Las líneas que en estos momentos escribo, son pensando en las más de 57 mil familias tabasqueñas que se encuentran "bajo el agua" o afectadas severamente por la segunda inundación ocurrida en menos de 20 días en territorio tabasqueño y, sobre todo, por aquellas que viven en las zonas "más bajas" de los municipios de Centro, Centla, Macuspana, Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cunduacán, Jonuta, entre otros.
En esas familias que con tanto esfuerzo han edificado una vivienda humilde de material, block y cemento, o de madera y techo de láminas, en donde viven soportando temperaturas muy altas y con una humedad siempre cercana al 100%, las cuales proporcionan una sensación de calor muy alta y sofocante. Entre ellas a muchos conocidos, amigos y compañeros antorchistas, a los cuales les envío un saludo muy afectuoso y fraterno.
Y si le sumamos las precarias condiciones en que miles de familias viven actualmente pero con la agravante de estar con el agua dentro de sus casas, a la altura de sus rodillas, en el mejor de los casos o haber sido evacuados de sus viviendas y ser trasladados a los refugios anticiclónicos para no poner en riesgo su vida y la de sus familiares, con el miedo que otras personas sin corazón o con mayor necesidad que ellos, se robe las pocas pertenencias o enseres domésticos que también con mucho trabajo y esfuerzo han comprado.
No se trata de realizar un ejercicio literario sino de recordar episodios de mi vida, donde también conocí, y viví en carne propia los estragos que sufre el pueblo en una inundación, como la que este estado del sureste mexicano sufrió en el año 2007, donde la popular y populosa colonia Gaviotas Sur, junto con otros lugares como la colonia Casa Blanca, en donde nos tocó la oportunidad de ir a rescatar a la familia de un compañero colono y a tratar de salvar algunas de sus pocas pertenencias como refrigerador, cama, televisor, ventiladores, lavadora, trastes, principalmente.
En aquella ocasión, la fuerza de las corrientes del río Grijalva y algunos de sus afluentes, rompieron en algunas partes los "bordos de contención", construidos principalmente de tierra y piedra e inundaron en menos de 5 horas a los diferentes sectores de la colonia Gaviotas y otras colonias cercanas, así como buena parte de la parte céntrica de la ciudad de Villahermosa, alcanzando más de 3 metros de altura el nivel del agua en muchas zonas de la ciudad y sus alrededores. En ese entonces, las casas de un solo nivel prácticamente desaparecieron.
Actualmente son cinco ríos los que mantienen sus niveles por arriba de su escala crítica: Pichucalco, La Sierra, Tulijá, Puxcatán y el Grijalva, en Villahermosa; y las inundaciones que han provocado, ya cobraron la vida de una persona, existe otra en calidad de desaparecida y 57 mil damnificados en 370 comunidades, además de deslaves carreteros, un vado de más de 300 metros de longitud sobre la carretera Villahermosa-Reforma y miles de viviendas inundadas, es el saldo que ha dejado la emergencia hidrometeorológica en la entidad, causada por las lluvias y la extracción inadecuada de 950 metros cúbicos por segundo de agua que realiza la presa Peñitas, desfogues que no han sido constantes para mantener los niveles seguros de las presas y de los ríos y evitar la necesidades de extraer grandes cantidades de agua que, en circunstancias como las actuales, inunden a poblaciones enteras.
El director del Instituto de Protección Civil del estado, Jorge Mier y Terán y demás autoridades estatales y federales, informaron que se colocarán costaleras en el perímetro de la laguna El Negro, en la colonia Casa Blanca, para evitar que el agua salga de control pues temen se desborde, como ocurrió en la mega inundación del 2007.
Hasta ahora son ocho los municipios más afectados: Centro, Nacajuca, Jalpa, Cunduacán, Teapa, Jalapa, Centla y Macuspana; en donde se han registrado también en los últimos días muchas manifestaciones de inconformidad de cientos de familias que han dejado fuera de los censos y programas de apoyo, y que han sido reprimidos por los cuerpos policiacos.
Los apoyos son mínimos, como el que empezaron a otorgar las autoridades para la compra de enseres domésticos por 10 mil quinientos pesos, cantidad realmente irrisoria para poder reponer las grandes pérdidas que han sufrido miles de tabasqueños.
El Gobierno estatal presentará denuncias formales para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) indemnice a los tabasqueños que resultaron damnificados y repare la infraestructura dañada o destruida por las inundaciones, según anunció el gobernador, Adán Augusto López Hernández.
Es la misma historia de hace 13 años, cuando las autoridades tabasqueñas, acusaron a la CFE de inundar a propósito a la población asentada en las zonas bajas de Tabasco, al abrir las compuertas de las presas de Mal Paso y Peñitas. Ahora se va a montar un nuevo show donde se vuelven a "pelear las comadres de la 4T", pues para distraer la atención de la verdadera raíz del problema, se le va a dar gran cobertura y difusión a la demanda del gobernador tabasqueño para que la CFE indemnice a las familias que resultaron afectadas con las inundaciones y repare las carreteras, bordos de contención y otras obras de infraestructura que resulten afectadas con estas inundaciones. El pueblo se sentará a ver y oír los dimes y diretes de estos personajes y a final de cuentas no se resolverán estos problemas de fondo.
Es necesario que el pueblo tabasqueño y del país entero, entiendan que para resolver este y otros problemas de esa o mayor magnitud, nunca ha sido suficiente la participación de personalidades destacadas de la política; siempre se ha requerido del empuje y participación decidida de las grandes masas populares, es decir, de la mayoría del pueblo, que somos los millones de mexicanos que vivimos en condiciones de pobreza.
Debido a lo anterior, el Movimiento Antorchista Nacional hace un llamado a todos los mexicanos bien nacidos a formar un Frente Nacional y lanzarnos a conquistar el poder político de esta nación para tomar las riendas de este país y empezar a trabajar en un proyecto de nación, donde ya no se privilegie la atención de los intereses económicos y políticos de unos cuantas familias acaudaladas, sino que se trabaje arduamente en desarrollar económicamente a nuestro país, que se incremente el producto interno bruto con base en el fortalecimiento del mercado interno, fortaleciendo el poder adquisitivo de las grandes masas de este país, aplicando una política fiscal progresiva que ya no cargue sobre los hombros de los trabajadores con el cobro de impuestos para todo, pago de impuestos por trabajar, pago de impuestos por comprar casi todo tipo de mercancías necesarias para la subsistencia y para tener una vida digna, impuestos por transitar en carreteras que, en muchos tramos están llenas de baches, pago de impuestos prácticamente por todo.
Debemos trabajar por una sociedad más justa y equitativa donde el pueblo trabajador tenga empleo digno y bien remunerado, donde los grandes oligarcas financieros e industriales paguen impuestos proporcionalmente a sus gigantescas ganancias, que esos impuestos sean invertidos productivamente en infraestructura social, educativa, industrial, de investigación científica y tecnológica que saque del atraso histórico a nuestro país, que en realidad no es pobre, sino que ha sido saqueado y sigue siendo explotado por una minoría en perjuicio de una amplia mayoría; es decir, donde se privilegie el bienestar y desarrollo social de las grandes masas de este país.
Esperamos que la mayoría de los mexicanos reaccione a tiempo y se sume a la lucha democrática por un país más justo y equitativo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario