MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Insabi, otro fracaso de la 4T

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El derecho a la Salud, aparte de ser un derecho universal, también está consagrado en nuestra Carta Magna, y esta dice: “…Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. El Estado otorgará servicios de salud a través de la Federación, Estados y Municipios de acuerdo a lo establecido en la ley.” De entrada, es preciso hacer esta aclaración, para saber que nos atenemos a un doble derecho, y no a una exigencia sin sustento o al capricho de revoltosos.

Hace ya algunos meses, el presidente López Obrador en una de sus mañaneras, se llenó la boca asegurando que, en su gobierno, nuestro país tendría el mejor sistema de salud y que este garantizaría el derecho a la salud mediante la promoción y servicios de calidad para todos los mexicanos como sucede en algunos países nórdicos: Dinamarca y Noruega. Pues ya llevamos tres años de gobierno de la 4T, y no se le ve ni pies ni cabeza a la tal calidad en la salud que prometió. Hay que recordar, que el gobierno de la 4T desapareció el Seguro Popular con la sentencia de que “ni era seguro, ni era popular”, y que en su lugar crearía el Insabi, que se presumía como la verdadera alternativa de salud para los mexicanos. El pasado primero de enero, este nuevo sistema de salud cumplió dos años desde que fue creado, y para desgracia de los mexicanos, ha resultado otro programa federal fracasado, junto a sus obras faraónicas: el aeropuerto de Santa Lucia, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

A pesar de que ya se había advertido como una salida fácil para borrar todo resto de los gobiernos neoliberales del pasado. Veamos esta opinión de -El Economista- “…sin una planeación estratégica ni diagnóstico certero y, por lo tanto, sin reglas de operación claras, basada en decisiones políticas improvisadas y en el marco de una política confusa y desordenada de re-centralización de los servicios de salud, aspiraba a conformar un sistema de salud como el de Dinamarca o Canadá.” Refiriéndose al INSABI.

 

Sin embargo, la realidad nos golpea en la cara a todos los mexicanos que estamos a expensas de una atención por parte del sistema de salud pública, pues para todo aquel que es atendido en hospitales generales, clínicas o centros de salud, se sentirá identificado con esta nota de El Economista: “… incremento de población sin acceso a los servicios de salud; desabasto de medicamentos; desfinanciamiento de los servicios estatales de salud, así como de institutos nacionales, hospitales de alta especialidad y hospitales federales de referencia. Todo es reflejo del pésimo diseño del Insabi y la aceptación tácita de su incapacidad política, operativa y administrativa”. Ante una realidad que ha superado la capacidad del sistema de salud,  el Secretario de Salud, Jorge Alcocer y el subsecretario Hugo López Gatell solo han sido los chivos expiatorios del gobierno de López Obrador, ellos han sido la cara que se ha desgastado ante la crisis sanitaria que vivimos; pero el verdadero culpable de que todo el sistema de salud se encuentre en dicha crisis, es decir, la falta de rehabilitación, equipamiento y construcción de hospitales, contratación de médicos y enfermeras y falta de medicamentos, es en realidad la mala gestión pública de la 4T; el tema de la salud, se ha convertido en el talón de Aquiles del gobierno de la 4T, y como dije, ha dejado que López Gatell cargue con todas las culpas de conciencia, pero lo han azuzado para que desquite su frustración con los familiares de los enfermos que claman por atención médica, como lo hizo con los familiares de los niños con cáncer, a quienes atacó denostándolos como un grupo reducido de alborotadores y enemigos de la transformación. La 4T carga en sus espaldas el contagio por covid-19 de 5 millones 413 mil 425 personas confirmados y peor aún, de 315 mil 688 mexicanos fallecidos.

No cabe duda que no es lo mismo hablar y prometer, que cumplir, y menos si se trata del pueblo, de un pueblo que siempre ha puesto las vidas, al fin y al cabo, ya están acostumbrados. Este es el razonamiento de la 4T que se demuestra con sus actos de parsimonia ente la muerte de cientos de miles de mexicanos. El gobierno de la 4T por su propia cuenta no hará más que seguir regalando dinero a los mexicanos a cambio de no surtir de medicamentos a los hospitales, a cambio de no contratar a más médicos, a cambio de no construir más hospitales. Y la pregunta obligada es ¿Conviene a los mexicanos aceptar unos cuantos pesos a cambio de una asistencia médica de calidad? Si usted es de los que opinan que no, entonces tiene que saber que la única alternativa que le queda al pueblo es organizarse y luchar, para conseguir la creación de un país en el que no haya sufrimiento, en el que no haya pobreza ni desigualdad, para crear un país en donde sus políticos no engañen al pueblo como lo hace la 4T. O nos organizamos y luchamos, o las cosas seguirán no iguales, sino peor.

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