Ubicado en la Mixteca Baja de Puebla, se encuentra Tecomatlán, municipio cálido y semidesértico, donde florece el tecomate y habitan más de 6 mil hombres y mujeres dedicados principalmente al comercio, la ganadería y la agricultura.
En la actualidad, el municipio cuenta con un presumible desarrollo social que ha sido reconocido a nivel internacional y que es resultado de una ardua y candente lucha revolucionaria que inició allá en los años 70, encabezada por Aquiles Córdova Morán y decenas de campesinos tecomatecos que eran explotados por un grupo caciquil carroñero, que con látigo y hambre había hecho añicos el espíritu del pueblo, por muchos años.
Esta fiesta es para al pueblo y gracias al pueblo: no se hace uso del recurso público para financiarla; es fruto de la suma de esfuerzos de todos los implicados en la organización.
Pero todos sabemos que “la historia de todas las sociedades es la historia de la lucha de clases” y de la injusticia y la miseria nació un movimiento que dotó al colectivo de ánimos renovados y una voluntad de hierro para transformar y mejorar la vida de las clases oprimidas de este país.
Durante los últimos 51 años se han ganado muchas batallas que han permitido la materialización de un arco a la entrada del municipio con una antorcha enorme y que es a su vez un museo de la historia de Tecomatlán; un Hospital Integral de primer mundo; una Unidad Deportiva que cuenta con canchas de basquetbol y voleibol, dos estadios: uno para futbol y otro para beisbol; una alberca olímpica al interior del balneario Ixcoatl; una majestuosa Casa de Cultura de siete pisos; el auditorio municipal “Clara Córdova Morán”; la Plaza de Toros “La Antorcha”; entre un sin fin de servicios básicos que han permitido una vida más llevadera y digna para la población.
En materia educativa, cuenta con escuelas de todos los niveles que trabajan bajo el modelo educativo de Antorcha Magisterial, lo que ha permitido que, desde la niñez hasta la juventud, los tecomatecos y estudiantes de la zona, se desarrollen en materia cultural, deportiva y científica.
Asimismo, no podemos dejar de mencionar que cuenta con la Villa Estudiantil, una residencia pensada para el alojamiento de los hijos de la clase trabajadora que buscan superarse académicamente.
Y qué decir de la seguridad social, es envidiable lo tranquilo que es Teco para mujeres, niños, jóvenes y adultos, con decirles que muchos traileros se orillan para poder descansar, nunca se les ha amedrentado ni tratado de desvalijar, como ocurre en otros municipios poblanos como los pertenecientes al tristemente célebre Triángulo Rojo.
Y a estos triunfos hay que sumar la Espartaqueada Cultural y la Espartaqueada Deportiva, las magistrales conferencias que ahí se han celebrado, entre otros eventos, de los que habría que destacar el que está a la vuelta de la esquina: la Feria de Tecomatlán, que se llevará a cabo del 2 al 9 de marzo del presente año.
Esta es la fiesta de la gente organizada; una muestra de que la unidad y fraternidad de los trabajadores puede sacar adelante un evento de tal magnitud y prueba su capacidad para impulsar una revolución social, pacífica y sin violencia que mejore la vida de todos los mexicanos, es como dice su eslogan “La feria de la unidad entre los pueblos”, que no es sólo una frase hueca, sino encierra la esencia del evento y expresa el esfuerzo que hace el comité organizador para que los habitantes y los visitantes disfruten de una diversa gama de actividades gratuitas.
La gratuidad del evento es posible, porque a lo largo del año se realizan rifas de carros, motos y casas, se piden donaciones, se impulsan las colectas económicas, entre otras actividades que van abonando a la bolsa que se destina a esta fiesta.
De esto hay que distinguir la participación de las candidatas a reinas, quienes en conjunto con su “Comité de Apoyo”, conformado por escuelas y otros negocios de Tecomatlán, recaudan fondos destinados al pago de los artistas invitados que amenizarán los bailes.
Este 2025, el total de la recaudación lograda por parte de Natividad Sauyai Santiago Rivera (reina), Yatzi Yinareth Farfán (primera princesa), Melina Vásquez Valentín (segunda princesa), Yulma Garita Gonzaga, Melani Michelle Camacho Lucero y Keiri Cruz Ceballos fue de 1 millón 685 mil 088.50 pesos.
Como el lector se dará cuenta, esta fiesta es para al pueblo y gracias al pueblo: no se hace uso del recurso público para financiarla; es fruto de la suma de esfuerzos de todos los implicados en la organización del evento.
Este 2 de marzo la festividad dará inicio con una caravana en la que participarán comparsas y carros alegóricos del municipio, sus alrededores y de otros estados que asisten para inyectar colores, música, alegría y paz a las avenidas principales.
Es aquí donde es imprescindible señalar que por dichas calles, por cierto, muy bellas y bien pavimentadas, desfilan cientos de artistas emanados de los pueblos y colonias más marginadas del país, todos los chiquillos y chiquillas que desfilan con sus bellos trajes folclóricos, provienen de los grupos culturales formados por Antorcha a lo largo y ancho de nuestra república, quienes portan con orgullo los plumajes y penachos aztecas, las faldas y pantalones de los tradicionales bailes de Jalisco, Veracruz, Colima, Puebla y otros.
No se puede dejar de lado la participación de otros grupos folclóricos profesionales que asisten y que, de igual manera, aportan belleza y tradición al primer evento de la semana.
Luego del recorrido, la Plaza de Toros “La Antorcha” con una capacidad de aproximadamente 15 mil espectadores, será abarrotada para presenciar el evento inaugural, que finalizará con un espectáculo ranchero de alto nivel, en donde jinetes profesionales y toros de monta provenientes de las mejores ganaderías, llevarán a cabo el primer jaripeo.
Así se da apertura a la fiesta, pero es únicamente el principio, pues a lo largo de la semana, se llevarán a cabo eventos culturales, eventos deportivos, bailes y el tan importante concurso gastronómico que tiene por objeto principal el salvaguardar el legado culinario de la Mixteca Baja.
De serme posible, presumiría de manera más detallada cada uno de estos eventos; sin embargo, mi propósito, además de presumir orgullosamente (léase con alegría) es invitar a todos a que sean testigos del progreso que ha alcanzado Antorcha a lo largo de estos años, en conjunto con el pueblo organizado y a que aspiren a que lo que hemos construido en Tecomatlán, reine en todo México de cabo a rabo.
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