MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Insuficientes apoyos de alimentación para Chiapas

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En Chiapas el pasado 14 de abril los medios locales lanzaron una serie de boletines para informar que a la entidad habían ingresado más de mil 500 toneladas de alimentos para entregar a familias vulnerables y grupos de emergencia, pues era importante para el gobierno estatal garantizar a las familias vulnerables una alimentación que permitiese enfrentar la pandemia. Además, se destacaba que el apoyo sería entregado por el DIF casa por casa sin intermediarios, para que la población permanezca en sus hogares el mayor tiempo posible por la emergencia sanitaria.

Ante esta noticia que causo revuelo y en algunos lugares tranquilidad, me detengo, porque creo que esta acción parece a simple vista que vendría a apoyar enserio a los afectados, señalando algunos datos que revelaban que en Chiapas se tiene un número de habitantes de 5 millones 337, 151 habitantes; de estos, 8 de cada de 10, una cifra de 4 millones 113, 950 (76.4 por ciento) estamos registrados como pobres o pobres extremos, según la cifra actualizada de acuerdo con el anexo estadístico de la medición de la pobreza 2008-2018 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval). Esta proporción es prácticamente igual a la que se registró hace 10 años, cuando la afectaba era del 77 por ciento de la población chiapaneca, somos la entidad que presenta mayor número en situación de pobreza extrema multidimensional porque tiene más de tres o más carencias sociales y por ingresos somos el único estado de 32 en donde más de la mitad de sus habitantes no tiene un ingreso mensual que alcance a cubrir sus necesidades básicas alimentarias.

Pero no eh de irme muy lejos a analizar los grandes y agradecidos esfuerzos del gobierno estatal morenista, pues hay casi el mismo número de pobres moderados que de pobres extremos, en 2018 se registró que 46.7 por ciento se encuentra en pobreza moderada y el 29.7 por ciento en pobreza extrema, y de este último me voy a referir. Pues hay cerca de un millón 585, 134 individuos viviendo en vulnerabilidad, usando los términos gubernamentales, que no se saben si comen o cómo sobreviven. Por ello queda comprobado que las 72,116 despensas que se distribuyen en 123 municipios serán insuficientes para cubrir al sector más vulnerable, sin contar a los afectados que por la pandemia se han quedo sin empleo y sin el ingreso que permita llevar la alimentación a las familias.

Y aunque los número fríos del Coneval indican un descenso en la pobreza extrema en Chiapas, la realidad es cruda y dolorosa, porque a mayor escala en el último año de este nuevo gobierno que en campañas se hizo llamar de izquierda y que trabajaría para el pueblo, los ha alcanzado el reclamo de la gente que pide espacios para emplearse, programas asistenciales en la que muchos se quedaron fuera por las nuevas estrategias de registro, servicios básicos como el agua potable, pavimentaciones, alumbrado público o viviendas que son nulas, y hoy frente a la pandemia del Covid-19, no existe un plan o programa nacional de distribución de alimentos que ayude de verdad a las familias a aguantar la contingencia hasta el primero de julio, en Chiapas como en algunos otros estados, se han implementado estos apoyos de entrega directa, pero también son insuficientes, pues después de que se distribuyan las 72 mil despensas entre el 4.5 por ciento de la población vulnerable, ¿qué pasará con los un millón 513,013 chiapanecos que no recibirán el apoyo? ¿y con las personas que perdieron su empleo y ahora no tienen el sustento económico?

Hasta el momento nada más sabemos que locatarios han cerrado sus negocios, que los vendedores ambulantes no pueden salir a las calles vender sus productos; que los restauranteros, meseros, repartidores o cocineros han tenido que cerrar porque las ventas han bajado o se les notificó que se les cobraría una multa sino se incorporaban a la contingencia; con las empleadas domésticas que no pueden llegar a sus centros de trabajo porque sus patrones se encerraron o no pueden tomar un transporte; con los trabajadores del servicio de transporte: taxi, colectivos, moto-taxis, etc., que han aumentado su jornada de trabajo y el costo del transporte porque la población que aún sigue saliendo es menor y deben sacar la cuota del patrón, de la gasolina y la que ellos mismo llevaran a sus hogares. Así podemos ir mencionando las dificultades por las que enfrenta la población y de esto, tampoco se habla, porque las mismas instancias federales, no tienen el dato preciso de las afectaciones que está trayendo consigo el coronavirus.

Compañeros y amigos, estamos pasando situaciones muy difíciles todos los sectores sociales de México y creo necesario que todos, sin diferencias sociales debemos unir a un solo grito nuestras voces, pues no solo el sector más vulnerable se está viendo afectado, todos en general estamos con el riesgo de contagiarnos por tener que salir a trabajar o porque existe el miedo de morir de hambre, ya que las vías para ir a generar los ingresos económicos cada día se han ido cerrando. Ha llegado pues, el momento de que el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, combata por lo menos en esta única ocasión, el problema del hambre al que se enfrentan millones de mexicanos en esta pandemia, porque sus resultados hasta en estos últimos momentos, dejan mucho que desear. Hay hambre en Chiapas y hoy más que nunca el país necesita de una política que atienda los problemas urgentes de la población.

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