tocado la oportunidad, gracias a tantos años de trabajo al lado de la gente, de tener espacios políticos que le permitan al pueblo tener verdaderos representantes y gestores de sus problemas. En los candidatos de Antorcha, el pueblo tendrá voz y serán escuchados.
Los antorchistas sabemos que esto no será una tarea sencilla, pues, los ataquen en nuestra contra ya comenzaron, como en el caso de los compañeros antorchistas de Minatitlán. Pero no queda otro camino para los pobres, más que defendernos con la Constitución en la mano.
La hora de Antorcha ha llegado. Como dijera el líder nacional del Movimiento Antorchista, el maestro Aquiles Córdova Morán: “Los deberes históricos no se cumplen cuando uno quiere, se cumplen cuando la realidad se los impone a uno. Ahora vamos a ver si somos hombres y mujeres que saben cumplir con su deber, aunque sea muy duro y peligroso. Solo queda una salida, solo queda el futuro y en el futuro sólo está Antorcha Revolucionaria”.
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