Los medios de comunicación nos informan de lo que están haciendo ciertos "personajes" ante las recomendaciones por demás correctas de las autoridades sobre el aislamiento social para evitar la propagación del Covid-19. Ahí están las estrellas del deporte y de la farándula en sus mansiones, quiénes de paso, hacen lo que saben hacer: promoverse. Su ocio "productivo" lo ocupan para componer canciones, dedicándose a meditar, a la familia...sí todo es "ideal", de cuento, diría yo, pero ¿qué pasa con el obrero, podrá acaso hacer lo mismo? No; simplemente no pueden porque sus condiciones económicas no se lo permiten, pues su salario que recibe es mísero y, si pierde éste en esta contingencia ya podemos imaginarnos. Además, las empresas en que laboran vienen abusando y trasgrediendo sus derechos laborales.
¿Qué está pasando en el ámbito laboral en San Luis Potosí? Nos lo dice pálidamente Código San Luis, de fecha 2 de abril. La cabeza de nota dice: "´Descansan´ a más de 50 mil obreros en la Zona Industrial" (A nivel nacional se habla de 350 mil despedidos a raíz de la pandemia). Agrega la nota: "un alto porcentaje seguirá percibiendo el salario mínimo, otros perderán sus prestaciones". Ya en el contenido de la nota dice: "Más de 50 mil obreros de la zona industrial se verían afectadas por las medidas implementadas por las autoridades del Sector Salud para contener la propagación del Covid-19, luego de que se decretara que únicamente deben seguir operando aquellas que desempeñen actividades esenciales. El fenómeno podría tener importantes repercusiones, toda vez que un alto porcentaje dejara de percibir sus ingresos regulares, mientras que otro sector se le afectarán prestaciones y demás prerrogativas".
La realidad es mucha más cruda que lo que nos trata de informar la nota. Cuando esta nos dice que "otro sector se les afectará prestaciones y demás prerrogativas". Lo que se está haciendo son despidos masivos; aprovechándose de la contingencia y de la necesidad del trabajador, se les está corriendo a muchos trabajadores sin liquidarlos conforme a derecho. Por ejemplo, en la empresa "Estructuras y Paileria García, S.A. de C.V.", ubicada en la delegación Pozos se corrió en esta contingencia a 80 trabajadores, algunos de los cuáles llevaban laborando 5 o 6 años y los liquidaron con ¡5 mil pesos! La Ley Federal del Trabajo nos dice que cuando se despide a un trabajador de manera injustificada, como en este caso, le corresponde 90 días de salario de indemnización constitucional, la parte proporcional de aguinaldo, vacaciones, entre otras prestaciones. Si los trabajadores ganan dos salarios mínimos, le correspondería por concepto de los 90 días, 22,179.6 pesos, más las otras prestaciones enumeradas. ¡El abuso más infame en estos tiempos de coronavirus! Otro ejemplo de las injusticias que se están dando en algunas empresas en el estado, nos las han referido trabajadores, comentando que los patrones les "están adelantando vacaciones", dándose el caso que mueve a risa de una empresa "cuyo nombre no me quiero acordar", diría Cervantes en el famoso Quijote de la Mancha, que le han dicho a sus trabajadores que tendrán vacaciones ¡hasta el 2023!, pues ahora en la contingencia se las están dando "por adelantado". Por si alguien dudaba de la magnanimidad de los empresarios potosinos. Pero lo grave de esto, es que estos atropellos son del conocimiento de las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, pero se hacen de la vista gorda mostrando el contubernio en que han convivido siempre.
Ahora veamos cuando la nota dice: "...un alto porcentaje- se refiere a los trabajadores- seguirá percibiendo el salario mínimo..." Supongamos que así sea, es decir, que cumplan los patrones. El salario mínimo, tan ensalzado por la 4T, en nuestro país es de $123.22 por día. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha calculado que con 123 pesos diarios se llega a la llamada "línea de bienestar". ¿Sí? ¿López Obrador habrá hecho el milagro para llegar a la línea del bienestar del Coneval? ¡Nada de eso!; no nos adelantemos: esos 123 pesos que calcula el Coneval, es un cálculo por persona, individual. Si partimos de que una familia promedio en nuestro país es de 4 integrantes, la línea de bienestar no se alcanza a ver por mucho que esforcemos la vista en el horizonte, pues si dividimos eso 123 pesos entre los cuatro integrantes tenemos 30.75 pesos por integrante con el salario mínimo. El salario mínimo debería ser, partiendo de 4 miembros por familia, para alcanzar esa "línea del bienestar" de 492 pesos. Pedirle, por tanto, al obrero, que en esta contingencia por el coronavirus se quede en casa, es pedirle que se muera de hambre prácticamente. El refrigerador, si tiene la fortuna de tener, no se va a llenar con 123 pesos por día, pues hay muchas otras necesidades que tiene que enfrentar como lo son medicina, renta, pago de servicios (la CFE y otras paraestatales están calladitas en época de pandemia), etc. Tal vez en peor situación estarán los albañiles, meseros, comerciantes y demás trabajadores
Se requiere una política económica del gobierno, que apoye a los trabajadores en general, y a los obreros en particular en estos momentos. Una política que les asegure su salario íntegro en esta crisis y se dé un alto a los abusos patronales que callan, los sindicatos charros y autoridades laborales. Pero la 4T sigue estirando el laso sobre el cuello del trabajador; su política ante la que nos está enfrentando la contingencia del Covid-19, está poniendo en claro que Morena no ha sido, ni será la solución a los grandes problemas del pueblo trabajador. Urge que los trabajadores se organicen en una verdadera organización sindical y den una lucha, haciendo a un lado a los líderes charros y exigiendo lo que les corresponde como la clase que produce la riqueza de la sociedad.
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