Los medios de producción comprenden todas las condiciones materiales utilizadas en la producción, como fábricas, máquinas, herramientas, locales, tierras, materias primas, vías de comunicación, entre otros. Los bienes de consumo son artículos de uso individual necesarios para la existencia social, como calzado, ropa, comida, vivienda, etcétera.
Desde mi perspectiva, comprender esta diferencia es crucial para el pueblo, ya que no sólo permite entender el origen de su pobreza, sino también discernir quiénes son sus verdaderos aliados que hablan con honestidad y quiénes buscan confundirlo con engaños para aprovecharse de su ignorancia y situación de pobreza, ya sea a nivel personal o como comunidad.
Los ricos que se apropian de lo producido por el trabajo ajeno con sus propios medios de producción intentan persuadir de que defender la propiedad privada de estos es defender a la sociedad y su patrimonio, pero esto es falso.
Los ricachos que se apropian de lo producido por el trabajo ajeno con sus propios medios de producción intentan persuadir a la gente de que defender la propiedad privada de estos medios es defender a la sociedad y su propio patrimonio, pero esto es falso. Su intención es desacreditar a quienes buscan una sociedad justa y equitativa mediante la socialización de estos medios, asegurando que sería un acto arbitrario e injusto.
Es decir, los que gozan de riqueza y privilegios, para asustar con el petate del muerto, tratan de hacer creer a quienes no tenemos prácticamente nada, salvo nuestra fuerza de trabajo para vendérselas a ellos a cambio de un salario que no alcanza para nada; que la socialización de los medios de producción sería quitarle a todo mundo sus escasas pertenencias, pues todo sería de todos y a la población le quitarán sus zapatos, su comida, su casa, e incluso hasta la propia familia. Pero eso es una vil mentira. Veamos:
Lo que hacen es confundir mañosamente socialización de los medios de producción con la socialización de los medios de consumo, simple y sencillamente porque los bienes de consumo siempre han sido bienes de consumo individual, pues ningún individuo puede comer o vestir por otro, de tal manera que lo que consume la sociedad desde que apareció ha sido de manera individual y seguirá siéndolo, porque no hay otra forma de hacerlo.
Aquí, el asunto es cómo se reparten estos medios de consumo, pues depende de si los medios con que se producen son de propiedad de unos cuantos o si son propiedad de todos, porque con los sistemas de propiedad privada de los medios de producción: esclavismo, feudalismo y capitalismo, los medios de consumo nunca se han repartido equitativamente, sino que, por el contrario, se han acaparado por las clases dominantes, lo que les ha permitido acumular la riqueza por ser las “dueñas” de los medios con que se produce.
El caso de la familia no es ni medio de producción ni medio de consumo, y no puede, por tanto, entrar en ese costal porque ya de por sí es algo social, pues es la forma en que se expresa el parentesco. Puras patrañas.
Aunque se insista de mil maneras por los medios masivos de difusión e información, que esta es una sociedad de oportunidades para todos, donde impera la iniciativa privada y la libre competencia, y que sólo basta querer, tener talento y decisión para lograr el éxito, es falso.
Millones de mexicanos de valía y entereza se rompen el lomo de sol a sol diariamente en el campo y la ciudad y nunca salen de pobres porque no basta la iniciativa, pues hacen falta los medios con qué implementarla; no hay libre competencia porque ya todo es un monopolio concentrado en las pocas familias dueñas de este país y no hay manera de competir contra eso cuando no se cuenta con algo suficiente para hacerlo; y tampoco es de oportunidades, porque cada mexicano que nace pobre será pobre necesariamente, y si por casualidad se ganara la lotería sería uno de entre más de 100 millones que seguirán siendo pobres toda su vida.
Creo que sobre la socialización de los medios de producción, es un buen ejemplo el de China, una sociedad muy desarrollada en la que predomina la propiedad social aunque convive con la propiedad privada, pero bajo el régimen de gobierno de los pobres, que a leguas se nota que da resultados muy positivos para las grandes mayorías; que ha demostrado no sólo ser solidaria y fraterna, sino también estarse poniendo a la cabeza del desarrollo mundial, y que, junto con Rusia, propugna por un desarrollo compartido de todos los pueblos del mundo y de todos los seres humanos. Para lograr eso en nuestro país, es necesario trabajar intensamente también en la comprensión de los fenómenos, para poder hacer de este anhelo una realidad, que es lo que más nos hace al caso a todos los pobres de México.
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