Ciertamente el Grito de Independencia, acto conmemorativo de tan significativa gesta de nuestra historia, de cierto tiempo acá se volvió un poco flexible; es decir, dejó de ceñirse a un patrón que poco había cambiado desde que fue dicho por vez primera.
Fue célebre el Grito de Luis Echeverría, que, aparte de "¡Viva Juárez, Benemérito de las Américas!", incluyó el "¡Vivan los países del tercer mundo!".Salinas de Gortari se distinguió, aparte de por la mención de Juárez, al incluir a "el caudillo revolucionario Emiliano Zapata".
Pero a los habitantes de La Paz nos tocó escuchar un curioso Grito, el recién pronunciado por la alcaldesa, Feliciana Medina, quien con ocasión de esta ceremonia cometió una nueva pifia (¡una más!), la cual se agrava por el hecho de que la señora presidenta dice que es… ¡historiadora!, y porque además impartió esa materia en la máxima casa de estudios, la UNAM.
El caso es que al descoserse mencionando en su arenga a casi todos los héroes de la Independencia, también se le colaron los hermanos Flores Magón, sin aclaración ni nada.Pero, a diferencia de Salinas de Gortari, que hizo la aclaración de que Zapata era un prócer de la Revolución, Feliciana nos lleva a pensar de modo inevitable que incurrió en una confusión lamentable.
Sin embargo, el error brinda la oportunidad para reivindicar a los célebres hermanos, puesto que ni siquiera son considerados por los especialistas de la Revolución mexicana como precursores de la misma, ya que sus ideales iban mucho más allá de los que enarbolaban los revolucionarios e incluso más allá de los resultados finales del movimiento.En efecto, Ricardo y Enrique Flores Magón propugnaban una sociedad no basada en la propiedad privada de los medios de producción, propiedad que consideraban fuente de toda injusticia.Por eso, no creían que bastara sustituir el porfiriato, sino que era indispensable instaurar un régimen donde todos los integrantes de la sociedad trabajaran por el bien común.Eran ellos de filiación anarquista, en el sentido ideológico-político del vocablo.
Los Flores Magón nunca cayeron en la apostasía, sus ideales los acompañaron hasta su muerte.Incluso la libertad de Ricardo, recluido en una prisión de Estados Unidos, dependía de un simple acto de arrepentimiento.Pero él no claudicó.Prefirió morir.Así, la noche del 20 de noviembre de 1922, muere en condiciones nunca aclaradas, en la penitenciaría.
Los célebres Hermanos Flores Magón, pues, lucharon por una sociedad sin clases, por la Revolución, no por la Independencia.
Otro indicio, además, de que se trató de un error de nuestra alcaldesa es el hecho de que doña Feliciana, ante propios y extraños, se apresura siempre a dejar sentada su filiación no izquierdista.Está en su derecho.Pero ello refuerza entonces la conclusión de que, efectivamente, confunde de modo lamentable a los hermanos Flores Magón con los protagonistas de la Independencia.Una raya más al tigre.Ahora fue la historia la que le falló a la historiadora.¡Y nomás por una diferencia de cien años!
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