“¡Ah, si yo pudiera entrar hasta el mismo centro del mundo de mi niño para elegir allí un placentero refugio! Sé que ese mundo tiene estrellas que le hablan, y un cielo que desciende hasta su rostro y lo divide con sus arcoiris y sus fantásticas nubes.”
Querido lector, con este verso de Rabindranath Tagore, poeta bengalí, comienzo mi opinión pues considero que con bellas palabras nos explica el mundo placentero de Niño, un pequeño que tendría que gozar de educación, cobijo, paz y seguridad, a cada instante de buena salud. “Si yo pudiera entrar hasta el mismo centro del mundo de mi niño” disfrutaría cada instante y fuera rebelde para pedir respeto a mis derechos, porque actualmente son miles de niños que los han dejado sin cobijo.
Geovanny tiene cuatro años, su familia es originaria del municipio de Oxchuc, su madre se percató de una pequeña bolita sobre el cuello del lado derecho, tras varias visitas con médicos le fue diagnosticado un tumor, que no fue atendido. Angelica , una niña de 7 años, juega, ríe, corre, bromea y en algunos días llora por el fuerte dolor de cabeza que le da en periodos cada vez más corto, le diagnosticaron un tumor en la cabeza y ya perdió la vista, al médico no acuerde porque ya la desahuciaron y nada más le dan analgésicos para calmar el dolor. A su corta edad no se explica lo que le sucede, y aún así, le quedan ánimos para decirle a sus padres que ella está bien.
Así coinciden la historia en la entidad, pero, qué pasa con ellos? Quien lo va a salvar? Hasta el momento el gobierno es indiferente a la necesidad y urgencia de velar por los más pequeños, ya que como lo sostienen Mario Luis Fuentes Alcalá, en un estudio publicado el pasado 11 de enero, más s de 42 millones y medio de niñas, niños y adolescentes en México fueron abandonados por el estado mexicano, sin derechos, sufren pobreza, abandono, mala educación, violencia y carecen de cobertura en salud y vacunación, y es Chiapas el que, en comparación con estado del norte, se enfrenta a graves problemas y aúna realidad de desigualdad.
Para suerte de la 4T, con esa desatención nos sigue llevando a un país que no respeta a sus hijos/hijas, al que le son indiferentes, al que no le importa tener expectativas sobre sus niños y niñas. Y al que si viven o mueren me son imprecisas porque ellos tienen otros datos.
En Chiapa, la situación de vida, salud y educación es dramática, también lo es en la violencia contra este sector de la población, que ha crecido en cinco años en 46 por ciento. Queda en evidencia que a cuatro año, los Morenos ha sido incapaz de construir país de desarrollo y Justo.
Por qué , los niños también tienen derecho a gozar de salud!
¡Ah, si yo pudiera caminar por el sendero que cruza el espíritu de mi niño y seguirlo aún más allá, más allá, fuera de todos los límites! Hasta donde los mensajeros van y vienen entre Estados de reyes sin historia, donde la razón hace barriletes de sus leyes y los lanza al aire; donde la verdad libera a las acciones de sus grilletes.
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