A lo largo de 46 años de organizar y encabezar a muchos mexicanos para que logren soluciones a sus problemas más urgentes, los Antorchistas hemos aprendido a vencer las dificultades que la realidad nos impone para ejercer nuestro derecho, como lo establece el artículo noveno de la Constitución General de la República para sostener una manifestación pública como protesta ante la autoridad en turno, que en lo general se respeta hasta el día de hoy en nuestro país.
En México se efectúan cientos de reclamos públicos directos a algún funcionario de gobierno o bien derivados de problemas con particulares donde se pide la intervención de las autoridades correspondientes y estamos tan acostumbrados a ellas que se pierden de vista, se ignoran o minimizan las causas que la originan y sólo se piensa en la afectación a terceros, como se dice siempre.
En la mayoría de las ocasiones a través de los medios de comunicación se analiza el reclamo poniendo de relieve únicamente las molestias y hasta los prejuicios que se tienen como consecuencia de una protesta valorando por encima de todo que los obreros, amas de casa o estudiantes padecen contratiempos cuando encuentran a su paso alguna marcha y siempre se magnifica el caos vial generado, situaciones inevitables dado que las manifestaciones se realizan siempre en plazas públicas y avenidas de las ciudades pues de eso depende el éxito o fracaso de la iniciativa para resolver el problema que la genera.
También es cierto que quienes participan en este tipo de reuniones reciben sobre sí mismos los peores descalificativos, caen una gran cantidad de insultos sobre los manifestantes y sus líderes sin reflexionar que el que exige sacrifica labores cotidianas, se ausenta de su trabajo, abandona las tareas domésticas, tiene que cargar con sus hijos y hacer gastos imprevistos, además de exponerse a la intemperie, al cansancio, tensión y hasta el riesgo que el hecho implica.
Es decir, se pierde de vista que, si los afectados deciden organizarse para salir a las calles a pesar de los peligros a que se exponen, es porque no les queda otra alternativa y si quieren que su petición sea tomada en cuenta y su problema resuelto no tienen más remedio que llamar la atención de la opinión pública y de su autoridad para que sean atendidos como producto de esa presión ejercida.Es común que las peticiones hayan sido expuestas con mucha oportunidad a funcionarios que no les dan importancia por considerarlas sin trascendencia o bien que no les convengan por pertenecer a otro grupo político que no es de su interés y que incluso se le vea con recelo y hasta odio por lo que deciden ignorarlas.Cuando los servidores públicos defienden sus intereses personales o de grupo lo hacen abusando evidentemente del poder que la sociedad ha puesto en sus manos haciéndose insensibles a las demandas de los grupos más desprotegidos, dedicando con preferencia su atención a familias acomodadas e influyentes del lugar a los que nada les niegan y prestos se disponen a servirlos.
Son estos, los funcionarios- en resumidas cuentas, los responsables de las mortificaciones que sufren los ciudadanos que nada tienen que ver, es la irresponsabilidad de procurar el bienestar de la gente lo que provoca las protestas de México.Y aunque esto es ya grave, la cosa no para ahí, además de generar irritación social, son causa del deterioro que sufre la credibilidad y la confianza en el gobierno incluyendo a todo el sistema político.
Esto viene a cuento porque al inicio de la administración del Presidente Municipal Saúl Monreal ávila, los antorchistas del municipio de Fresnillo, entregamos un modesto pliego petitorio con un listado de necesidades de pobladores de colonias y comunidades, nos entrevistamos con él y delegó la responsabilidad en la titular de Desarrollo Social dando largas a los asuntos y propiciando con esta actitud el inicio de la protesta pública para llamar la atención del primer edil.
Como era de esperarse iniciaron los ataques y las descalificaciones al movimiento legítimo que siguió el procedimiento como lo marca la ley, sin embargo, las calumnias subieron de tono denostando nuestro propósito y hubo incluso quienes se prestaron al juego sucio de acusarnos sin escrúpulos replicando la táctica conocida de intermediarios y corruptos, tal como lo describo líneas arriba y es innecesario repetir.
Sin embargo, la semana pasada logramos un acercamiento con el Presidente Municipal que hizo compromisos que se ratificaron con la presencia de la dirigencia estatal del Movimiento Antorchista en persona de Osvaldo Avila y que esperamos se cumplan en los próximos días; se trata de atender la carencia de obras y de apoyos sociales de los ciudadanos, por eso, atendiendo a que se logró el acercamiento es que estaremos atentos a la solución en beneficio de las familias de Fresnillo.
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