El estado de Morelos ha mostrado un crecimiento en su actividad industrial y económica, pero también enfrenta una creciente desigualdad social. A pesar del dinamismo económico, de acuerdo con el último estudio presentado por el Coneval en 2022, 825 mil 100 personas en Morelos estaban en situación de pobreza, lo que representa un 41.1 % de la población del estado.
Los antorchistas no pedimos favores, exigimos derechos, porque la dignidad del pueblo no se negocia.
En este contexto, el Movimiento Antorchista de Morelos ha sido una de las organizaciones más activas en la representación de los sectores vulnerables. Desde hace 50 años, hemos trabajado para visibilizar problemáticas que van desde la falta de servicios básicos hasta la necesidad de empleo digno y la regularización de tierras. Sin embargo, nuestra relación con las autoridades no ha estado exenta de tensiones.
En los últimos años, hemos sostenido una lucha intensa con todos los gobiernos en turno. Hemos visto actitudes de cerrazón y desdén ante las necesidades ciudadanas, una postura que se agravó con el último gobierno de Morena, encabezado por Cuauhtémoc Blanco, quien nunca se dignó siquiera a abrirnos las puertas del palacio.
No sólo ignoró a los antorchistas, sino a toda la ciudadanía, tratando siempre al pueblo con insensibilidad. A pesar de ello, nuestra organización no ha cambiado su forma de luchar ni ha claudicado, porque las condiciones en nuestras colonias siguen siendo las mismas, y los datos de pobreza lo confirman.
Si bien en la reciente administración encabezada por la licenciada Margarita González Sarabia al menos ya no nos cierran las puertas y algunas autoridades han recibido a nuestra organización para escuchar nuestras necesidades, sólo hemos visto pequeños avances.
Dependencias como Ceagua han realizado algunos levantamientos y proyectos de obras, y Reservas Territoriales se ha comprometido con la escrituración de la colonia Gerardo Pérez en Emiliano Zapata, en coordinación con los alcaldes. Esto lo reconocemos, pero es insuficiente.
En otras dependencias, como el DIF, salud, seguridad, Sedagro y, sobre todo, en educación, las peticiones llevan más de cuatro meses sin avances. La construcción de la preparatoria Ejército Libertador del Sur y el reconocimiento del CBTA en Huitzililla, Ayala, como escuela de nivel medio superior han sido ignorados.
La directora de Proyectos de Inversión, bióloga Maribel Santibáñez Mendieta, nos ha respondido que “no se puede hacer nada”.
Sobre el apoyo con fertilizante para los campesinos, nos dicen que este año no hay y que, si quieren recibirlo, deben inscribirse en el programa federal Sembrando Vida, el cual modificará sus listas hasta dentro de dos años. Mientras tanto, la mayoría de los campesinos seguirán sin apoyo.
En seguridad, la situación ha empeorado; en cultura, las solicitudes de apoyo para los grupos culturales han sido ignoradas. No vemos respuestas ni compromisos claros.
Nuestro pliego petitorio incluye demandas urgentes, como apoyo a los solicitantes de vivienda en Emiliano Zapata, Xochitepec, Cuautla y Cuernavaca; obras públicas de agua, drenaje y luz para colonias antorchistas y otras comunidades; construcción de infraestructura para las escuelas y regularización de colonias.
Todas estas necesidades están plenamente justificadas y representan el derecho constitucional de las familias humildes a organizarse y a presentar sus demandas a las autoridades.
Los funcionarios de Morelos conocen perfectamente las problemáticas que enfrentan las familias humildes y los alumnos de las preparatorias. En múltiples ocasiones han asegurado que tienen instrucciones de la gobernadora para atender y resolver estas necesidades, pero sus palabras se quedan en mensajes de buenas intenciones.
Por ello, pedimos la intervención del secretario general, Juan Salgado Brito, para que actúe en favor de las familias morelenses más necesitadas, que solo exigen lo que les corresponde: una vivienda digna con servicios básicos y mejores condiciones para que más de 300 alumnos continúen sus estudios.
Ante esta situación, realizaremos una nueva comisión el próximo miércoles 19 de marzo para exigir que las autoridades de Morelos cumplan con su responsabilidad. Las soluciones no dependen de pláticas, buenos deseos o voluntad política: son una obligación. Los morelenses necesitan resultados y respuestas.
Así que, compañeros, nos vemos el miércoles 19 de marzo en Plaza de Armas a las 9:30 de la mañana. El avance de nuestras demandas dependerá de nuestra unidad y fortaleza. Los antorchistas no tenemos otra opción más que seguir organizados y luchar hasta conseguir mejores condiciones de vida.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario