Los problemas económicos, sanitarios, políticos, de seguridad y corrupción que aquejan al país, pusieron a prueba la capacidad de respuesta del gobierno de la 4T, reprobándolo en todas las asignaturas.El presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete en pleno no saben qué hacer, mostrando una incapacidad tal que causa espanto en todos los sectores de la sociedad.Poco a poco se va imponiendo en todos los niveles sociales la idea de que el gobierno cayó en manos de políticos irresponsables que están destruyendo la economía nacional y las instituciones que tanto le han costado al pueblo de México.
En el terreno económico, ya antes de la pandemia se habían tomado medidas que causaron la desconfianza de los empresarios nacionales y extranjeros, ahuyentando a los inversionistas y cancelando nuevos proyectos relacionados con la instalación de nuevas empresas en el país.El error estratégico cometido con la cancelación del aeropuerto en Texcoco fue acompañado con la anulación de inversiones en el sector energético para la producción de energías limpias.Y lo peor: la necedad de sostener a costa de lo que sea, inyectándole millones de dólares, a la empresa que simboliza el fracaso de la 4T: Petróleos Mexicanos (Pemex).
Lo anterior se agrava con las medidas que AMLO tomó para enfrentar la pandemia: cierre de empresas sin derecho a incentivos económicos para sostener su funcionamiento, arrojando a la calle a 30 millones de mexicanos; negativa del gobierno federal a implementar un programa alimentario y de apoyo económico a todos los desempleados, para soportar el confinamiento obligatorio y frenar la propagación del coronavirus.Reducción de recursos económicos a estados y municipios, deteniendo la actividad económica y acrecentando la miseria en todas sus manifestaciones.
En el aspecto sanitario, al sábado 24 de octubre, el Sector Salud informó que ya suman 88 mil 743 muertes y 886 mil 800 contagios, ocupando México el cuarto lugar en número de fallecimientos a nivel mundial.La tasa de mortalidad es del 10%.Y debemos de tomar en cuenta que hay un subregistro en el número de infectados y de fallecimientos, por lo que la situación en México es peor de lo que reconoce el gobierno federal.Tan es así que en Puebla el gobernador Miguel Barbosa, caracterizado por su indiferencia ante el dolor que sufren los pobres afectados por la pandemia, emitió hoy sábado una alerta roja, anunciando 11 medidas para frenar las actividades económicas y sociales, llamando a volver al confinamiento, en vista de que ha llegado la segunda ola del Covid-19.Queda la duda de la verdadera intención del gobernador morenista al emitir la alerta roja, porque el ritmo de expansión del coronavirus no ha bajado.No se puede hablar de una segunda ola porque la primera no ha terminado.Por lo que se ve, lo que realmente quiere el gobernador es frenar, obstaculizar, impedir, la ola de protestas de todas las organizaciones, sectores sociales, ciudadanos, etc., que han sido agraviados y golpeados por su desastroso gobierno.
Pretende suprimir el derecho a la manifestación del Movimiento Antorchista Poblano, que le está exigiendo de una manera enérgica que cese la persecución política contra sus dirigentes estatales, que cancele las órdenes de aprehensión contra la compañera Rosario Sánchez Hernández y deje de estar fabricando delitos contra los militantes antorchistas.¿Quiere que las cadenas humanas del antorchismo poblano se acaben? Entonces que deje de perseguir a nuestra organización y que resuelva los problemas de obras y servicios que se le han planteado.Que canalice alimentos y apoyo económico a los trabajadores que nuevamente se van a confinar por mandamiento expreso de su gobierno.Mientras no lo haga, las protestas van a continuar, con Covid-19 o sin él.
En el problema de la seguridad, los coqueteos del presidente con el crimen organizado y la falta de una estrategia que meta orden en el país, tiene sumida en el espanto a la nación entera.Más de 80 mil muertos generados por la violencia criminal, han bañado de sangre y enlutado a miles de familias mexicanas en toda la República.
Y en el terreno de la política, los ataques viscerales y el odio manifestado por el primer mandatario a todos los que no comulgan con sus ideas, que a la fecha ya son mayoría, tienen convertido al país en un polvorín a punto de estallar.Se completa este cuadro desastroso, con la corrupción rampante que tiene su centro neurálgico en palacio nacional.
Con un gobierno sin dinero para emprender proyectos sociales de apoyo a la población, sin claridad de lo que hay que hacer para resolver la crisis que agobia al país; convertido en saqueador de recursos públicos a costa del desarrollo estratégico del país, lo que le espera a la nación entera es la ruina total.AMLO y la 4T han fracasado; su gobierno no tiene futuro.Su proyecto se ha agotado.
Hoy más que nunca se impone la exigencia para las elecciones del 2021: Morena tiene que ser derrotada.
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