MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La falsa estrategia de seguridad: un concierto en medio de la crisis

image

El reciente concierto de la cantante Belinda en el Polideportivo de Chilpancingo, Guerrero, se convirtió en un triste reflejo de la desconexión entre el gobierno estatal y las preocupaciones de la ciudadanía. A pesar del fuerte despliegue de seguridad y la extensa promoción, la asistencia al evento estuvo muy por debajo de las expectativas. El contraste entre la celebración y la escalada de violencia en la región resalta la falta de empatía y sensibilidad por parte del gobierno de Morena y su enfoque en la seguridad.

La previsión de más de 8 mil asistentes contrastó fuertemente con la realidad de menos de 2 mil personas presentes en el Polideportivo. La sociedad civil y las víctimas de la violencia criticaron el espectáculo como un acto de frivolidad, mientras la capital se veía afectada por una ola de violencia, incluyendo el asesinato de transportistas y la quema de vehículos.

El llamado a boicotear el concierto, hecho por familiares de las víctimas y gran parte de la sociedad, evidencia la creciente desconfianza en la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad. Incluso la presencia de elementos del Ejército, la Guardia Nacional y la Policía estatal, así como un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública, no logró disipar las preocupaciones genuinas sobre la seguridad en la región.

El concierto de Belinda en Chilpancingo se convirtió en un símbolo de la falta de coherencia entre la estrategia de seguridad del gobierno y las preocupaciones reales de la ciudadanía

El intento de involucrar a la ciudadanía en el concierto a través de las redes sociales por parte del senador Félix Salgado Macedonio y su hija, la gobernadora Evelyn Salgado, demuestra una falta de comprensión de la realidad que enfrenta la población. La divergencia entre la imagen de funcionarios y trabajadores gubernamentales presentes y las gradas semivacías también destaca la desconexión entre el gobierno y la comunidad.

La falta de transporte gratuito, a pesar de la promesa del gobierno, solo añadió más inconvenientes para los asistentes que, después del concierto, se vieron obligados a regresar a sus hogares a pie debido a la falta de transporte público.

El concierto de Belinda en Chilpancingo se convirtió en un símbolo de la falta de coherencia entre la estrategia de seguridad del gobierno y las preocupaciones reales de la ciudadanía. La priorización de eventos públicos en medio de una crisis de seguridad demuestra una desconexión alarmante que solo profundiza la brecha entre el gobierno y la comunidad. Es necesario un enfoque genuino en abordar los problemas de seguridad antes de esperar que la población respalde tales eventos frívolos.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más

FOTOGALERÍAS