En el año 2015, los diputados federales miembros del Movimiento Antorchista Nacional gestionaron y etiquetaron 4.2 millones de pesos para un centro de desarrollo comunitario (CDC), el cual se ubicaría en la colonia La Pasión de la ciudad de La Paz, capital de Baja California Sur. Como es del conocimiento público, esta colonia padece problemas de inseguridad, pobreza y falta de espacios deportivos y culturales; esa fue la razón por la cual la dirigencia estatal antorchista y el grupo de vecinos adheridos a la misma organización (que representan a la mayoría de la colonia) solicitaron a sus compañeros legisladores que se gestionaran los recursos para el CDC, mismos que se aprobaron en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) después de la lucha que cada año libra nuestro movimiento a nivel nacional.
Una vez aprobados los recursos, la tarea de ejecutarlos correspondió al gobierno estatal, que preside Carlos Mendoza Davis, previo acuerdo del comité estatal antorchista con la SEPUIT (Secretaría de Planeación Urbana, Infraestructura y Transporte), a través del Ing. Edgar ávila, subsecretario de dicha dependencia. Cabe señalar a los lectores de este escrito que la misma ley estipula que, en estos casos, los recursos públicos solo pueden ser ejecutados por entidades públicas como el gobierno estatal o los ayuntamientos; es decir, los antorchistas forzosamente debíamos pedir a las autoridades ejecutar los recursos, porque son los únicos facultados para hacerlo. Así pues, la obra se inició en mayo pasado y, según dijeron, se entregaría en agosto del mismo año, lo que finalmente no se cumplió.
Al respecto, los antorchistas vemos con preocupación que, aunque el edificio finalmente está terminado, listo para funcionar, no se ha abierto. Se trata, desde luego, de un desperdicio de recursos económicos que ni siquiera fueron gestionados por el gobierno estatal. En estos tiempos difíciles, por la violencia que azota al estado, es fundamental aumentar el número de espacios deportivos y culturales para que nuestros jóvenes se desarrollen sanamente, como ha señalado el mismo gobierno estatal. Por todo esto, mantener cerrado el CDC de La Pasión es un verdadero crimen y un acto de incongruencia del propio gobierno. Indudablemente, los responsables de que no se haya abierto este centro son las autoridades del gobierno del estado, específicamente la Secretaría de Desarrollo Social de Baja California Sur (SEDESOE).
Como era de esperarse, el grupo de vecinos de La Pasión, organizado en Antorcha Popular, está llegando al límite de la paciencia pues han confiado en la palabra de los funcionarios públicos, que prometieron abrir el CDC a la brevedad, pero no han hecho nada al respeto. Muchos de nuestros compañeros señalan, con toda razón, que este caso demuestra que el gobierno no solo no atiende los problemas que se le plantean, sino que además torpedear las iniciativas de los antorchistas. Por lo pronto, hacemos un llamado al gobierno estatal para que acelere la apertura del CDC de La Pasión. Si siguen pasando los días y no vemos cambio alguno, tendremos que salir a las calles a exigir que este centro se abra. Vamos a luchar hasta donde sea necesario.
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