De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo infantil es toda aquella actividad económica que priva a niñas, niños y adolescentes de su potencial y dignidad, así como una violación a sus derechos humanos, toda vez que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
El trabajo infantil incluye tareas que son mental, física, social o moralmente peligrosas y dañinas, que interfiere con su escolaridad incluso al grado de la deserción o bien, con la exigencia de asistir a la escuela y, al mismo tiempo, realizar tareas pesadas o de larga duración.
En los casos más extremos, el trabajo infantil puede separar a las y los niños de sus familias, exponerles a peligros y enfermedades o abandonarlos a su propia suerte, como ocurre en los casos de las grandes ciudades.
El Módulo de Trabajo Infantil 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señala que a nivel nacional 3.2 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años realizaron trabajo infantil: 58.2 por ciento refiere a ocupación no permitida, y 36.6 por ciento a quehaceres domésticos no adecuados. El número de personas en ocupación por debajo de la edad mínima para trabajar era de 802,890 personas (38.7 por ciento), y 1,267,543 (61.3 por ciento) se dedicaban a actividades peligrosas.
De acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en nuestro país, cerca de 800 mil niños y niñas de entre 5 y 17 años de edad trabajan jornadas de 35 y más horas a la semana y la mitad de ellos no asiste a la escuela. En México, el trabajo infantil continúa normalizándose, miles de niños y adolescentes no van a la escuela para apoyar en la economía familiar; las niñas se quedan en casa a realizar quehaceres domésticos o en labores de cuidado. Uno de cada 6 menores de 14 años trabaja; es decir 3.3 millones de entre 5 y 17 años, y cerca del 30 por ciento no recibe salario alguno por la actividad que desempeña, de acuerdo con datos de 2019.
Sin embargo, son varios estados los que presentan datos alarmantes con lo que respecta al trabajo infantil. Veamos.
El Subsecretario del Trabajo, Javier Pinto Torres, reconoció que no se ha podido erradicar el trabajo infantil en los cruceros y calles de Colima. El funcionario expresó que cuando los supervisores de la dependencia acuden a hacer operativos, los y las menores no están o salen corriendo.
“De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Colima descendió del lugar número 5 al 8 a nivel nacional en trabajo infantil”. Sin embargo, esto no quita que a pesar de ser Colima uno de los estados más pequeños del país, ocupa un lugar nada honroso a comparación de estados con mayor población y territorio.
Además, la misma encuesta menciona que en Guanajuato 194 mil 634 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años realizaron trabajo infantil (66.6 por ciento hombres y 33.4 por ciento mujeres), lo que representa el 5.95 por ciento del total nacional.
En el estado hay 46 municipios, de los cuales 13 presentan riesgo bajo, 29 riesgo medio y 4 riesgo alto (Ocampo, Purísima del Rincón, San Francisco del Rincón y Romita). Estos dos últimos grupos se localizan principalmente en la zona oeste del estado. Los principales factores asociados a la ocupación infantil no permitida en el estado de Guanajuato, de acuerdo con su grado de incidencia, se generan en hogares donde: i) el o la conyugue del jefe de hogar está ocupado en el sector comercio y, ii) los niños y adolescentes son de sexo masculino. Por otro lado, los factores de protección están asociados a: i) la escolaridad del jefe de hogar y del cónyuge y, ii) el jefe de hogar tiene acceso a seguridad social.
Para Jalisco, la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil contabilizó a un millón 833 mil 546 personas entre los 5 a 17 años, de las cuales 181 mil 902 tenían alguna ocupación laboral, lo que coloca a la entidad en el octavo lugar nacional.
Por su parte Michoacán ocupa el cuarto lugar nacional en trabajo infantil, con una tasa del 17.6 por ciento de menores entre cinco a los 17 años que laboran en algún lugar.
Lo anterior, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática (Inegi), que indican que Michoacán, únicamente se encuentra por debajo de Oaxaca, Puebla y Chiapas, mientras que la tasa nacional de trabajo infantil es del 11.5 por ciento.
Es decir, refiere que, 130 mil 28 niños de 5 a 17 años se encuentran ocupados, 3 mil en una labor permitida de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, es decir, en una ocupación mínima o no peligrosa. Asimismo, 59 mil se desempeñan en el sector terciario; 45 mil 494 en el primario; y, 17 mil 404, en el secundario.
La tasa de ocupación peligrosa de niños de 5 a 17 años es del 11.2 por ciento, situación que posiciona a la tierra purépecha en la tercera a nivel nacional después de Oaxaca y Puebla. La tasa nacional de ocupación peligrosa es del 6.6 por ciento.
En Michoacán, 84 mil 898 niños que representan el 7.7 por ciento, llevan a cabo quehaceres domésticos en condiciones inadecuadas, es decir, tienen horarios prolongados o bajo condiciones peligrosas.
De igual forma, indica que, 24 mil 223 menores de edad no reciben ingresos por su labor; 70 mil 732 recibe un salario mínimo; 23 mil 959 más de un salario o hasta dos; y, 3 mil 187 más de dos salarios mínimos. Por último, indica, que, 68 mil 877 niños en Michoacán aportan un ingreso a su hogar.
En 2019 en el portal web Regeneración el hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador mencionó que se necesitaba “valores y bienestar” para disminuir el trabajo infantil, habló sobre la necesidad de consolidar una nueva corriente de pensamiento que permita a la gente cambiar su visión en el entendido en que “siendo buenos podemos ser felices”.
“Reconoció que, en México, ante la condición de pobreza en que viven muchas familias, los hijos tienen que trabajar para allegarse de recursos, pero insistió que eso es lo que su administración busca cambiar para que el juego y el estudio sea el único trabajo que tengan los niños”.
Sin embargo, a un año de terminar su mandato, la realidad para millones de niños, niñas y adolescentes no ha cambiado, los datos son reveladores y el trabajo infantil cada vez se ve más en las calles. Urge combatir la pobreza que vive nuestro país y una distribución más equitativa de la riqueza nacional, para que los trabajadores tengan trabajos dignos y bien remunerados.
Solo con buenos deseos la situación del país no va a cambiar y el gobierno de la Cuarta Transformación lo sabe, pues la realidad lo demuestra.
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