La lucha es una necesidad urgente en un país donde millones siguen atrapados en condiciones de miseria e injusticia. En el estado de Morelos, la realidad confirma esta urgencia: 825 mil personas, es decir, el 41.1 % de la población, viven en pobreza, según datos del Coneval. No es casualidad que en un entorno así, donde el hambre, el desempleo y la desigualdad son pan de cada día.
Para llegar a mejorar no sólo las condiciones de vida, es necesaria la organización del pueblo, porque las revoluciones no las hace un solo hombre, sino los colectivos.
Morelos ocupa el sexto lugar nacional en pobreza laboral, con un 48.68 % de su población incapaz de adquirir la canasta básica con lo que gana. La informalidad laboral afecta a más de dos tercios de los trabajadores (67.75 %); esto quiere decir que no cuentan con prestaciones de ley, que incluso no ganan 378 pesos al día, que es el salario mínimo.
Mientras tanto, el sistema educativo, lejos de ofrecer una salida real, muestra deficiencias: en el estado, la escolaridad promedio apenas alcanza los 9.9 años; el analfabetismo afecta al 4.3 % de la población, y el 12.2 % de los estudiantes abandona sus estudios, especialmente en el nivel medio superior. Esto refleja un grave problema: los jóvenes abandonan los estudios para aportar a sus familias o por problemas de drogadicción.
Estos solo son algunos de los problemas que aquejan no sólo a los morelenses, sino también a todos los mexicanos que viven en graves condiciones, donde no cuentan con servicios básicos, con escuelas, hospitales. Por estas razones, Antorcha continúa organizando y educando al pueblo morelense.
Organizarse no es un crimen, es una respuesta. El ser humano, como ser social, ha sobrevivido y prosperado gracias a su capacidad de unirse, de luchar colectivamente. Por eso, para llegar a mejorar no sólo las condiciones de vida, es necesaria la organización del pueblo, porque las revoluciones no las hace un solo hombre, sino los colectivos.
Muestra de esto es la lucha que se ha tenido durante tres décadas en Morelos, donde día a día hemos creado colonias, gestionado servicios básicos y muchas más cosas en beneficio de los que menos tienen. Como ya lo ha dicho nuestro dirigente nacional, Mtro. Aquiles Córdova Morán: mientras exista la pobreza, existirá Antorcha.
A pesar de amenazas, calumnias y represiones, Antorcha ha caminado junto al pueblo de Morelos durante 32 años, hombro con hombro con campesinos, amas de casa, obreros y estudiantes. Nuestra lucha no es un capricho ni una moda, es una necesidad.
Compañeros morelenses, debemos sentirnos orgullosos de poder festejar 32 años de lucha ardua, sin detenerse. Todos tenemos que asistir con gran entusiasmo para que vean que la antorcha sigue más prendida que nunca, el próximo 29 de mayo en el Teatro Ocampo, en el centro de Cuernavaca, en punto de las 4 de la tarde. Que nadie falte.
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