MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En tiempos de la 4T,  niñez y juventud abandonadas a su suerte

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El 24 de enero se celebró el Día Internacional de la Educación, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para resaltar la importancia que tiene la educación en el desarrollo de los países, pues, sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el rezago de  millones de niños, jóvenes y adultos.

Sin embargo, en muchos países de la orbe esto se queda a nivel de buenas intenciones, ya que mucho se podrá resaltar  la importancia de la educación, pero la realidad contrasta con los últimos datos a nivel mundial dados a conocer por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), acerca de que en la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela.

Es indignante que los gobiernos imperantes no hagan valer la importancia de la educación y no apliquen medidas reales para atender el rezago educativo, para que la educación y el aprendizaje se den de manera significativa, y que los niños y jóvenes  realmente adquieran conocimiento  efectivo que los ayude a desarrollarse en su vida adulta, que se promueva la ciencia que tanta  falta hace en todos los países del mundo.

En México la situación no es distinta, somos el mal ejemplo del desinterés que el gobierno en turno le imprime al tema educativo. Con una secretaria de Educación como Delfina Gómez, mujer carente de toda capacidad para ejercer su cargo.

Aunado a esta situación tan grave se suma a, que tan solo en la Ciudad de México los problemas derivados en los últimos dos años por la pandemia de Covid-19 por la que atravesamos, ha desembocado en que 93 mil 418 alumnos dejaran de asistir a la escuela por problemas económicos de la familia, ya que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo, o  por el hecho de que no todos los alumnos contaban con los recursos tecnológicos para seguir las clases en línea.  

A pesar de que mucho se dice que los niños y jóvenes son el futuro de nuestro país, pero por lo visto nuestros gobernantes quieren un futuro carente de preparación, quieren una generación de niños y jóvenes con muy poca o nula capacidad de discernir y pensar, de criticar y analizar las políticas públicas aplicadas en la vida nacional y las injusticias que se cometen en perjuicio de los más pobres.

La capital del país es el quinto estado de la República que más ha perdido población de alumnos. A esa deserción de estudiantes se suma también la de maestros. En estos dos años 10 mil 984 maestros perdieron su empleo, ya que 670 centros educativos particulares tuvieron que cerrar sus puertas debido a la falta de apoyos de las autoridades.

A nivel nacional, las cifras son también alarmantes: En los dos últimos ciclos escolares la deserción estudiantil llegó a un millón 47 mil alumnos; 37 mil 734 maestros dejaron de dar clase y cerraron 4 mil 176 planteles.

En la Ciudad de México no hay suficiente apoyo por parte de las  autoridades morenistas, pues muy poco sirve el cacaraqueado programa “estrella” de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum de “Mi beca para empezar”, ya que el apoyo es raquítico;  éste asciende mensualmente en nivel preescolar a 300 pesos, primaria y secundaria a 330 pesos y Centro de Atención Múltiple (CAM) en todos los niveles 400 pesos, y si a esto se suma que los padres se quedaron sin empleo, la situación para el niño o joven se vuelve muy difícil para poder continuar incrito en alguna institución educativa.

El gobierno de Sheinbaum  no apoya suficientemente a la educación  y solo se limita a negar los efectos negativos que ha traído en el terreno educativo la pandemia y su mal gobierno, como el cierre de escuelas que han dejado desempleados a miles de docentes.

Ésta es una prueba infalible de lo que hemos venido repitiendo tantas veces, de que los programas sociales que el gobierno de la 4T ha venido implementando con el claro objetivo de compra de votos y conciencias, no sirven para mucho, pues los recursos que se reciben, en el mejor de los casos que así sea, porque éstos no están llegando a todos los mexicanos, no resuelven la problemática real con la que se enfrentan las familias mexicanas, que sin duda se vino a agravar con la pandemia, periodo en el  que se han perdido 12 millones de puestos de trabajo y se han ido recuperando muy lentamente, dejando en el desamparo a las familias mexicanas, que ven sus ingresos reducidos drásticamente y sin la capacidad de alimentar, vestir y brindar educación a sus hijos, situación que los orilla muchas veces a sacarlos de la escuela e incorporarlos por ejemplo al comercio informal, que es una de las actividades a las que   forzosamente se tienen que dedicar   31.4 millones de mexicanos debido a la falta de empleos formales y oportunidades, es por ello que vemos a tantos niños y jóvenes en los semáforos de las avenidas de la ciudad tratando de ganarse el pan de cada día, y por lo visto pasan inadvertidos de las autoridades o estos se han de tapar los ojos para no verlos, tratando así de disimular el problema.

Es urgente que el pueblo de México despierte y exija que nuestro presente y futuro, o sea nuestros mexicanos más pequeños, reciban educación de calidad, que no se permita que los estudiantes abandonen las escuelas, y para esto que se les brinde un seguimiento oportuno, y que se cubran las necesidades de las familias mexicanas, como incremento real del salario que alcance para satisfacer las necesidades de vestido, alimento y educación familiar, no como el aumento mísero que tanto cacareó López Obrador.

Urge porque cada día más y más niños y  jóvenes abandonan las escuelas por la falta de apoyo. Si no paramos esta situación, preguntémonos, ¿qué va a pasar con toda esa juventud  abandonada a su suerte?

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