El primero de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su Cuarto Informe de Gobierno. Por tanto, con el favor de Dios, como suele decir el pueblo para su consuelo, ya nada más nos faltan dos.
Las opiniones a favor y en contra no se hicieron esperar. Los partidarios del presidente destacaron los logros y aciertos de los cuatro años recorridos, pero yo aseguro que hay millones que esperan ansiosos el final del resto del sexenio. Cada vez es más que evidente que le urge un nuevo rumbo a la patria, pero uno verdaderamente nuevo, sin mirar atrás.
Hoy, consciente de mis limitaciones y desatinos involuntarios, contribuyo también con lo que puedo y debo, con mi granito de arena a favor de los olvidados de siempre en los informes presidenciales. Sin embargo, dado que hablar de la suerte de todos aquellos mexicanos desamparados que habitan el México real, aquel que se niega a ver el señor presidente, necesitaría yo mucho más que el espacio que aquí acostumbro.
Por esta razón, y no por otra, hablaré ahora solamente de todos aquellos hombres y mujeres, incluso niños y adolescentes, que, con su esfuerzo y sacrificio, sin ser gobierno ni nada parecido, hacen posible el bienestar económico de millones de mexicanos, trabajando en el extranjero.
En el Cuarto Informe que refiero, el presidente ponderó el mejoramiento de la economía del país, como un logro de su gobierno, con el aumento de remesas enviadas al país por los mexicanos que emigraron, viven y trabajan en el extranjero; dijo así: “En lo referido a las remesas, el dinero que envían al país los migrantes mexicanos desde Estados Unidos y otros países se ha reflejado un importante aumento: en 2018 ascendieron a US$ 33.677 millones, y cerraron en 2021 en US$ 51.585 millones, de acuerdo con el Banco De México. Y en lo que va de 2022, de enero a junio, las remesas ascienden a US$ 27.565 millones, por encima de los US$ 23.647 millones del mismo período en 2021.” (CNN, 1 de septiembre 2022).
Pero su incongruencia ya no tiene comparación. En un tuit, que se puede leer en esa red social, López Obrador escribió así durante el mandato de Enrique Peña Nieto: “Está tan mal la economía que muchas regiones del país sólo viven del dinero que envían los migrantes a sus familiares. Benditas remesas.” (8:30 p. m., 3 mar 2016. Twitter for BlakBerry). Sí, benditas remesas. Entonces, si ahora el presidente presume que, durante su gobierno, en las remesas, “se ha reflejado un importante aumento”, ¿No habla esto, por lo tanto, de qué tan mal está la economía del país bajo su gobierno?
Pero nada dijo el presidente en su informe de los miles de mexicanos y mexicanas que han muerto en el desierto, ahogados en el río, o literalmente cocinados a fuego lento por el calor en cajas de tráileres, sin agua ni comida y sin oxígeno o algo parecido para respirar. En algún momento hasta los llamó héroes y heroínas. Pero no en su informe, porque mancharían sus logros gubernamentales que presume.
Según un reporte del Centro de Estudios Monetario Latinoamericanos (Cemla), que aparece en el medio digital Alto Nivel del primero de septiembre pasado, en México, cerca de 4.9 millones de hogares y unos 11.1 millones de adultos reciben remesas de sus familiares en el exterior. Afirmó que, “el presidente de México…, ha reconocido en varias ocasiones a los 38 millones de mexicanos que hay en Estados Unidos por la entrada de millones de dólares al país latinoamericano e incluso los ha calificado de héroes.
Y efectivamente, tal como lo dijo el presidente, en el medio que cito, se dice que México sumó un total de 51,587.7 millones de dólares en remesas al cierre de 2021, una cifra récord que representó un aumento de 27 por ciento respecto a 2020, cuando alcanzaron los 40,605 millones de dólares. Y en los primeros siete meses del año que corre, la economía mexicana recibió 32,812.47 millones de dólares de sus connacionales, un aumento de 16.39 por ciento respecto a los 28,192.23 millones de dólares del mismo período de 2021, según el Banco de México. Con este resultado, las remesas de connacionales mexicanos hacia su país de origen, suman 27 meses con incrementos sostenidos a tasa anual.
Que al presidente no se olvide en sus informes de los verdaderos héroes, que en realidad son los que hacen posible el funcionamiento de la economía del país, y del bienestar verdadero de millones de mexicanos. Mucho más, incluso, que todos los programas de la Secretaría del Bienestar, que, según dice la secretaria Ariadna Montiel Reyes, se están repartiendo por todos los rincones del país.
El medio ya citado arriba, cierra su nota destacando la importancia de las remesas para nuestro país. “Este dinero, que procede principalmente de migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, representa la segunda fuente de divisas de México, después de las exportaciones automotrices, y representa más ingresos que el sector agrícola mexicano, que contribuye con el 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) mexicano.” Y sigue: “Por ello, el Gobierno de México confía en que las remesas ayuden a levantar la economía del país, que registró una contracción del 8.2 por ciento en 2020 y repuntó apenas un 4.8 por ciento en 2021".
Ya con todos estos datos que me he permitido citar, la conclusión es clara y elocuente: a la economía de México sólo la van a salvar el sacrificio de los mexicanos trabajadores y sus familias. Pero ya llegará pronto el momento de cobrar las facturas pendientes a los políticos de siempre; la condición es no olvidar en ningún momento los agravios sufridos y actuar en consecuencia juntos en un solo rumbo. Ya veremos. ¡Todos atentos!
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