El Coneval mostró en su Informe de Pobreza y Evaluación 2020 Tabasco que mientras en 2018 la población en situación de pobreza a nivel nacional era de 41.9%, 2 años después, en Tabasco era de 53.6% (1, 320,200 personas y de estas 302,500 en pobreza extrema); es decir, 11.7% mayor. Además, el informe menciona que, mientras a nivel nacional la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda pasó de 22.9% a 19.8%, en promedio, en Tabasco, alcanzó el 40.2%, esto es, 20.4% mayor; y, finalmente, en tanto la carencia por acceso a la alimentación en el país, promediada, era de 20.4%, en Tabasco fue de 46.8%, 26.4% mayor.
Pues bien, a este escenario de marginación y pobreza, se suman los terribles efectos del frente frío 4, 9 y 11, así como los de los huracanes "Eta” y "Iota”. Ambos fenómenos naturales, provocaron la excesiva acumulación de agua en la presa "ángel Albino Corzo&rdquo, conocida como "Peñitas&rdquo, que hizo necesario su desfogue, inundando con ello a cientos de miles de familias y dejando graves afectaciones en los diecisiete municipios que conforman Tabasco. Las escenas más trágicas de los afectados han sido, nota nacional en los principales medios de comunicación, así como en las redes sociales. Provocando con ello, diversas reacciones.
Por un lado, la versión oficial, ha dicho que la inundación fue necesaria para no generar un desastre mayor; sin embargo, hay quienes han manifestado, que si bien era necesario el desfogue de la presa, los efectos pudieron disminuirse mediante la implementación de un plan oportuno de evacuación para las familias humildes. No obstante, el hecho se consumó y de acuerdo al delegado de Programas Federales en Tabasco, Capitán Carlos Manuel Merino Campos, fueron censados por la Secretaría de Bienestar por afectaciones 200 mil 400 viviendas en los 17 municipios, algo así como 801,600 tabasqueños.
Pero a pesar de que se anunció la cobertura total de los censos a los afectados, al día de hoy, cientos de familias manifiestan no haber sido censados, pese a que sufrieron inundación. Si a las afectaciones en las viviendas y muebles de las familias, sumamos los daños en cultivos, ganado y animales de traspatio, comercios y negocios diversos, con los que la gente se ganaba la vida, podremos dimensionar la tragedia de los tabasqueños y a la vez, la pequeñez de la ayuda oficial.
Ante la tragedia, pocas han sido las reacciones de solidaridad, y ya no decir de las propuestas de solución. En el primer caso, las autoridades, tanto del orden estatal como federal, brillaron por su ausencia, a lo mucho, se pudo apreciar al Gobernador de Tabasco acudir a ciertas zonas inundadas, pero ante la presencia de los medios de comunicación emprendía la huida, o al presidente de la República, que sobrevoló la zona, declarando incluso, que él decidió inundar a los poblados más pobres, con el fin de prevenir desgracias mayores; nunca hubo ayuda directa e inmediata a las familias afectadas, ya sea con albergues donde pernoctar, o despensas para alimentarse, salvo lo poco que pudieron llevar las fuerzas armadas con el presupuesto del programa DN-III. El Movimiento Antorchista Nacional, por su parte, habilitó, de manera inmediata, los edificios con que contamos en ese estado, como albergues y escuelas, así también, instalamos en todo el país, centros de acopio para recibir víveres, ropa, material de aseo, etc., reuniendo poco más de 210 toneladas de apoyo que se han distribuido en todo el estado sin distinción alguna. Aprovecho, este medio para, dar las gracias a todos los mexicanos de bien que dieron muestra, una vez más, de la solidaridad del pueblo de México.
En el segundo caso, es sombrío el panorama. La versión de los Gobierno estatal y federal, es que se destinarán los recursos necesarios para que las familias afectadas adquieran nuevamente todos sus inmuebles perdidos, pero sólo eso, nadie habla de propuestas serias, de raíz, que eviten, en el futuro, nuevas inundaciones. Y eso se puede ver en el PEF 2021, donde sólo se etiquetaron trescientos millones de pesos, cifra irrisoria, que algunos especialistas han dicho que únicamente servirá para el dragado de los ríos, es decir, la limpieza y el ahondamiento de los mismos, a partir de la remoción de rocas y sedimentos, y nada más. Lo cual, denota minimización del problema, pero, sobre todo, falta de sensibilidad del Gobierno morenista, tanto en Tabasco, como en el país.
Es necesario hacer inversiones de gran envergadura para la construcción de las obras hídricas necesarias en esa entidad, para que la historia no se repita; es hora de que el discurso de "primero los pobres&rdquo, deje de ser palabra hueca, y se convierta en hechos palpables; si a la refinería de Dos Bocas se le destinan cientos de miles de millones de pesos, lo mismo podría hacerse para evitar tragedias en el futuro en ese mismo estado.
Sin embargo, para que esto suceda, es necesario que el pueblo tabasqueño se una en un frente común, y que la solidaridad de los mexicanos se haga presente, para que al unísono demandemos que se evite el las inundaciones en este estado que ha sido considerado el Edén, y que no sólo no ha visto programas serios de atención a los índices de pobreza y carencias que mencionábamos más arriba, que lo colocan en los últimos lugares de bienestar a nivel nacional, sino que ha sido abandonado por Morena a pesar de ser el hogar del presidente de la República.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario