MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Educación y elecciones

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El sano desarrollo económico de una sociedad debe ir siempre acompañado del permanente progreso de la ciencia, la tecnología y la educación, por tanto, los gobiernos de los países deberían invertir un buen porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) en estos rubros.En México, los gobiernos federal, estatal y municipal, deberían poner énfasis en sus programas educativos para que, a mediano y largo plazo, podamos convertirnos en un país vigoroso y competitivo, pues tenemos las condiciones materiales así como la capacidad y los recursos humanos para hacerlo.Sin duda nadie se opondría al establecimiento de estas políticas públicas, pero, ¿qué se está haciendo para que la educación en nuestro país pueda transformarse en impulsor del desarrollo económico productivo que tanto necesitamos?

El informe sobre el gasto social e inversión en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021, publicado por el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales, dice que por cada 10 pesos destinados a educación, el PEF dará cuatro pesos con 10 centavos para educación superior; tres pesos y 60 centavos para educación media; un peso con 70 centavos para educación básica; y los restantes 60 centavos, para posgrados, educación para adultos y otros servicios educativos.

Las 32 entidades federativas sufrirán una disminución de 6.4 por ciento para sus participaciones federales en términos reales, lo que se traducirá en menos recursos para obras públicas en las comunidades, menos apoyos para la salud y menos recursos para programas sociales estatales y municipales.Lo que traerá un retroceso en el mejoramiento de vida para los mexicanos.

Sin embargo, AMLO propone que el 77.5 por ciento del PEF que corresponde a inversión pública sea destinado a sus proyectos faraónicos: el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, mismos que carecen de todo estudio de viabilidad económica, técnica y ecológica, pero que tienen que hacerse para cumplir con sus compromisos de campaña, sin importarle que dejen de atenderse las verdaderas y urgentes necesidades del pueblo pobre de México.

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En estos tiempos de pandemia, en donde los problemas de la gente pobre se han agudizado e incrementado, hubiésemos esperado otra respuesta del Gobierno de la República para resolver y atender esta crisis sanitaria y económica, ya que hasta el momento los únicos resultados reales que ha obtenido el gobierno de AMLO son los cerca de 90 mil muertos a causa de la COVID-19; el desabasto de medicamentos; los 12 millones de empleos perdidos; el incremento de la inseguridad y la violencia con más de 60 mil homicidios; la caída de la economía en más del 10 por ciento y un significativo retroceso en los recursos destinados a ciencia, tecnología y educación.

Todo esto deja entre ver que, en el futuro inmediato, la situación para millones de mexicanos no cambiará para bien, la recuperación económica del país tardará más de dos o tres años, no habrán suficientes empleos y los salarios seguirán siendo muy bajos, el número de muertos y contagiados por la COVID-19 seguirán en aumento, continuaremos sufriendo el deplorable rezago educativo y crecerá la violencia y el crimen organizado, la pobreza seguirá en aumento y millones de mexicanos pasarán a la pobreza extrema.El panorama es pues desolador.

Pareciera entonces que estamos en un callejón sin salida, sin embargo, en lo inmediato, la única salida se encuentra por donde entramos, es decir, sacando a los que entraron.El 6 de junio de 2021 habrá elecciones para renovar la Cámara de Diputados, por tanto, los mexicanos tendremos la oportunidad de impedir que el gobierno morenista siga cometiendo las injusticias contra el pueblo trabajador, para que en el Congreso de la Unión existan verdaderos representantes del pueblo y no solo lambiscones que obedecen dócilmente las arbitrarias órdenes del presidente; los mexicanos tendremos la oportunidad de elegir a diputados que en verdad defiendan los intereses del pueblo y sirvan de contrapeso al gobierno insensible y autoritario de AMLO; para que, a través del PEF, los diputados destinen los recursos necesarios para la salud y el combate contra la pandemia, para obras de infraestructura y servicios públicos en los estados y municipios y, de manera especial, se incrementen los recursos económicos para la ciencia, la tecnología y la educación.

En suma, para enfrentar la crisis económica, sanitaria y de seguridad que actualmente vive nuestro país, para combatir al mal gobierno morenista y para darle un verdadero impulso a la ciencia y la educación, necesitamos un Congreso de la Unión distinto y al servicio de los mexicanos.¡Preparémonos desde ahora para participar en las próximas elecciones de 2021!

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