Cuando a nuestra mente viene el municipio de Armadillo, lo relacionamos como puntal en la historia de México, por la cuna de grandes próceres como Fausto Nieto, uno de los precursores de la Revolución Mexicana, de grandes impulsores del desarrollo en los orígenes de la entidad, como el asentamiento de grandes haciendas que sustentaron la alimentación y vida de los mineros de Cerro de San Pedro, la proliferación de la religión católica con el asentamiento de la Orden de los Carmelitas descalzos y la instalación de una de las primeras imprentas en el México de la Colonia; pero también lo relacionamos como uno de los espacios de recreación eco turístico más importantes del centro del país, sus calles empedradas y edificios públicos y privados bien conservados, que nos hablan de la grandeza de este pueblo.
Pero también se habla del Nuevo Armadillo, del Armadillo del progreso y bienestar de sus habitantes, de sus tramos carreteros y caminos pavimentados, obras camineras realizadas por las administraciones municipales antorchistas que casi llegan a las comunidades más recónditas de la geografía de esta localidad; de su importante actividad agrícola en la zona de riego del ejido la Concordia y Pozo del Carmen, de su zona ganadera en la Sierra de Armadillo, y de su importante desarrollo en la construcción de obras básicas como introducción de energía eléctrica, agua potable, drenajes; escuelas, calles pavimentadas, centros de salud, espacios recreativos de sus hermosas plazas y kioscos; y la Joya de la Corona, la monumental y eficiente Unidad Deportiva de la Concordia, que está a punto de concluirse su 4ta. etapa, con la terminación del techado de su alberca semiolímpica, su auditorio con una capacidad para albergar a más de 10 mil personas y sus canchas de futbol y beisbol con pasto sintético.
Sin embargo, hoy estamos en una etapa de contingencia sanitaria para evitar los contagios de esta terrible pandemia que estamos viviendo, el coronavirus, que está enfermando y matando a mucha gente en el país, que, según datos del Inegi, estamos a punto de llegar a los 200 mil mexicanos muertos. Nuestras autoridades municipales desde el inicio de la pandemia ha estado trabajando de manera coordinada con los Servicios de Salud del Gobierno del Estado, para evitar contagios y muertes en nuestro municipio, y ahora, que se ha presentado una nueva ola de contagios de esta pandemia, nuestra presidenta municipal, la profesora Sara Álvarez Rivera, está haciendo llamados y dando a conocer las recomendaciones sanitarias para evitar que los armadillenses nos contagiemos y que tengamos pérdidas mortales de nuestros familiares, por eso, hoy a nuestros queridos visitantes para cuidarlos a ellos y a nosotros mismos, se han tenido que tomar medidas sanitarias estrictas para que la cadena de contagios no se siga reproduciendo en Armadillo.
Es doloroso detener el flujo de la visita de turistas locales y de otras partes del país y del mundo a nuestra cabecera municipal; porque para muchos armadillenses representa el sustento para llevar el pan a la casa, pero creo que es correcto que debemos atender a los llamados de las autoridades de salud y de nuestra presidenta municipal, que sabemos, ella busca el bienestar de los armadillenses. En estos momentos tan difíciles por los efectos de la pandemia, debemos enfrentar con valentía, con unidad y colaborando todos por el bien de todos.
Después que pase lo más difícil de esta contingencia sanitaria volveremos por la senda de progreso y desarrollo de Armadillo, pensando grande, pensando en lo mejor que podemos heredarles a nuestros hijos; un Armadillo hospitalario, de progreso y de tranquilidad; del cual nos sigamos sintiendo orgullosos de nuestra tierra y de nuestra gente; y volveremos a salir a la calle, a vernos, a saludarnos y abrazarnos, por todo el tiempo que aguardamos pensando e imaginando un Armadillo de prosperidad y bienestar para todos. Salud.
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