En los propios informes del Instituto de Información Estadística y Geografía del Estado de Jalisco (IIEG) desde hace algunos años se viene reconociendo que el impulso a la vivienda en la entidad seguía siendo insuficiente para cubrir las necesidades de un techo que demanda la población jalisciense. Según datos de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI) en la entidad, el rezago disponible para los jaliscienses alcanzó las 280,000 casas, debido a factores como su alto precio y su ubicación respecto a los centros de trabajo.
El mismo IIEG reconoce que, adicional al déficit de vivienda en el estado, se enfrenta a un problema de índole cualitativa en los materiales y servicios de la vivienda. No se puede hablar de la universalidad en los servicios ni que las viviendas estén construidas de materiales duraderos ya que, se calcula que 675 mil 700 personas habitan viviendas con carencias en calidad y espacios mismas, que carecen de los servicios básicos en sus hogares.
Otro de los problemas es la tendencia a la construcción de complejos habitacionales en zonas periféricas de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), alejadas en muchos de los casos de los servicios y el empleo. Por lo que el reto es trabajar desde varios frentes para abatir el rezago, mejorar las condiciones en la que se encuentran una parte de las viviendas en cuanto a materiales y servicios, así como implementar esquemas de planeación que se garanticen la integralidad de los desarrollos urbanos, es decir, que los desarrolladores garanticen los servicios de salud, seguridad y espacios de entretenimiento cercanos, así como una adecuada accesibilidad a los centros de trabajo.
El rezago habitacional que registran las mismas estadísticas oficiales es grave. Hay cientos de miles de personas que quieren una vivienda y no la encuentran con la ubicación y precios que la necesitan. El costo de las casas rebasa el límite de lo que la gente puede pagar. De acuerdo al índice de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el precio de las viviendas con crédito hipotecario aumentó 11.2 por ciento en la ZMG durante el primer trimestre de 2019, superior al promedio nacional de 8.9 por ciento.
Entre enero y junio de 2019, la venta de la vivienda popular en la entidad bajó a la mitad debido a que el gobierno de la 4T que encabeza Andrés Manuel López Obrador aplicó recortes a los subsidios. Mientras en el primer semestre del año pasado se colocaron 13,894 casas de interés social en el estado, en el mismo periodo de 2019 apenas fueron 6,722. En total, se estima que para este 2019, sólo se van a poder vender o colocar 30 mil de las 60 mil viviendas que necesitan los habitantes de Jalisco al año, por lo que el rezago llegará a las 310 mil viviendas para finales de año.
Como se ve, se ha incrementado y seguirá incrementándose aún más el rezago de vivienda en Jalisco con la 4T pues, de manera general el presupuesto de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) tendrá una reducción importante en 2020. De acuerdo con el proyecto de presupuesto, el próximo año recibiría 5,534 millones de pesos; en 2019 se le etiquetaron 9,446 millones pero, sufrió el peor recorte de los últimos 7 años, dando como resultado que en 2019 solo estén disponibles 1,726 millones de pesos para las 32 entidades federativas, cuando en 2018 se distribuyeron 6,837 millones.
AMLO para llegar a la Presidencia de la República, criticó a las anteriores administraciones y ahora para mantenerse en el poder les echa la culpa de la falta de resultados en su gobierno. Sin embargo, a casi un año de estar gobernando el autodenominado presidente de la 4T ya hay bastantes pruebas de que gobierna con la mentira y la demagogia. Basta ver los presupuestos destinados en vivienda social, en 2013, 7,812 millones de pesos; en 2014, 11,494 millones; en 2015, 10,996 millones; en 2016, 8,908 millones; en 2017, 4,617 millones; en 2018, 6,628 millones, en el primer año del gobierno lopezobradorista, o sea, en el 2019, 1,726 millones y tiene proyectados 1,483 millones de pesos en 2020.
No es un secreto que en los sexenios anteriores fueron insuficientes, prácticamente nulos los apoyos a la vivienda popular, fue evidente la falta de políticas eficientes, sobre todo en los últimos sexenios, para abatir una de las graves y dolorosas necesidades del pueblo trabajador que es el que sufre fuertes problemas de habitabilidad como el hacinamiento. Pero en la 4T estamos mucho peor, ya no queda duda que a los puros y castos morenistas no les interesa la inversión pública, ni el crecimiento económico y sólo buscan, a través de los nuevos impuestos que proponen en el proyecto económico 2020, garantizar recursos para financiar sus programas clientelares e impulsar una posible reelección del presidente López Obrador.
El pueblo mexicano tiene la ineludible tarea de no volver a equivocarse creyendo que si la solución de los flagelos sociales no está en el PRI ni en el PAN; entonces hay que votar por un iluminado. La única alternativa que tienen los que crean directamente con sus manos la riqueza de este país, es la de unir fuerzas, organizarse y educarse para consolidar una gran fuerza social con capacidad de arribar al poder de la nación y desde allí impulsar un nuevo rumbo económico en nuestra patria que se preocupe en primer lugar por atender y resolver las carencias de los trabajadores agrícolas e industriales. El Movimiento Antorchista Nacional, desde hace 45 años se ha venido preparando para encabezar la construcción de un mundo mejor para los oprimidos y explotados de México. ¡Es la hora de Antorcha!
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