En las escuelas fundadas por nuestra organización social, el Movimiento Antorchista, concluyó con éxito un ciclo más, y con ello egresaron de nuestras instituciones educativas cientos de estudiantes con una visión distinta, más comprometidos con las causas justas, más solidarios y sobre todo más humanos.
La última clausura de cursos que presenciamos en la Ciudad de México fue la de la secundaria Wenceslao Victoria Soto, escuela ubicada en Gustavo A. Madero, para ser más precisos en la colonia 6 de Junio, también fundada hace varias décadas por nuestra organización, en la cual también contamos con una preparatoria, una primaria, preescolar y casa del estudiante que alberga jóvenes desde nivel secundaria hasta el profesional para que puedan continuar con sus estudios.
La intención es que continúen estudiando, sean grandes profesionistas y sobre todo nunca olviden sus orígenes, sino que regresen un día a poner sus conocimientos al servicio del pueblo pobre que tanto los necesita.
Este proyecto educativo que se ha visto materializado en Gustavo A. Madero ha costado mucho esfuerzo. Por ejemplo, la propia secundaria Wenceslao Victoria Soto, que es fruto del esfuerzo colectivo tanto del Movimiento Antorchista como de maestros, alumnos, y padres de familia.
Por muchos años, la secundaria funcionó en aulas provisionales, y a pesar de ello, la confianza de los padres de familia fue tanta que permitieron que sus hijos asistieran a ella, a pesar de que las condiciones no fueran las óptimas y se tuvieran muchas carencias.
Recuerdo bien esta escuela, y ahora es muy grato contemplar en qué se ha convertido esta gran institución educativa, en cuanto a infraestructura, aunado a que su nivel educativo continúa elevándose.
La secundaria Wenceslao Victoria Soto nos enorgullece porque sobresale en todas las metas que se propone. Participa en concursos a nivel zona, regionales y hasta estatales, poniendo a prueba el nivel académico, deportivo y cultural de los jóvenes estudiantes, pero también de los docentes y de la propia organización.
Esta última, cada semana revisa con lupa que los planes de estudio se sigan al pie de la letra, y que todo marche correctamente para que los estudiantes reciban una educación más integral, que los forme como ciudadanos que sirvan a su patria y se fomente en ellos el amor por las bellas artes, el deporte y sobre todo por la ciencia.
La intención es que continúen estudiando, sean grandes profesionistas y sobre todo nunca olviden sus orígenes, sino que regresen un día a poner sus conocimientos al servicio del pueblo pobre que tanto los necesita.
En esta clausura de cursos se tuvo como padrino de generación al líder de los antorchistas en el Estado de México, el doctor Brasil Acosta, como agradecimiento al apoyo que le ha brindado a esta escuela, porque como diputado federal, gestionó una cantidad de recursos importante que fue invertida en la construcción de esta secundaria, mérito que fue reconocido en el evento de clausura.
Ahora esta escuela no es nada de lo que era en cuanto a infraestructura, sino que cuenta con aulas dignas, auditorio, y todo lo necesario para que los jóvenes se preparen de una forma exitosa.
Lo anterior es importante en tiempos en que la educación en México está tan golpeada en todos los sentidos, porque quienes concentran el poder en sus manos se han dado a la tarea de rezagarla, ya que no ven en ella una herramienta de liberación del pueblo; al contrario, la ven como un peligro de ya no poder seguir manipulando a la sociedad.
Los de ahora en el poder, se han inventado algo, porque eso sí, son los reyes de la improvisación, que bautizaron como “Nueva Escuela Mexicana”, en la que drásticamente se reduce la enseñanza de las matemáticas, el español y la ciencia. Esto, a pesar de los graves resultados obtenidos en la prueba PISA 2022, en la que México resultó reprobado de entre todos los países integrantes de la OCDE.
Tales resultados no son más que una prueba fehaciente de lo poco o nada que al Gobierno cuatroteista actual le interesa impulsar la educación en México, para que nuestros niños y jóvenes sean mejores.
Y ante esto, ¿qué debemos hacer?, ¿ponernos a llorar o resignarnos? Claro que no, nuestra tarea como mexicanos es unirnos y luchar para que la educación no sea rehén de gobiernos autoritarios, que más que sacar adelante a la educación pareciera que ponen al frente de la Secretaría de Educación al primero que se les pone enfrente, o al que le deben favores políticos.
Lo que está sucediendo en México, también en el terreno educativo, es aberrante, y debemos hacer algo para remediarlo, porque el daño cada día es más profundo y pronto será irreparable.
En contraparte, la educación para Antorcha es una herramienta fundamental para la formación del pueblo.
Antorcha está porque la educación debe llegar a todos sin distingo y ser de calidad, porque los nuevos tiempos cada día exigen seres humanos más preparados.
En Antorcha queremos que el mundo se vuelva más humano y la educación es uno de los mejores instrumentos para construirlo, y para educar a las nuevas generaciones es necesario formarlos de manera integral. Para eso, junto a las materias del Programa de Estudios oficial, nos proponemos que los estudiantes aprendan otras ciencias y habilidades y que practiquen actividades culturales como el baile, la danza, la música, la poesía, teatro y también actividades deportivas.
El hombre está espiritualmente mutilado y nosotros no queremos estudiantes educados parcialmente. Queremos jóvenes educados plenamente en toda la amplitud de la palabra. Porque México necesita un cambio.
Como ya lo hemos dicho en repetidas ocasiones, este no es el México que queremos. Nosotros queremos un mundo mejor. Para eso necesitamos una juventud preparada y consciente de su realidad, para dirigir bien a nuestro país.
Es urgente trabajar en la conciencia de los jóvenes, su conducta, su forma de concebir la vida y de vivirla. Y eso no se logra sólo enseñándoles matemáticas, física, química, biología o informática. El arte juega un papel insustituible en la construcción de los seres humanos. El arte es imprescindible para los seres humanos.
Es necesario que los jóvenes no cierren los ojos ante los muchos y graves problemas que enfrenta nuestro país y que busquen cambiar esta sociedad.
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