MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Gobierno federal y retroceso en educación

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Las medidas de confinamiento pueden significar desafíos para los padres, alumnos y maestros, pero esto complica aún más la situación económica de los jefes de familia, ya que deben encontrar soluciones para brindar atención o compensar la pérdida de las comidas ante la pandemia y la clausura de las aulas.

Pese a los retos y desafíos que ha dejado esta pandemia, hay algunos aspectos positivos en materia educativa, reflejándose en la innovación  a la que tuvieron que someterse la mayoría de los maestros en los diferentes niveles, desde preescolar hasta superior, estando as&iacute, de manera obligatoria a una actualización tecnológica forzada. También ha brindado a los educadores la oportunidad de reflexionar sobre como los sistemas educativos en el futuro pueden ser más flexibles, equitativos e inclusivos.

Pero dejando este aspecto positivo, nos enfrentamos a un gran problema. Hoy en día los estragos de la covid-19 han sido devastadores y desalentadores para el país, debido a que en los últimos meses ha incrementado la pobreza y la desigualdad social, además, en  el ámbito educativo se ha visto afectado de forma impactante, a tal grado que hay un gran rezago educativo en los niñas, niños y adolescentes de todo México, en este ciclo escolar 2020-2021, de acuerdo al estudio 'Desarrollo Humano y covid-19 en México', del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más de un millón 400 mil adolescentes y adultos abandonarán la escuelas.

Aunque esas cifras prevén que la matrícula se mantendrá en 25 millones 253 mil alumnos en educación básica, en media superior prevé una disminución de 5 millones 144 mil 673 a 4 millones 344 mil 673; en educación superior de 3 millones 813 mil 616 a 3 millones 220 mil 607, y en posgrado de 248 mil 18 a 209 mil 451.

En total, un millón 431 mil 576 estudiantes podrían dejar de acudir o presenciar las clases, aunque sean a distancia y, con ello, el rezago educativo nacional será inminente y regresarían a México a los niveles de hace cinco años. Con ello, la matrícula general bajaría de 34 millones 500 mil a cerca de 33 millones.

Esto sería así porque, además, más de 2.8 millones de estudiantes de tres a 17 años ya están en ese rezago educativo y más de 841 mil de ellos y ellas en edad escolar trabajan y no asisten a la escuela.

La situación es y será peor para los adolescentes y jóvenes indígenas, con alguna discapacidad y migrantes, si no se adoptan medidas oportunas y pertinentes.

Sólo 54.3 por ciento de escuelas públicas y privadas de educación primaria y secundaria cuenta con computadoras y únicamente 37.7 por ciento tiene la posibilidad de conectarse a internet, mientras en las de educación media superior sólo 68.8 por ciento tenía computadoras y sólo la mitad del total podría conectarse a internet.

Algo similar sucede con los hogares mexicanos: sólo 44 por ciento tiene equipo de computación y únicamente 56.4 por ciento tiene internet, porcentajes que disminuyen a menos de la mitad en zonas rurales. En muchos casos de escuelas y hogares ni siquiera hay servicio eléctrico.

Ante este escenario, el gobierno federal recorto  sus  gastos para el siguiente año.

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Sin duda, hay que recoger las recomendaciones del PNUD en cuanto a apoyos a los estudiantes y a equipamiento e infraestructura de escuelas, profesionalización de docentes y orientación y respaldo a las familias.

Estamos ante un nuevo modelo educativo, le llaman híbrido, que tiene como objetivo proteger la vida y la salud de la comunidad educativa. Sin embargo, las clases a distancia requieren que, por lo menos, muchas comunidades tengan electricidad, haya aparatos de televisión y conectividad.

Como se ven las cosas, y ahora que el gobierno federal no tiene dinero ni para lo más básico, pues no vemos de dónde sacarán recursos para dotar de toda la infraestructura y equipo que requieren los estudiantes y los maestros para el siguiente año. La deserción es irreversible, no vemos cómo se va a revertir la tendencia en el futuro

Pese a los esfuerzos de muchos docentes, en donde se han  propuesto apoyar  con sus recursos, conocimientos, y habilidades, inclusive hasta arriesgando su propia vida al llevar los materiales necesarios hasta sus casas y escuelas para que los alumnos continúen con su educación, el problema de la recesión es y será un punto grave para ponernos analizar la situación crítica en la que nos encontramos, es decir, los maestros aportan su granito de arena, pero el gobierno de la república encabezado por AMLO, ha hecho muy poco ante este terrible panorama. 

La pandemia está agravando los problemas ya existentes, no cabe duda que el impacto negativo que dejó la covid-19 ha evidenciado los programas improvisados por parte de nuestras autoridades educativas, como es el de "Aprende en casa I y II” además desconocen la realidad de los estudiantes del país, ya que es imposible aprender en casa, cuando los padres de familia carecen de herramientas didácticas y de conocimiento para asesorar a sus hijos, además es imposible, si la preocupación en 20 millones de hogares es la incertidumbre generada por el temor a enfermar.  Por lo tanto este programa resulta inoperante, si en los hogares priva la miseria y amenazan el hambre y el desempleo. Lo más importante hoy, en los hogares de los mexicanos pobres, es sobrevivir a la pandemia y no el repaso escolar. Los estudiantes de los hogares más pobres aprovechan este receso para unirse a la búsqueda del ingreso en las calles o en el campo, según corresponda, para ayudar a sus padres.

La educación, al igual que otras variables ya disminuidas, retrocederá en un porcentaje significativo como ya lo había mencionado en el inicio del escrito. En esta época de oscurantismo del gobierno morenista, sus dirigentes no entienden que la educación es un arma poderosísima para sacarnos de la aguda crisis a la que nos enfrentamos. Por tanto, no deben escatimar los recursos económicos para educar y alimentar al pueblo durante y después de la contingencia. Pero tal parece que Morena parece importarle muy poco este problema.

En Antorcha magisterial nacional exhortamos  a los tres niveles y órdenes de gobierno a coordinarse para prevenir y evitar mayores daños a las, niñas, niños, y adolescentes de México a causa de la pandemia por la covid-19, pues en materia educativa el país está a punto de regresar al nivel de 2015 por deserción masiva de estudiantes y bajo aprovechamiento derivado del estrés. 

No cabe duda que si seguimos as&iacute, sin oportunidad a la educación los jóvenes están condenados a la pobreza intelectual y económica, obviamente, de ello no tiene la culpa la covid-19, sino la debilidad del sistema educativo nacional y las decisiones equivocadas que toma nuestro mandatario de la república.

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