El gobierno de la Cuarta Transformación, ha mantenido hasta el momento oídos sordos al reclamo justo de la Unión Nacional de Productores de Carbón, así como a los trabajadores de la empresa Altos Hornos de México en Monclova, guardando silencio mientras el colapso económico se hace presente en la Región Carbonífera, donde ya está causando estragos el desempleo y la miseria sin que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) firme el contrato respectivo para la adquisición del carbón que en esa zona de Coahuila se genera y que es el motor principal para la subsistencia de las familias.
Frente a la pérdida de alrededor de cuatro mil empleos directos, el Presidente de México ha hecho como que actúa en la solución de tan grave conflicto, pero solo por encimita porque supuestamente gira instrucciones que no llegan a cumplirse, en medio de falsas esperanzas para los coahuilenses a quienes ha mentido en sus constantes visitas y donde seguramente volverá a mentir cuando llegue nuevamente a estas tierras a finales de marzo.
El colapso de esa región de Coahuila está presente, las minas grandes han parado su producción, así como otras tres productoras importantes, generando estragos en empresas como AHMSA y poniendo en riesgo el funcionamiento de las dos carboeléctricas que alimentan de energía al país.
Lo más triste de esa situación es que se está dejando a miles de familias sin el sustento diario, sin empleo, y la pobreza -que ya de por sí se tenía en esa región- se ha acentuado de forma espantosa, mientras los promotores de la Cuarta Transformación en México, siguen guardando silencio, sin mover un dedo para salvar de esta tragedia a sus compatriotas.
No se ve en qué momento el gobierno federal a través de la CFE, tome la decisión de reactivar los contratos respectivos que permitan la adquisición del carbón, contratos que deben ser multianuales como se tenían en años anteriores y que garantizaban la adquisición de por lo menos cuatro millones de toneladas.
La miseria en estos pueblos se puede sentir ampliamente, después de que en un simulado propósito de salvaguardar los intereses de los mexicanos, tan grave conflicto agarró dormido al promotor de la llamada 4T, que está mucho más preocupado en asuntos de distracción popular como la rifa del avión presidencial, la compra de su cachito de lotería en 500 pesos y otras cuestiones que se encuentran muy alejadas de los verdaderos problemas que viven quienes en cierto momento creyeron en este nuevo gobierno pero que hoy se dan de topes contra la pared.
El claro ejemplo de los graves errores cometidos por quienes pertenecen al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se pueden observar desde la Región Carbonífera de Coahuila, sus errores están costando muy caro al pueblo de México, engendrando mucho mayor miseria que la que se tenía a su llegada al poder.
Se ha demostrado en tan corto tiempo que a la 4T lo que menos le importa es el bienestar verdadero de los mexicanos, bajo una sobrada incapacidad para dirigir las riendas de una nación que requiere urgentemente de una cirugía completa, que termine de una vez por todas con esa terrible enfermedad que le acomete, en un cáncer espantoso que no se ha podido erradicar con ese mal medicamento que le aplica el actual gobierno federal, el de la mentira y del populismo engañoso.
Es desde esta Región Carbonífera, donde se demuestra la negligencia de un gobierno fantasmagórico que piensa que con buenos deseos solucionará los males de la patria, que se engolosina dictando conferencias de prensa mientras el pueblo se está muriendo de hambre y desesperanza, envuelto en tremenda pobreza.
Frente a esos hechos lamentables, es necesaria y urgente la unidad de las clases pobres de México en torno a la única organización que durante más de 46 años ha luchado porque exista una justa distribución de la riqueza, Antorcha, la esperanza real del pueblo, que avanza sin medida a convertirse en el mejor partido político de esta patria.
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