MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Elecciones confirman, otra vez, que el pueblo debe gobernar

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Nada sorprendente hubo en los resultados del proceso electoral que acabamos de vivir los mexicanos, o por lo menos a nosotros los antorchistas no nos toma por sorpresa.

Pero es oportuno y hasta necesario interpretar cada acontecimiento, enfocados desde el punto de vista científico y de los intereses del pueblo, como clase trabajadora, para obtener conclusiones que de otro modo no se puede (las ciencias sociales no tienen laboratorios para ensayos). 

¿Sabe usted cuál es el proyecto de nación que propone Morena aparte de los eslóganes huecos y estridentes como ese de “primero los pobres”? ¿Cómo apoyar con todas las fuerzas lo que no se conoce? 

Por eso quienes dirigen a nuestra organización, con el maestro Aquiles Córdova Morán a la cabeza, hacen cada ocasión un gran esfuerzo para entender y explicarnos lo que pasa, como prueba y consecuencia de que el Movimiento Antorchista Nacional sí entiende y defiende los intereses de los más humildes, a quienes nuestro movimiento les ha entregado toda su estructura, su ideario, su esfuerzo, su existencia misma y el empeño diario de millones de mexicanos que ya militamos en sus filas.

Por eso invito a mis compañeros antorchistas y a todos los mexicanos honestos y de buen corazón (que somos la mayoría), a detenernos a ver las lecciones de las elecciones, sobre todo las que nos sirven para saber qué debemos hacer en adelante.

Son varias, pero yo me quiero referir a esta: hay quienes afirman que el pueblo de México se volcó en apoyo del “proyecto” de la 4T que encabezó estos seis años Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y los jefes detrás de él, otorgándoles con su voto el permiso para hacer con el poder lo que quieran en los seis que vienen.

De hecho, esa afirmación sería la que más se acomoda a quienes de verdad salen beneficiados con estos resultados, que no son los más pobres ni mucho menos, sino la vieja mafia del poder, solo que ahora rodeada de una falsa aureola de progresistas, de honestidad y de compromiso con el pueblo, aureolas que son solamente la hipócrita careta que le ponen a la corrupción y el abuso de siempre.

Sembrar y abonar la idea de que el pueblo apoya a la 4T es una mentira o un error, de manera que, cuando usted escuche o lea que alguien dice eso, puede estar seguro de que miente, o está equivocado.

Si quien lo afirma tiene cierta cultura y experiencia política, no dude de que miente ni dude de sus malas intenciones, y aléjese. Dejar pasar esta gigantesca mentira, además, significaría otorgarles a los mañosos corruptos una patente de corso, para hacer lo que quieran a nombre “del pueblo”.

¡Imagine lo que nos espera, todo lo que le hicieron a nuestra querida patria estos seis años, que harán ahora que se sientan con tales credenciales! Nada los detendría, pues son “la voluntad y la conciencia del pueblo”.

Pues no; no es cierto. No son la voluntad ni la conciencia del pueblo, ni tienen tal permiso. Eso no fue lo que lograron en las pasadas elecciones, y no lo lograron porque no lo pretendieron, ni les interesa.

Lo que sí lograron los políticos enquistados en Morena y “partidos” aliados, porque eso sí les interesa y lo buscaron con toda su “inteligencia” y fuerza, es hacer lo que siempre han hecho los que medran con el poder, llámese PRI, PAN, Morena o como usted guste y mande, son lo mismo: lograr que la gente vuelva a votar por sus candidatos y ganar las elecciones. No, amigo, no es lo mismo, permítame que se lo explique.

Para ganar las elecciones no necesitan la voluntad ni la conciencia del pueblo. Al contrario, voluntad y conciencia les estorbarían para lograrlo y, más bien, lo que necesitaban, buscaron y consiguieron es, precisamente, falta de voluntad y de conciencia de los votantes.

No me malentienda, amable lector, no estoy insultando a quienes votaron el dos de junio; intento hacer la diferencia entre lo que es y no es un voto voluntario y consciente.

Insulto lo es, ese sí, cuando los viejos políticos corruptos y mañosos le dicen a la gente que el pueblo es “sabio y bueno”, siempre y cuando haga lo que ellos dicen, mientras que aterroriza a los ingenuos diciendo que quienes no los apoyan son corruptos o enajenados, instrumento de los enemigos de la patria, etcétera.

Esas lisonjas a la falta de voluntad y de conciencia son la mejor prueba de sus malas intenciones. Los verdaderos amigos del pueblo no lo alaban, lo educan, lo enseñan, le abren los ojos, aunque les duela, porque lo que se necesita es que el pueblo vea la realidad, aunque no le guste.

La conciencia y la voluntad que le sigue, tienen como base el conocimiento más o menos claro de lo que se quiere y, para el caso, la seguridad de que aquellos por los que vota (a quienes les entrega el poder), representan eso que se quiere: los objetivos, las metas, el proyecto de nación, más o menos integral en los aspectos político, económico, fiscal, social, sus preceptos y propuestas en salud, educación, etcétera, y muy claro, para que la gente, informada y clara de lo que quiere cada uno y clara de que tales o cuales candidatos que va a votar representan y defienden eso o no, va y vota. O no.

¿Sabe usted cuál es el proyecto de nación que propone Morena?, aparte de los eslóganes huecos y estridentes (como ese de “primero los pobres”). ¿Sabe usted qué es lo que propone en concreto ese proyecto, qué metas y por qué medios las alcanzará? ¿Cómo apoyar con todas las fuerzas, la conciencia y la voluntad, lo que no se conoce? Esta sola carencia sería suficiente para demostrar que quienes votaron por Morena, aliados y candidatos, no supieron lo que hicieron.

Nada de esto hubo en los resultados. ¿Qué sí hubo? ¿Cómo ganaron las elecciones? Lo explicó el Maestro Aquiles Córdova en detalle, yo solo lo menciono y le invito a ver sus razonamientos. Se debe a cuatro factores:

Entrega masiva de apoyos monetarios (más de 28 millones, según cifras oficiales), junto a amenazas de dejar de dárselos a adultos mayores y discapacitados.

Campaña anticipada e ilegal, efectuada mediante recorridos por el país y propaganda masiva difundida por la burocracia y los servidores de la nación.

La infausta oposición, la cual constituye a la extrema derecha y no presentó un plan de Gobierno que superara al Gobierno morenista.

Las promesas de construir un “segundo piso de la 4T”, con promesas falsas y sin sustento.

El resultado fue, pues, lo que siempre ha sido con los demás partidos desde que hay elecciones: voto cautivo, terror político, fraude y engaño, nublar así la conciencia y la voluntad del votante y ganarse el voto.

Los seis años del Gobierno de AMLO, con sus retrocesos, la corrupción y la estridencia de sus mentiras y propaganda para ocultar el fracaso del Gobierno, las elecciones de estado que en nada se distinguen de las de los neoliberales y conservadores manipuladores y mañosos, y el resultante “triunfo” de la candidata oficial demuestran, por si hacía falta, que esas estridencias de la 4T y los oportunistas están muy lejos de ser la alternativa de nación que México necesita.

Demuestran a todos los mexicanos, a quienes decidan no sumarse eternamente a la farsa, a cambio de los programas de transferencias monetarias, que esa no es la vía.

Deseo de todo corazón que esto los lleve poco a poco a ver y razonar lo que siempre les ha dicho el Movimiento Antorchista: la verdadera solución es un Gobierno del pueblo, que el pueblo sea quien tenga el poder, que deje de ser elector, para ser portador del poder.

Para ello, necesita unirse a todos sus hermanos en todo el país, organizarse, prepararse, convertirse en fuerza política muy superior a todos esos partidos electoreros para poder ponerse él mismo en el poder, y con ese instrumento, hacer la verdadera transformación.

No hay otro camino, pero ese es seguro.

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