MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La ruina de Pemex

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La ruina de Petróleos Mexicanos (Pemex) es Morena. No basta un “se lo advertimos a Morena”, para que nos hicieran caso; sin embargo, el hecho de haberlo puesto de manifiesto debe servir al pueblo para que descubra que a quiénes eligió como sus gobernantes no escuchan razones, hacen lo que quieren y, lo peor de todo, es que lo hacen aún en contra del propio pueblo al que dicen beneficiar.

Sirva entonces la advertencia que oportunamente hicimos para hacerle conciencia a los mexicanos de que una cosa es prometer las perlas de la virgen y que otra muy diferente es cumplir lo prometido.

Pemex tuvo pérdidas al inicio del sexenio por 180 mil 400 millones de pesos; sin embargo, por la falta de conocimiento en el manejo de la energía y teniendo en cuenta que la voluntad no es suficiente para poder gobernar correctamente y menos aquello de que gobernar no tiene ciencia, o aquello de que, vale más ser honesto aunque no se tengan conocimientos técnicos, pues este gobierno viene a comprobar que gobernar tiene ciencia, que se requieren conocimientos técnicos y que varios funcionarios (recordar el caso de Seguridad Alimentaria Mexicana -Segalmex-) no son honestos. La situación de Pemex es delicada y por andar pensando en las “corcholatas” las autoridades federales no prestan atención a lo verdaderamente importante.

 “En los primeros cuatro años de este sexenio, las pérdidas de Pemex suman un billón 28 mil 415 millones de pesos, de acuerdo con los reportes trimestrales de la petrolera”, dice una nota del portal energiadebate.com del pasado 28 de febrero. Debemos señalar que Pemex perdió en el periodo de Peña Nieto una cantidad similar en el mismo periodo de cuatro años de inicio de su sexenio, pero tiene el mérito de señalar con claridad que era necesaria la estrategia de contratación público-privada basada en la controvertida reforma energética de 2013, debido a que no era posible que Pemex saliera de su atraso descansando sólo en las finanzas públicas.

Este gobierno, con un falso nacionalismo, ha creído que con buena voluntad y con las finanzas públicas basta para sacar a una compañía petrolera del atraso; sin embargo, eso no es así. La voluntad, buena o mala, por sí sola, no basta para resolver los grandes males de un país. No nos sacará del atraso una refinería como la de Dos Bocas, que está inaugurada y no refina; menos si se compran activos de una refinería en Estados Unidos que se encuentra en números rojos y obsoleta, como lo es la de Deer Park.

Una nota en El Financiero, con fecha del 31 de julio de 2023, señala que pese a haber obtenido una ganancia de 25.4 mil millones de pesos, la utilidad de Pemex observó una caída de 80 por ciento en el segundo trimestre respecto a 2022, tiempo en el que observó una ganancia de 125.2 mil millones de pesos.

Ello se debe a un descenso en las ventas totales de 42.5% anual, por los precios más bajos en diversos combustibles, como gasolinas, gas natural, diesel, turbosina y combustóleo. Y aun así, derivado de las malas decisiones de este gobierno, ahora resulta que el gobierno federal aportó 65 mil millones de pesos en efectivo y tenemos que pagar una deuda de mil millones de dólares por cada mes, o lo que es lo mismo, 12 mil millones de dólares al año.

Puntualizó que, “de 2019 a junio de 2023, el gobierno federal ha aportado 720 mil millones de pesos a la empresa petrolera”, que representan aportaciones de capital y 155.4 mil millones de pesos se le han dado a Pemex en calidad de “estímulos fiscales” y 128.4 mil millones de pesos de “otros apoyos”. Todo esto podemos leer en la nota en cuestión.

Como se ve, tenemos un dilema. Le estamos echando dinero bueno al malo, pues por más dinero que el gobierno federal le inyecte a Pemex, está contabilizada su capacidad de crecimiento y tiene límite. Si se quiere extraer más petróleo o gas natural no hay muchas opciones: o se le hace como en Estados Unidos, es decir, se utiliza la técnica del fracking para extraer gas natural y petróleo, o se asocia con empresas de capital privado para la exploración en aguas profundas, o bien, simple y sencillamente deja este gobierno de seguir con su política del uso de energías sucias y se pone a trabajar en serio en la propuesta de hacer uso de las energías limpias.

El Financiero, en la misma nota, revela que “de manera acumulada, Pemex cerró el primer semestre del año con ganancias por 82 mil 159 millones de pesos, lo que representó una disminución de 66 por ciento en comparación del mismo periodo del año anterior. Al respecto, Oscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), señaló que más allá de las ganancias que obtuvo Pemex durante la primera mitad del año, lo más preocupante es el deterioro de la deuda, el estancamiento en la producción y la baja de calificación por parte de Fitch y el cambio de perspectiva que aplicó la agencia Moody’s... un foco rojo hacia el futuro es el estancamiento en la producción petrolera, ya que, aunque se han tratado ‘mañosamente’ de elevar las cifras de producción sumando los productos condensados, cada vez se ve más lejos alcanzar la meta sexenal de 2 millones de barriles de petróleo diarios.”

Pemex va camino a la ruina y nuevamente recaerán sobre las espaldas del pueblo trabajador los efectos devastadores de echarle dinero al barril sin fondo. ¿Recuerdan, amables y pacientes lectores, que el presidente Andrés Manuel López Obrador inició su sexenio “consultando” todo? Sin embargo, ahora, decidió enviarle 67 mil millones de pesos, que bien podrían servir para hacer obras en escuelas o colonias de México, sin consultar al pueblo. Por ello, debe el pueblo detectar esa doble política: la de consultar lo que le conviene y no lo que no le conviene.

Cuando se cree que se tienen principios y se actúa de manera unipersonal, de manera que las decisiones que se toman son las que se cree que son correctas, pero quien sale afectado es el pueblo trabajador de siempre, de nada sirve evocar invectivas contra los neoliberales o conservadores del pasado, si los pobres son los mismos castigados de siempre por los del ayer y por los de la 4T. ¿De qué sirve quejarse del pasado si el presente, “con los buenos”, está peor?

Lo que debe hacer nuestro pueblo es tomar las riendas del país en sus manos. Basta de seguir confiando a terceros políticos el gobierno y las decisiones si lo mismo los neoliberales que los cuatroteros dejan a los desprotegidos, a los pobres, más desprotegidos y más pobres que antes. Pemex saldrá de su atraso cuando el pueblo gobierne esta patria y tome las decisiones pensando en el interés del propio pueblo.

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