MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Las verdaderas causas de la delincuencia

image

Recientemente, una televisora local de Atlixco pidió a varios ciudadanos que paseaban por el zócalo de la ciudad su opinión acerca de la situación de inseguridad que se vive en el municipio. La inquietud de la consulta popular fue resultado de un asalto a un banco en el Centro Histórico y algunos otros actos delictivos que recientemente se han registrado en la ciudad.

Algunos de los entrevistados opinaron que es urgente aumentar la vigilancia policiaca, incrementar los recursos para la seguridad y castigos ejemplares a los criminales, etc. A mi parecer, algunas de las opiniones recabadas se atrevieron a tocar las causas más profundas del incremento de la delincuencia, sobre todo del robo, ya sea con violencia a casas habitación o automóviles. Una de las entrevistadas con la que estoy de acuerdo dijo que le parecía que el aumento de la delincuencia se debe al empeoramiento de las condiciones económicas de la mayoría de la población, producida por el aumento de la pobreza, el desempleo, el encarecimiento de la canasta básica, la gasolina y el pasaje. Mientras una minoría se enriquece en forma escandalosa, la gran mayoría de la población se empobrece, abriéndose una brecha cada vez más grande entre los que tienen todo y los que no tienen nada.

Por todo lo anterior, el problema de la delincuencia es más difícil de lo que parece. En los lugares en donde se ha agudizado más este problema, el gobierno ha ensayado todo tipo de combate a la delincuencia: se ha incrementado la vigilancia policiaca, se ha usado al Ejército y la Armada, existen ahora miles de cámaras de vigilancia, etc., y el resultado es que los delincuentes han encontrado como aumentar sus fechorías. Y si analizamos los otros problemas agregados a la delincuencia, como la impunidad y la corrupción, veremos cómo es mucho más complicado un combate efectivo, pues no es la lucha contra unos delincuentes cualesquiera, sino contra un aparato ya muy desarrollado y difícil de vencer, en el que se presume la participación de funcionarios de todos los niveles y hasta gobernantes, para asegurarle a los capos poder e impunidad. Pero también hay una gran masa de personas empujadas por la pobreza y el hambre a participar en las grandes bandas y cárteles, y hay una delincuencia, más dispersa, que se dedica al asalto contra los ciudadanos comunes, de tal manera que por ejemplo hay, en la Ciudad de México, personas que cuentan que las han asaltado en un solo día hasta tres veces.

Estando así las cosas, disminuir la delincuencia se puede lograr si se reduce la brecha entre los que tienen recursos y los que no tienen, acabar con la pobreza es la única solución efectiva contra la delincuencia. Las estadísticas prueban fehacientemente que en los países menos desiguales y en donde hay menos pobreza también hay menos gente que se dedica a la delincuencia. Hay ejemplos de pequeñas poblaciones que han progresado en su infraestructura y en sus niveles de vida y en las que ni siquiera es necesaria una cárcel, porque los delitos son casi iguales a cero. Ejemplos como éstos, que los especialistas en economía y estadística deben conocer al dedillo, nos muestran que el único combate efectivo y de raíz al crimen es el combate a la pobreza, ayudado y apoyado, desde luego, por las instituciones de justicia, depuradas de los vicios que actualmente padecen.

¿Y qué hacer para acortar la distancia entre los poderosos y los desposeídos? Según la experiencia de otros países donde hay menor diferencia, el combate a la pobreza es obra de una nueva clase en el poder, de una nueva forma de gobernar, cuyo principio es la equidad en la administración de la riqueza nacional, desde luego apoyados por la mayoría de los trabajadores. Sólo así se podrá reducir la delincuencia. Aquí en México, en los municipios donde gobierna el Movimiento Antorchista la delincuencia ha disminuido, porque además es el pueblo el que organizado vigila el comportamiento de todos los ciudadanos y puede así prevenir que sobre todo los jóvenes caigan en la transgresión de la ley, como se ha probado claramente.

¿Qué hay que hacer en Atlixco? Creo que la respuesta está más que clara. Antorcha trabaja por la paz y en contra de la violencia de todo tipo, porque el terror, lo sabemos bien, impide que las sociedades se desarrollen. ¡Y nosotros queremos un Atlixco en desarrollo, pujante, fuerte, orgulloso y contento! Por eso luchamos contra la pobreza y nuestros hechos nos avalan.

  • Etiquetas:

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más