En el pasado, ante los efectos de los temblores, de las tempestades, de los estragos de las sequías, de los fuertes vientos, los gobiernos tanto federal como estatal, usaban los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para apoyar a los mexicanos en desgracia, se anunciaban apoyos para alimentar a la población damnificada, se les instalaban refugios, se instrumentaban programas para reparar sus viviendas, y el ejército con su equipo y  personal se trasladaba hasta el lugar del desastre y encabezaba las labores de rescate y ayuda a las victimas. Desgraciadamente, estas acciones del gobierno, casi siempre estuvieron manchadas por la simulación de los funcionarios encargados de aplicar los recursos, y sucedían denuncias de incumplimientos o de abandono de los refugiados a su suerte después de un tiempo, compras de predios a sobreprecio, pobre calidad de los materiales para hacer las reparaciones de las inmuebles. Con la llegada del autollamado gobierno de los pobres que encabeza el presidente López Obrador, cualquier mente sensata creería que ante la desgracia de los tabasqueños inundados, el panorama debía ser diferente, es decir, que ante el sufrimiento de quienes lo perdieron todo, la mano del gobierno debería estar presente, prestando todo tipo de ayuda que se necesita en estos casos. Pero no, esto no esta sucediendo, es más, no hubo aviso oportuno de la gravedad del peligro, tampoco se ayudó a la población para la evacuación y la gente salió como pudo de las aguas, ante la exigencia de ayuda el gobierno estatal respondió con desalojos de las protestas, y solamente la magnitud del desastre ha obligado al presidente de la república prestar alguna ayuda a sus paisanos tabasqueños, por cierto insuficiente. Por el contrario, en un inusual mensaje, el presidente declaró que él había sugerido desviar las corrientes de agua a las regiones inundadas para salvaguardar a la ciudad de Villahermosa, argumentando que la tragedia seria mayor si no tomaba esta decisión. Las promesas de ayuda para aliviar un poco la situación son minúsculas, un vale de 8 mil pesos y otra cantidad indefinida para adquirir enseres domésticos, sin fecha de entrega, bajo un censo tendencioso elaborado por los incondicionales servidores de la nación del gobierno federal, quienes deciden a su arbitrio la lista de beneficiados, dejando sin la posible ayuda a muchos afectados. Con el desamparo a los tabasqueños, Morena demuestra que es mentira que gobierna para los pobres, de lo contrario no  estarían en esta situación.

El antorchismo nacional ha puesto en marcha el acopio de alimentos, ropa y medicamentos, para tenderles la mano a los tabasqueños que no han recibido ninguna ayuda del Gobierno federal y puedan resistir este transe doloroso y se preparen ha emprender el camino de la recuperación de sus bienes hasta alcanzar un digno nivel de vida. La tarea no es sencilla, localizar y obtener un lugar urbanizado y seguro donde los desbordamientos de los ríos no les provoquen daños, o forzar al gobierno federal ha destinar un presupuesto suficiente que permita construir las obras de contención de las aguas que año con año causan las inundaciones en ese estado del país, requerirá de una gran fuerza organizada y de una lucha tenaz, pues en el pasado, de acuerdo a la información dada a conocer por los diferentes medios de comunicación, se destinaron grandes cantidades de recursos económicos para ese fin, pero que se desaprovecharon o simple y sencillamente no se terminaron de invertir y las obras quedaron inconclusas y destruidas por los torrentes de agua. En el presente, los diputados de Morena, eliminaron el Fonden, que era el organismo que contaba con los recursos para atender esta clase de problemas, y en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, no se destinaron recursos económicos para las contingencias. Irracionalmente el gobierno federal destina grandes cantidades de dinero a los megaproyectos del presidente López obrador, desprotegiendo la vida de los mexicanos humildes. En su lucha, amigos tabasqueños, los antorchistas caminamos a su lado.