La violencia que prevalece en el estado de Guerrero se infiltra en el rubro de la educación, según docentes de la Sierra, Tierra Caliente y otras regiones, quienes aseguran haber sido amenazados por grupos delincuenciales para que abandonen las aulas.
El llamado a las autoridades es para que atiendan pronto la seria problemática que existe en el rubro educativo, incluida la violencia que ya se hizo presente en la Costa Chica de Guerrero.
La semana pasada, la violencia llegó a la Costa Chica de Guerrero, específicamente al municipio de reciente creación Las Vigas, donde un grupo de hombres armados irrumpió en la madrugada del 20 de marzo en las instalaciones de la Universidad Intercultural de los Pueblos del Estado de Guerrero (Unipeg 9) y les prendió fuego. Como resultado, quedaron calcinadas en su totalidad 30 aulas, la dirección general, 400 butacas, diez mesas de trabajo y material educativo.
Por la seriedad del asunto, algunos docentes confirman la incursión al plantel de sujetos armados y piden el anonimato; otras personas señalan que la universidad fue incendiada por desconocidos sin que haya certeza de su identidad.
Las galeras de madera y lámina de cartón fueron construidas por docentes, padres de familia y estudiantes después de los graves daños que dejaron los huracanes “Otis” en 2023 y “John” en 2024.
Ahora, nuevamente, cientos de estudiantes carecen de instalaciones para recibir clases. Una opción sería acudir a la otra sede de la universidad, ubicada en el Kilómetro 30, pero no todos están en condiciones de pagar el transporte diario hasta esa localidad.
Luego de los hechos, la Universidad Intercultural, ubicada en avenida Universidad, colonia El Cuastololote, emitió un comunicado en el que reprueba el ataque contra sus instalaciones en Las Vigas, destacando que las aulas fueron construidas con el esfuerzo de docentes, personal administrativo, de intendencia y padres de familia tras los estragos de los huracanes, y ahora fueron incendiadas de manera irresponsable.
Pobladores, docentes y estudiantes lamentaron el hecho, que dejó a cientos de jóvenes sin un lugar para recibir su preparación educativa, y solicitaron la intervención de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y de la presidenta municipal Leopoldina Cruz Ventura para que se investigue la agresión y no quede impune.
La directora del plantel, Luz Elena Ramírez, explicó que el día del siniestro las instalaciones estaban vacías porque la universidad funciona los sábados. El plantel alberga a 545 estudiantes distribuidos en diez licenciaturas.
Las autoridades educativas aún no han fijado postura sobre la agresión a la Unipeg ni han atendido las múltiples demandas de escuelas en Acapulco, como el grave problema de bullying que sufre una estudiante de cuarto semestre del Cetmar 18 por parte de alumnos y una maestra, sin que el director actúe a pesar de conocer la situación.
Tampoco han respondido a solicitudes urgentes de rehabilitación de aulas, bardas perimetrales, mobiliario, oficialización de telebachilleratos y servicios básicos como agua potable y aire acondicionado.
El llamado a las autoridades es para que atiendan con urgencia la grave problemática que enfrenta el sector educativo, incluida la violencia que ya se ha hecho presente en la Costa Chica de Guerrero, donde presuntamente hombres armados quemaron la Universidad Intercultural, dejando sus aulas reducidas a cenizas.
El derecho constitucional a la educación está garantizado en el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual establece que todas las personas tienen derecho a recibir educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. El Estado es responsable de garantizarla e impartirla, por lo que las autoridades deben actuar de inmediato para frenar esta situación antes de que se salga de control.
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