A lo largo de la historia surgieron instituciones que fueron parte de los instrumentos de la clase dominante para seguir conservando sus privilegios, una de ellas fue el Estado, dicha institución fue compuesta por personas que provenían de la clase dominante y sus tipos han variado a lo largo de la historia y de las geografías, mientras en algunos países europeos siguen teniendo reyes, aunque sea de manera simbólica, en América Latina se instauró el tipo de Estado en su forma democrática, en México, la democracia fue una forma más de dominación y control para la clase dominante, y hasta nuestros días el Estado ha vivido con esa forma democrática, pero ahora, una parte de la burguesía mexicana ha utilizado a un personaje de lo más caricaturesco como el actual presidente, quien se levanta en las mañanas para decir muchas tonterías, dicho representante actual de la burguesía ha intervenido en el proceso electoral hablando como un miembro más del partido político que fundó. Y no como un jefe de Estado imparcial, todo lo contrario, defiende a capa y espada a los representantes de su partido político. Esto es una señal de que dicho presidente está enfermo de poder y de resentimiento, porque es claro que la consigna era “que ganen mis candidatos y que la oposición se siga debilitando”. Sin duda, para la burguesía es más conveniente el régimen democrático para que se siga reproduciendo el sistema capitalista de producción, para que la burguesía siga explotando al proletariado es mil veces preferible que se les den ciertos derechos anestésicos a los trabajadores como el derecho a la manifestación o a la de formar parte de un sindicato, pero siempre bajo los límites legales del sistema burgués que al peligro de explosiones populares descontroladas.
En el momento actual que vive México con la mal llamada “Cuarta Transformación” nunca se han visto favorecidas las clases dominadas, no se ha resuelto el problema de la pobreza, al contrario, han ido aumentando más los pobres en este país. Se quitaron los programas sociales como las estancias infantiles, las guarderías, el Prospera, el Seguro Popular, etc. Y actualmente el Estado en su forma democrática con la “Cuarta Transformación” ha beneficiado a los de siempre, no hay ninguna señal de que la suerte de los más pobres de este país cambie. Sin duda, este presidente ha lucrado con la pobreza y ahora mucho del electorado prefirió vender descaradamente su voto a cambio de un dinero que no les durara ni para una semana porque las mercancías siguen subiendo de valor. Hubo mucho recurso económico que se destinó para estas elecciones y también muchas irregularidades en el proceso electoral, los siervos de la nación se convirtieron en mapaches repartidores de dinero guardando credenciales para beneficiar a los candidatos del presidente. No hay ninguna transformación ya que los representantes de este gobierno se siguen comportando como los anteriores políticos. Quienes salen perdiendo en estas elecciones son los más pobres de México porque han sido ellos las principales víctimas de la necesidad por haber votado o aceptado unos cuantos pesos a cambio de seguir permaneciendo en la miseria.
Hay que hacer una profunda reflexión sobre el futuro de México porque la clase política ha entrado en una verdadera terapia intensiva, no hay una cultura política en México. No se reflexiona profundamente por quién se va a votar, hoy en día los artistas y representantes de la farándula están remplazando a los políticos, esto es una verdadera tragedia porque indica que el pueblo necesita que se le dé una educación política para que se conviertan en los verdaderos protagonistas de la historia. Por el momento nos esperan tres largos años de un presidente que lo único que le importa es seguir teniendo protagonismo con sus palabras domingueras y sin un rumbo claro para que el país se convierta en una potencia económica. Al pueblo de México y a quienes votaron por los mismos, les falta una brigada pedagógica para que les haga entender por qué están en situación de pobreza para que cobren conciencia de que organizados deben luchar por sus derechos y no seguir siendo explotados por la clase dominante. Mientras siga la clase dominante utilizando a la democracia como forma de dominación los pobres seguirán viviendo en la eterna necesidad que les provocó vender su voto.
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