El 19 de agosto de 2019, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador durante su mañanera afirmó: “el pueblo está feliz, feliz, feliz, hay un ambiente de felicidad, el pueblo está muy contento, mucho muy contento, alegre. Entonces, no hay mal humor social”.
Considero que la gran mayoría del pueblo bueno y sabio a quien él tanto se refiere quiere saber a cuál pueblo se refiere. ¿Al mexicano? No creo. El pueblo quiere saber a qué país gobierna AMLO porque en el que vivimos más de 120 millones de habitantes no está feliz, cada día se presentan nuevas calamidades o las ya existentes se van agudizando, por si fuera poco, la pandemia ha venido a demostrar a propios y a extraños que aquí sí hay mal humor social, todos nos damos cuenta de ello, excepto las cúpulas del Gobierno federal y su séquito de servidores, cual si se tratara de un reino encantado. Todo allí es felicidad.
Para muestra de lo anteriormente dicho están los siguientes ejemplos: Desde hace cinco meses en que ocurrieron las inundaciones en el estado de Tabasco provocadas por las tormentas Eta y Iota, -las cuales fueron dadas a conocer por todos los medios de comunicación- poco o nada se ha hecho para ayudar a las miles de familias que se vieron afectadas, todos pudimos percatarnos de la preocupación de la gente al ver su patrimonio bajo el agua. Pues bien, el pueblo de Tabasco no está feliz después de haber sufrido una calamidad de esta magnitud. Atendiendo el llamado del Movimiento Antorchista Nacional, el pueblo de México se organizó para ayudar a los damnificados e hicieron llegar hasta los lugares más apartados, víveres, ropa, y artículos de limpieza; el presidente de la República se limitó a sobrevolar la zona de desastre.
Pero el sector estudiantil tampoco está feliz. Con la pandemia los estudiantes de todos los niveles se han tenido que adecuar a la nueva normalidad de clases en línea, pero esto ha provocado un mayor rezago educativo; ahora se pretende el regreso a clases presenciales sin haber vacunado más que al 11% de la población total, lo cual el regreso a clases presenciales significaría propagar con mayor rapidez el virus. En este sentido la FNERRR encabezada por su dirigente nacional, Isaías Chanona, se ha manifestado al respecto.
Pero, en Nayarit tampoco estamos felices, aquí hay un gobierno que mantiene en el olvido las demandas de la gente, aquí el Movimiento Antorchista ha acudido en reiteradas ocasiones solicitando a funcionarios de nivel, como el secretario y el subsecretario de Gobierno que los problemas de la gente sean resueltos. ¿Qué piden los nayaritas? Empleo, regularización de sus colonias, reubicación de colonos desalojados, como es el caso de los habitantes de Valle Marlin, en Bahía de Banderas, insumos agrícolas para los campesinos de la sierra del Nayar, por mencionar algunas.
Pues bien, el pueblo no está feliz, así lo muestran las diversas manifestaciones que se realizan de manera constante ante Palacio Nacional durante las mañaneras, o las manifestaciones que se llevan a cabo frente a Palacio de Gobierno en la capital del estado, es claro que la clase política tiene intereses particulares que para nada toman en cuenta el bienestar de la población, y es claro también que la solución a los males es la organización y la lucha , quizás nos tardemos un poco, pero al final, las luchas se ganarán.
Amable lector, lo invito a acercarte a Antorcha, a luchar con nosotros.
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