MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La contradictoria política de seguridad pública en Tehuacán

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A la 1:00 de la madrugada, del pasado 10 de mayo, fue asaltado el domicilio del señor Juan Cid, ubicado en la colonia Movimiento Antorchista Nacional de la ciudad de Tehuacán, Puebla.

De los tres asaltantes, una mujer fue detenida por los vecinos en el lugar del asalto y entregada, inmediatamente, a la Policía Municipal que acudió al auxilio; dos horas más tarde, otro joven que aún llevaba en su poder una laptop que sustrajo del domicilio fue detenido en la colonia América por la policía municipal, y una tercera delincuente logró escapar.

Para el día de los hechos, Juan Cid llevaba ya un mes aproximadamente postrado en su cama a causa de una enfermedad que no le permitía caminar. Con él, solo vivía su hija de 16 años que tuvo que abandonar la escuela para trabajar, apoyar a su padre y mantenerse ella. A las 5 de la mañana del mismo día, la desafortunada muchacha, se presentó ante el juez calificador para señalar a los delincuentes detenidos y darle curso legal al asunto para que fueran castigados conforme a ley. De nada sirvió. A la afectada le devolvieron su laptop y le hicieron firmar un escrito en el que declinaba presentar denuncia formal “por ser menor de edad”. Así se resolvió este asunto por las autoridades. Hoy, los tres delincuentes siguen haciendo de las suyas, visitando domicilios en la zona.

El domingo 29 de mayo, alrededor de las 6 de la tarde, los vecinos de la misma colonia detectaron que un individuo, de aproximadamente 30 años, se robó una varilla de un lote donde está en proceso de construcción una casa. Lo alcanzaron a las puertas del Hospital General de Tehuacán, ubicado a la entrada de la colonia, y al entregarlo a los patrulleros municipales se toparon con la negativa de llevárselo detenido. La protesta enérgica y generalizada del grupo captor solo consiguió que la policía jaloneara a varios vecinos y los amenazara con llevárselos detenidos a ellos. Hágame usted el ¡refabrón cavor! (sic). En medio de la confusión, el raterillo aprovechó para ponerse a salvo escondiéndose dentro de la patrulla que finalmente lo sacó de la zona de peligro.

Seguramente usted, amable lector, conocerá historias como estas o peores que hayan ocurrido en su colonia, fraccionamiento, o que le hayan ocurrido a algún conocido. El caso es que los problemas de inseguridad no se atienden y van en aumento. Sorprende cómo entre la misma corporación de Seguridad Pública haya elementos que promueven una cosa y otros que hacen otra que la contradice. 

Apenas el 27 de mayo, a petición de los vecinos, personal de Prevención del Delito, dependiente de la Dirección de Seguridad Pública de Tehuacán, acudió a dar una plática a la colonia ya referida. Promovieron el programa Cuida tu calle, que consiste en “un conjunto de actividades en el que la ciudadanía participa para prevenir todo tipo de conductas delictivas, colaborando de manera activa con la coordinación de Prevención del Delito, para crear un ambiente de seguridad en su entorno”, dotando a los ciudadanos con herramientas para saber qué hacer en una situación de emergencia, basadas en tres aspectos: preventivos, legales y atención a víctimas”.

Con relación a ¿qué hacer en una situación de emergencia, en un folleto que repartieron citan el artículo 16 de la Constitución Política de México que dice que “cualquier persona puede detener a un probable responsable en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud al Ministerio Público”. También citan lo siguiente del artículo 146 del Código Nacional de procedimientos Penales: “Se podrá detener a una persona sin orden judicial en caso de flagrancia; cunado es detenida en el momento de estar cometiendo un delito y sea perseguido o después de cometerlo siempre y cuando sea sorprendido cometiendo un delito y sea perseguido o si es señalado por la víctima”.

Las acciones realizadas por los habitantes, en los dos casos expuestos, se ajustan a lo que establece la ley, se organizan y actúan dentro de las facultades que esta les otorga y respetan los procedimientos establecidos. ¿Dónde está la falla? La respuesta está en boca de todos. 

Con eso de que los delincuentes también son humanos y hay que respetar sus derechos, según lo dijo AMLO, la ciudadanía cada vez está más indefensa ante el crimen organizado y el no organizado. 

En fin, son tiempos de la 4T. Aun así, no debe cundir el desánimo ni la desesperación, nadie se debe hacer presa del “sálvese quien pueda” o caer en la tentación de hacerse justicia por propia mano. Ese no es el camino. 

Si la política de seguridad pública juega con dos caras, la sociedad debe dar pruebas de congruencia y unidad en el terreno de la prevención. En Tehuacán, como en todos lados, los ciudadanos debemos organizarnos, acordar medidas de seguridad para nuestros hogares, nuestras calles, nuestras manzanas, nuestras colonias y a la par, unirnos para exigir a una sola voz que las autoridades estatales y municipales cumplan con su función primordial: garantizar la seguridad y tranquilidad de la sociedad. Pongamos todos manos a la obra.

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