En 2023 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cumplirá 78 años de existencia y como cada año en septiembre, en éste se está iniciando el periodo ordinario de sesiones. El debate general que inaugurará el 78º periodo de sesiones tratará sobre la Agenda 2030 para los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Las expectativas de este diálogo de alto nivel, pues estarán convocados los jefes de estado de los 193 países miembros, son altas; se espera definir una declaración con políticas que impliquen acciones concretas que permitan avanzar en el derrotero definido por esas dos declaraciones.
Antes de seguir, ¿qué son los ODS y la Agenda 2030? Son un plan de una serie de acciones a fin de conseguirprosperidad económica y bienestar social para todos procurando la protección del medio ambiente. Las metas más definidas del plan refieren a las distintas manifestaciones de la pobreza, la desigualdad y a la destrucción del medio ambiente; enfatizan el ataque contra el hambre, la enfermedad, la ignorancia, la falta de servicios urbanos, de desarrollo económico, así como una serie de medidas de protección al medio ambiente y un entorno social de justicia.
Sin embargo, este plan aceptado por los países miembros desde 2015, presenta rezagos. Estas demoras no son recientes ni provocadas por la emergencia sanitaria de la Covid19, vienen desde los primeros años del acuerdo. En 2019 la ONU ya había dado un toque de atención a los países miembros y estos habían refrendado los compromisos y acordado una aceleración de las medidas a fin de cumplirlos. La convocatoria a esta reunión de 2023 advierte que de las 140 metas fijadas para el año 2030, solo 12% están encaminadas y podrían cumplirse; pero hay 42 metas (30 por ciento) que no se han movido ni un milímetro o incluso han retrocedido de donde estaban en 2015 cuando se tomaron los acuerdos.
En la página web de la ONU ya hay un borrador de la declaración política que este organismo propone adoptar a los jefes de estado asistentes. Hay pocas dudas de que la gran mayoría de los jefes de estado asistentes firmarán este nuevo manifiesto de 43 buenas intenciones. Desgraciadamente, con mucha probabilidad éste también será poco más que letra muerta. La ONU, como ha quedado registrado en sus acciones, tiene el margen de acción que le da el capitalismo estadounidense.
Para lograr los ODS se requería obligadamente que que el valor de la producción de los países de ingreso medio y bajo, es decir el PIB, tenía que crecer cuando menos a una tasa de siete por ciento anual. ¿Qué ocurrió? de acuerdo con Los datos del Banco Mundial, el promedio de la tasa de crecimiento de los países menos desarrollados registrada entre 2016 y 2022 fue de menos de la mitad de lo requerido; esto a pesar de que crecer uno por ciento en estos países no significa gran cosa.
El pobre desempeño de estas economías, sin embargo, no es solo responsabilidad de estos países. Sistemáticamente el crecimiento económico que tienen se ve enormemente lastrado por la carga que significa la dependencia económica. Esta dependencia le cuesta enormes transferencias de riqueza que si bien es producida en estos países es apropiada por las grandes empresas corporativas multinacionales de los países centrales mediante el reclamo de la utilidad de sus inversiones directas, el pago de intereses por sus inversiones financieras o por el sucio juego de los monopolios en los mercados que fijan precios muy por encima del valor real de las mercancías.
La apertura del nuevo periodo de sesiones de la ONU coincide con el anuncio de que las grandes corporaciones del mundo han alcanzado beneficios récord y con el de que el hambre en el mundo crece a pesar de las firmes intenciones de este organismo. Así, la experiencia muestra que la posibilidad de desarrollo no vendrá pues de las instituciones creadas por el sistema que oprime a los pueblos. Han de ser los pueblos mismos los que, mediante procesos revolucionarios, logre liberarse de la injusticia y la pobreza que les infringen los poderosos del mundo.
Con autorización del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales
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