Muchos están esperando el 30 de septiembre para despedir al presidente de las mentiras, hecho que debe preocuparnos a todos, pero sobre todo a los que estaban esperanzados en los famosos acuerdos hechos en campaña, acuerdos compartidos y líderes así como con los diferentes grupos de la cuarta transformación.
A como se ven las cosas, el panorama para la presidenta electa se ve difícil porque se requiere de mucho trabajo si quiere enderezar el barco, necesita remover los escombros y buscar piso firme para reconstruir el primer piso y comenzar su segundo piso de la cuarta transformación.
Aunque se hagan llamar de izquierda son de derecha y los más reaccionarios. Sus estrategias y propuestas que se hicieron en este Gobierno, como el tratado de libre comercio, no ayudaron a los más pobres, pero a los ricos sí.
La candidata en campaña habló de la construcción de un segundo piso así que fue la novedad los cantos de sirena entonados por el equipo morenista. Este segundo piso será construido sobre un terreno riesgoso, porque AMLO lo construyó a base de engaños, dejará a la nueva presidenta electa con altos niveles de violencia e inseguridad pública, el mayor número de homicidios dolosos de toda la historia, 4 mil 817 carpetas de investigación por feminicidios, destacándose el Estado de México con 660, Nuevo León con 386, Veracruz 369, Ciudad de México 362, además se contabilizan 10 asesinatos diarios, el sistema de salud, sin medicamentos ni insumos, AMLO privatizó derechos como la salud, los servicios ciudadanos (cerró guarderías y escuelas de tiempo completo) y buena parte de los servicios educativos.
Dejó un campo en crisis productiva, sin producción, ocasionando un alza en los precios de los productos; en este sexenio los precios de los alimentos tuvieron un incremento del 45 % mientras que la salud y el transporte subieron el 25 %.
La deuda externa creció, la deuda per cápita en el 2019 era de 109 mil 918 pesos, es decir eso debía cada mexicano en 2019. Hoy es de 126 mil 818 pesos, aumentando un 15 % la deuda per cápita.
Además, el crecimiento promedio del PIB por año en este gobierno fue de 0.6 % cuando en el sexenio anterior fue del 2 %, AMLO había prometido que México crecería 4 %. La corrupción creció en las operaciones financieras del Gobierno de la famosa 4T.
Ante este triste panorama, los más pobres, los que producen la riqueza de este país, los que hacen trabajo de investigación, en una palabra los que sostienen el gasto de la nación, piensan que ninguno de los tres candidatos se animaron a formular propuestas de solución, o que ayudara al pueblo a salir de este atascadero y que México por fin saliera de lo que somos desde ya hace muchos años, un país tercermundista porque un pequeñísimo grupo de megamillonarios son los que llevan las riendas del país y lo mantienen en el atraso, en la ignorancia y la inseguridad en unas ocasiones de un color, en otras utilizando otro diferente o cambiándose de nombre, pero como dijo el dicho popular “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.
Aunque se hagan llamar de izquierda son de derecha y los más reaccionarios. Sus estrategias y propuestas que se hicieron en este Gobierno, como el tratado de libre comercio, no ayudaron a los más pobres, pero a los ricos sí; acrecentaron sus capitales como Carlos Slim.
Toda la propaganda hecha donde se le decía al pueblo y se le prometía un país de primer mundo fracasó porque la política internacional apunta más hacia el proteccionismo, según lo dijo el viejo topo en días pasados: “el orden económico mundial se está desmoronando”, el sistema neoliberal está aumentando los impuestos (aranceles) a los países como China y Rusia al no poder competir con los adelantos tecnológicos de estas potencias mundiales.
Por ejemplo, el Reino Unido acaba de impedir que empresarios chinos compren una fábrica de chips y tragándose la retórica de libre comercio, libre mercado, ha decidido por “seguridad nacional” vendérselo a inversionistas norteamericanos claramente menos competitivos.
Por si fuera poco, el candidato Trump amenazó a los estadounidenses con un baño de sangre si no gana las elecciones, ha anunciado que subirá los aranceles a los productos chinos del 25 % al 60 %. Para no quedarse atrás, Biden acaba de subir al 100 % los aranceles a la importación de autos chinos.
No hay duda, el neoliberalismo está enfrentando grandes problemas en México y en todo el mundo y lo más fácil es engañar y quitarle el dinero al pueblo, con cualquier pretexto como la austeridad republicana.
¿Qué nos espera a los pobres en México? Nos espera un país que seguirá cayendo porque está sentado en un terreno sin base, toda la política está basada en el engaño, la negociación, la amenaza y la manipulación de la información. La pobreza sigue creciendo así como el desempleo, los salarios son mal pagados, existe una inseguridad pública, violencia criminal y falta de servicios de salud y educación.
Ahora, a diferencia del 2018, nuestros problemas son más graves, y no se ve la luz al final del túnel porque no son suficientes los buenos deseos ni el cambio de género; con este trabajo espontáneo improvisado no se corregirá el rumbo del país.
Urge una oposición con vínculos verdaderos no inventados con el pueblo, un trabajo con el pueblo no de dientes para afuera sino en los hechos. Luchemos con mayor organización y lealtad por una transformación estructural pacífica mediante la educación de la gente, organizados para luchar por el poder con un régimen fiscal progresivo.
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