Afectados por el deslizamiento de tierra que cuarteó y dejó inhabitables más de 500 viviendas de ya 20 colonias de la zona norponiente de Chilpancingo denunciaron que están totalmente abandonados por autoridades municipales, estatales y federales, que siguen posponiendo la reunión para tratar el tema de la reubicación.
Ante la falta de recursos económicos y de atención por parte de autoridades de los tres niveles de gobierno, algunas familias continúan caminando en calles destruidas y totalmente inclinadas y viviendo en casas agrietadas que siguen perdiendo su verticalidad, a pesar del riesgo de que puedan desplomarse en cualquier momento.
Hasta hace unos meses, el grave deslizamiento de tierra o movimiento progresivo de ladera afectaba a unas 500 familias de dieciocho colonias. Hoy los daños se expandieron a dos colonias más: la Ampliación San Rafael Norte y la Ángel Aguirre.
El problema de las grietas inició en el 2014 en la colonia Tlacaelel, una de las más afectadas, donde hay casas de uno, dos y tres niveles, destruidas en su totalidad.
“Cuando inició el problema, las autoridades dijeron que apoyarían a los afectados con el pago de renta, lo cual no ha sucedido y hoy estamos totalmente abandonados a nuestra suerte”, acusaron vecinos del lugar.
El peligro se respira en el aire al caminar en la zona entre grietas y casas que han perdido su verticalidad y están a punto de caerse. El deslizamiento de tierra afectó también la tubería de la red de agua potable, por lo que gran parte de la población afectada carece de este importante servicio desde hace cuatro y cinco años.
Sin embargo, los recibos de cobro de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) siguen llegando de manera puntual.
Las malas condiciones de las calles impiden también la llegada de vehículos que venden agua en garrafón, tanques de gas, camiones repartidores que surten las pocas tiendas de abarrotes que continúan abiertas y urvans de transporte público.
El problema se agravó en el 2018. Se registraron derrumbes, levantamiento de pavimento y afectaciones estructurales en más de 500 viviendas.
La calle 1 de la colonia Tlacaelel está totalmente destrozada y sola. Todas las casas han perdido su verticalidad; unas están inclinadas hacia el frente, otras hacia atrás, a la derecha o a la izquierda. Incluso un edificio de cuatro niveles está inhabitable.
Vía telefónica, José de Jesús Victoria Ríos, uno de los representantes de los colonos afectados por el deslizamiento de tierra, lamentó este día el desinterés de las autoridades, que con cualquier motivo siguen posponiendo la reunión en la que se tratará el asunto de la reubicación, única exigencia de más de 500 familias de las colonias Tlacaelel, Villas Tlalmecac, San Rafael Norte, Terrazas, Siglo 21, Edificios Casas Geo, Santa Cruz, Santa Julia, Guadalupe, fraccionamiento El Santuario, 21 de Septiembre, Francisco Catalán Altamirano, La Era etapa I y II, Las Estrellas, Ampliación Doctor Catalán, Ampliación Terrazas, Bicentenario, Ampliación San Rafael y Ángel Aguirre.
Las dos últimas se sumaron este año a la lista de afectadas por el deslizamiento progresivo de tierra, que podría llegar a la presa del Cerrito Rico.
En la zona sólo hay cintas con leyendas de “Precaución”, “Zona de alto riesgo”, “Peligro”, “Zona inhabitable”. En ocasiones acuden elementos de Protección Civil estatal o municipal a monitorear el área, donde surgen más grietas y las que ya están se agrandan día a día, pero no hay atención real a la problemática que enfrentan cientos de familias humildes que se quedaron sin su único patrimonio y que viven en constante zozobra.
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