El Movimiento Antorchista Nacional, cuando nació, se organizó con un pequeño grupo compuesto por algunos profesionistas y algunos campesinos, quienes diseñaron un programa integral, nacionalista a favor de los grupos marginados, con objetivos concretos: desarrollar al país, mejorar las condiciones del pueblo mexicano y conquistar el poder para ponerlo en manos de la clase trabajadora.
Para poder poner en marcha dicho programa se necesitaba algo muy importante, se trataba de un ingrediente crucial, de un gigante dormido: de la clase trabajadora del campo y de la ciudad, del proletariado mexicano.
¿Cómo despertar a la clase trabajadora? Organizándola, educándola y luchando por y con ella. Ésa es la tarea teórico-práctica que ha realizado Antorcha desde que surgió como organización política y social.
El trabajo del Movimiento Antorchista en estos 48 años ha sido inmenso en todos los aspectos de la vida del pueblo humilde, ha gestionado obras de todo tipo para el desarrollo de los pueblos y colonias marginadas, ha defendido al pueblo en múltiples ocasiones, fundado escuelas donde se necesitan e inculcando el arte y la cultura.
Todo este trabajo es comprobable en cualquiera de los estados de la república mexicana. Los pueblos con mayor trabajo, desarrollo y en donde se plasman las ideas de la organización son Tecomatlán y Huitzilan de Serdán, ambos liberados del yugo del caciquismo local, gracias a la lucha organizada y guiada por Antorcha. El desarrollo de ambos municipios se debe a que el pueblo tiene el poder político, y al trabajo constante, organizado y guiado por la organización.
Este trabajo organizativo ha ocasionado que grupos de poder de todo tipo ataquen y calumnien a la organización, a sus líderes y a sus agremiados. Toda esta ola de desprestigio tiene como propósito acabar con la organización, erradicar a la organización popular por completo o mínimamente obstaculizar su trabajo. Estos ataques y estas descalificaciones, se han destado desde los orígenes del Movimiento Antorchista, pero se han intensificado en este último sexenio, con la 4T. Sin embargo, la organización sigue en pie, sigue trabajando, sigue organizando, sigue educando y sigue luchando por los intereses del pueblo trabajador.
La organización sigue y seguirá viva por el hecho de ser parte verdadera, por contar con el pueblo. Los ataques que hemos sufrido los hemos contestado con más trabajo, con más educación, con más entrega al desarrollo, con más lucha. Mientras haya pobreza, desigualdad y el pueblo esté sumido en la marginación, mientras se le conculquen a los trabajadores todos sus derechos, Antorcha seguirá viva, seguirá presente.
En estos últimos años, todos los problemas sociales se han agudizado debido al mal gobierno, y muchos otros se han generado por las malas políticas de la 4T, todo en perjuicio del país entero, pero afectando con mayor intensidad al pueblo pobre mexicano.
No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. Las demandas sociales, políticas y económicas, cada vez se exigirán con mayor intensidad y no bastará el dinero para mantener sumiso al pueblo de México. La organización ha llamado a todos los mexicanos a organizarse y a luchar, para poder cambiar nuestra realidad. Sumémonos con decisión y energía al cambio positivo, organicemos al pueblo de México.
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