Todas las bellas artes desarrolladas existentes desde la aparición de la humanidad como grupo organizado en el planeta, han reflejado, no podía ser de otra manera, sus luchas, sus problemas de existencia, de convivencia, lo duro de su vida para crear las riquezas materiales que hicieran su vida de trabajo menos dura, al igual que sus sueños de una vida mejor en la tierra, y, cuando el resultado del trabajo de todos los miembros de la sociedad creo las condiciones materiales suficientes de riqueza social surgió la división entre clases sociales en que una despojó a otra, sumiéndola hasta los días que corren, en la pobreza. El teatro a través del tiempo, en particular ha sido quizás, uno de los mejores escenarios para representar la vida de la sociedad humana con todas sus contradicciones, con todos sus conflictos y sus propuestas reales o sugeridas de una mejor relación entre todos los hombres.
En este sentido, cada una de las grandes épocas transcurridas han resultado en muy reales representaciones teatrales de las cuales algunas de la antigüedad clásica, la griega entre ellas, nos han dejado obras de un significado actual, cual fuera si fuera ayer, Edipo Rey, de Sófocles, por citar una. En la moderna etapa histórica conocida del Renacimiento que se inaugura en el siglo XV de nuestra era, los dramaturgos de Francia, Moliére, por ejemplo, seguidos por los de Inglaterra con William Shakespeare y en España con el Príncipe de los Ingenios, Miguel de Cervantes con su inmortal Don Quijote de la Mancha, dieron lustre en las obras teatrales de su autoría a la vida y pasiones de esos siglos. El llamado Romanticismo nos dejó a Goethe con inmortal obra Fausto y Schiller con Guillermo Tell. Del siglo XX en plena pujanza de la sociedad capitalista desarrollada, a semejanza de los siglos anteriores con sus pronunciadas diferencias sociales entre clases, los nombres de Tolstoi, Bertolt Brecht, Tennessee Williams y Arthur Miller, nos hablan en toda su extensión, de las luchas entre clases y entre individuos de ellas.
Las más destacadas obras de teatro y su representación, son pues, el gigantesco mural que nos ilustra y enseña el desarrollo económico y social en que se debatían los seres humanos y sus circunstancias, y por ello las representaciones teatrales son verdaderas clases de los intereses económicos y políticos de las clases sociales con intereses contrapuestos por su papel en la producción de los bienes materiales para vivir, los que los producían y los que los acaparaban en su beneficio como igual sucede en la actualidad. Por la enorme importancia que el teatro actuado ha tenido en toda la historia humana en la educación del pueblo, donde el gozo, la belleza estética y la reflexión van de la mano, el Movimiento Antorchista Nacional lo promueve y lo practica entre sus miembros y lo lleva al pueblo pobre con obras de alta calidad. Con el que corre son 19 años continuos de éste esfuerzo que ya a hora involucra a cientos de actores en decenas de representaciones en el Encuentro Nacional de Teatro que se celebra actualmente teniendo de foro central el Teatro de La Paz, el principal escenario cultural en la capital del estado de San Luis Potosí.
Este XIX Encuentro Nacional de Teatro, transcurre los días 16, 17 y 18 de este mes de noviembre y este año esta dedicado a los jóvenes activistas del Movimiento Antorchista, Berenice Bonilla y Omar Obit fallecidos el mes pasado en el estado de Sinaloa, atropellados indefensos en la vía pública en el desarrollo de sus actividades de colecta para sostener las actividades de lucha de la organización mediante el arte del baile folclórico que llevaban a cabo.
Para el Movimiento Antorchista el teatro de calidad, el que retrata la vida verdadera de los individuos de las clases sociales es fundamental en su tarea de educar políticamente a las masas explotadas de nuestro país. Su labor en esta disciplina artística es rescatar el teatro que grandes dramaturgos han dejado y que son altos monumentos de comprensión y de ahondamiento en los problemas de la sociedad de antes y de ahora. Rescatarlo y llevarlo a quien y para quien esta destinado, el pueblo trabajador es tarea que con alegría llevamos a cabo. El teatro antorchista realizado en la interpretación y actuación por los artistas de nuestra organización es ejemplo y orgullo de lucha que llevamos a cabo por un mejor país.
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