MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El periodismo antorchista está con los trabajadores de la salud

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Me estremecí profundamente al ver la noticia, fuerte, muy fuerte, por cierto, del acto represivo porque no se le puede llamar de otra forma a la actitud obsequiosa del gobierno del Estado de México que a través de los granaderos en pleno centro de la capital, la ciudad de Toluca perseguían al sonido de un silbato y a la voz de mando: ¡marchen!, con tolete en mano, golpeando los escudos y gritando, se lanzan como verdaderos perros de presa contra el pueblo humilde que desesperado pedía apoyo al gobierno porque lo mandan a quedarse en casa cuando no tienen que comer.

Al pasar los granaderos corriendo, persiguiendo desaforados con tolete en mano, un periodista para evitar el golpe eminente, alcanza a gritar ¡somos prensa!, ¡somos periodistas! y de esa manera pasa la turba entoletada sin golpearlo. Me recuperé de la impresión que me causó ver, oír y sentir las medidas que aplica este gobierno al declararse la Fase 3 de la pandemia por el flamante vocero Dr. Hugo Lopez-Gatell y pedir que, ahora más que nunca, "quédate en casa".

Inmediatamente vino a mi mente una y otra vez como la secuencia de una película, las veces que trabajadores de la Salud: doctores, enfermeras, camilleros, operadores, administradores, guardias, afanadores, etc., han salido a protestar -y a rendir homenaje a médicos y/o enfermeros que después de contagiarse han muerto cumpliendo con su deber- pidiendo al gobierno federal, al presidente de la República, a Zoé Robledo del IMSS, al propio López-Gatell que los surtan del material requerido: batas, uniformes, caretas, cubrebocas, guantes, lentes, lo necesario para poder cumplir con su trabajo y no perder la vida en el intento de salvar la de los demás, ¡no nos manden a la guerra sin fusil! han dicho literalmente. En esas ocasiones he tenido el mismo estremecimiento que sentí al ver a la gente corriendo para escapar de los toletazos de los granaderos, la desesperación y angustia al ver al colega periodista que insistía que él era prensa, ¡somos prensa!, ¡somos periodistas!

La gente que pedía apoyo pertenece a los trabajadores del sector informal, que según datos del Instituto de Geografía y Estadística (Inegi) reporta son 31.3 millones de mexicanos y el estado de México es de los que cuenta con un mayor número de trabajadores informales, el 55 por ciento de su población económicamente activa. (www.infobae.com/america/mexico/2020/02/23/). Que al decirles quédate en casa se les está condenado a la muerte, pues no tendrán que comer ellos y menos su familia, y tienen razón, por eso cuentan con la fuerza necesaria para enfrentar a la brutal policía.

Esta es la gente sencilla, inerme, trabajadora que forma parte de los 91 millones de mexicanos en pobreza y 46 millones en pobreza extrema, viven al día, 35 millones en una vivienda de dos cuartos y 10 millones con un cuarto, en total 51 millones de personas viven hacinadas, además 28 por ciento de las viviendas carecen de agua entubada al interior, y 29 por ciento no reciben agua diariamente. (COLMEX 3/abril/2020); por eso piden apoyo y en respuesta se les golpea en lugar de apoyarlos con un programa alimentario.

A los trabajadores de la salud que piden apoyo y protestan por no recibir lo necesario para su actividad, no les echan a la policía pero si los reprimen administrativamente, les prohíben hablar sobre el problema, y yo que soy periodista me doy cuenta de la desinformación de la información, es decir, si usted pone atención, un día el noticiero informa de la protesta de la falta de material para los trabajadores de la Salud y de las condiciones inhumanas, insalubres y deprimentes del lugar donde se cambian sus ropas, en donde descansan, en donde guardan sus pertenencias, uno se queda estupefacto, al otro día el mismo noticiero, él mismo o la misma periodista presenta un hospital de primer mundo, los trabajadores, médicos, enfermeras con sus cubrebocas, guantes, caretas, servidores de gel, etc. y así prácticamente día tras día.

Sale el presidente de la República donde le muestran instalaciones decorosas, y de las protestas sale Zoé Robledo (IMSS) a desmentir a los médicos diciendo que se contagiaron en hospitales particulares donde trabajan fuera de sus turnos., etc.

Ni el presidente López Obrador, ni el vocero de la pandemia López-Gatell se hacen verdaderamente cargo del problema de la falta de insumos a los médicos, enfermeras y trabajadores de la salud.

Desde esta tribuna invito al pueblo de México y a los antorchistas a apoyar y cuidar a los trabajadores que tienen sobre sus espaldas y sus capacidades la vida del pueblo de México, le pido a los profesionistas de la comunicación que hagamos una cruzada a favor de los profesionistas y trabajadores de la Salud para que se les respete su vida por parte de las autoridades, proporcionándoles lo necesario para su trabajo.

¡Cuenten con nosotros!

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