MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El apoyo del pueblo lo está ganando Antorcha en Quintana Roo

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Los antorchistas del estado de Quintana Roo se han propuesto una verdadera hazaña para celebrar su 18 Aniversario: juntar 30 mil antorchistas en el estadio de Fútbol José López Portillo el domingo 22 de abril y les deseamos mucho éxito en su determinado propósito.

Debo confesar que me causa harto contento ser testigo del acelerado crecimiento que ha tenido el antorchismo en ese importante estado en particular, pues fui testigo presencial de los inicios del mismo en el año 2000, cuando con los brazos había que abrir la selva, cuando los antorchistas quintanarroenses eran un cero redondo y solamente existían la secular pobreza que lacera aún a las masas trabajadoras y muchas ganas de sembrar la simiente de la organización del pueblo. Hoy vemos los frutos sazonados del trabajo de hormiga que han realizado quienes están trabajando en ese estado, que ya son satisfactores, pero los mejores frutos aún están por cosecharse.

No ha sido para nada fácil, nadie nos dijo que lo sería, pero somos hoy testigos de una singular y persistente política de bloqueo institucional y mediático hacia el trabajo de los antorchistas quintanarroenses, en particular contra el dirigente estatal antorchista, el Lic. Dimas Romero González, por parte de diferentes sectores y grupos de poder que intentan desesperadamente evitar que el antorchismo prenda en Quintana Roo. Nada más fútil, inútil y ocioso, la pobreza es un producto inevitable de este sistema que funciona precisamente como concentrador de la riqueza producida por el trabajo en las manos de una pequeñísima fracción de personas, precisamente las que no trabajan. La existencia de una clase rica, privilegiada, acomodada, poseedora del poder económico y, por lo tanto, del político, ha sido posible solamente gracias al empobrecimiento histórico de los millones de trabajadores que conforman el pueblo. Y es esa miseria y todas su grises secuelas las que empujan con desesperación al pobre a seguir los pasos de Antorcha, siendo esta la única organización que ha sido consecuente, verdadera y sincera en su trabajo de organizar a ese pueblo para que pueda sobrellevar su vida azarosa aspirando a un mejor futuro, sobre la base del trabajo organizado, la gestión basada en las leyes y las instituciones, la colaboración fraterna con sus semejantes, el estudio y la acción productivas, la eficacia en alcanzar sus modestas metas, y la magnificencia y veracidad de sus proyectos a largo plazo. Tan real es la pobreza y los males que genera, cuan así de inevitable es que el trabajo de Antorcha tenga como destino el apoyo del pueblo.

¿A quién le puede extrañar el crecimiento de Antorcha? ¿Qué cuento fantástico serviría para atribuir a otras causas la disposición del quintanarroense de la calle a buscar la sombra de tan noble árbol? Desde que nació Antorcha y empezó a organizar al pueblo, los poderosos han aplicado esa misma estrategia de satanizarla, no solo ocultando lo bueno que hace sino acusándola intencional y premeditadamente, falsamente, de cosas malas que en realidad no hace, pero que nuestros detractores inventan inescrupulosamente, engañando a la opinión pública. Las acusaciones sin fundamento y el bloque al compañero Dimas Romero y a los antorchistas en Quintana Roo, son sólo una pequeña parte, una pequeña muestra del odio fétido que se ha ido fermentando en las entrañas de los poderosos del país que miran en Antorcha la peligrosa luz (peligrosa para ellos y su poder) que ilumina el camino de quienes ellos quieren conservar ciegos, ignorantes y sumisos.

Esto lo sabemos bien todos los antorchistas, lo hemos sufrido y lo hemos concientizado metódicamente, de manera que siempre estaremos listos a resistir la peor campaña de mentiras, calumnias y el bloqueo del tipo que sean, sabedores de que habremos de salir victoriosos. Pero no está de más decirle al compañero Dimas y a todos los antorchistas quintanarroenses que no están solos, que cuentan con la simpatía y el apoyo incondicional de todos los antorchistas del país, dentro de los que se cuenta modestamente el que esto escribe, pero que además y sobre todo, ellos en Quintana Roo ya cuentan con el más importante de todos, con la simpatía y el corazón del pueblo pobre de ese estado que el día 22 de abril en número de 30 mil estarán no detrás ni al lado sino rodeando, arropando y abrazando a nuestros compañeros activistas, a sus líderes, a sus hermanos antorchistas. Dime quién te sigue y te diré quién eres.

Basta para ello escuchar las palabras que los indígenas, las amas de casa, los obreros, los pescadores, los estudiantes, los pequeños comerciantes, etc., quienes han dicho públicamente lo que piensan del compañero Dimas y su equipo de trabajo, reconocimiento que, sin duda y no tan públicamente, reciben a diario y a cada momento de su vida, la cual se desarrolla cotidianamente en el seno de ese mismo pueblo que les recibe cada día y en cada lugar con la misma simpatía protectora y cálida. ¿Qué más se puede desear?, ¿por cuál otro espejo con brillo quisieran canjear ese tesoro? ¡Dejen a los poderosos y sus lambiscones que se pudran en su veneno!, ¡sus lisonjas no nos son necesarias, nos agraviarían!

Y si no bastara con eso, permítaseme recordarles lo que ya dijo alguna vez el Maestro Aquiles Córdova Morán:

"Nosotros siempre hemos tenido mucho temor a la potencia del estado, a la potencia del dinero, a la potencia de los medios, la conocemos y la reconocemos, y siempre nos hemos sentido en grave riesgo, y por eso nos hemos cuidado, de tal manera que de nada nos pueden acusar, y si nos acusan de algo nos tendrían que inventar el tinglado completito, pero digo desde ahora que se trata de un acto de represión, porque nosotros siempre hemos cuidado cada uno de nuestros pasos precisamente porque siempre nos hemos sentido vulnerables, nuca nos hemos sentido intocables.

El error de los poderosos de México y del mundo es que no se dan cuenta de que van contra la historia, que van contra los intereses del pueblo; y de esto resulta que ellos no solamente no se apoyan en el pueblo, no solamente no le hacen caso al pueblo, no le hacen justicia al pueblo, sino que lo ven como enemigo, lo ven como un peligro y entonces arman políticas de represión, de persecución, en contra de las manifestaciones populares, una de las cuales es el Movimiento Antorchista.

Y entonces aquí está nuestra fortaleza y aquí está la debilidad de los poderosos. El problema es quién se va a ganar al pueblo, y yo digo que ellos no, no porque no puedan, sino porque no quieren. Y entonces, aunque nos cueste trabajo y tiempo, y aunque tengamos que sufrir represión, el apoyo del pueblo lo vamos a ganar nosotros...el que ríe al último ríe mejor".

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