MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Dengue, otra manifestación de pobreza

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En una sociedad dividida en clases sociales, como la nuestra, las desgracias afectan mayormente a la clase desprotegida y maltratada, que enfrenta muchas más dificultades para resolver sus problemas, debido a una base material y económica que determina sus condiciones de vida.

Es inevitable, al analizar objetivamente cada acontecimiento, descubrir que la lucha de clases siempre está presente. Existe desigualdad y maltrato hacia la clase trabajadora por parte de los poderosos. Un ejemplo actual es el dengue, una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, caracterizada por un síndrome febril.

El dengue es una enfermedad ocasionada por la insalubridad y, por tanto, la pobreza; los pobres son quienes más padecen la enfermedad y quienes menos la resisten, debido a un debilitado sistema inmunológico.

El mosquito transmisor busca agua para reproducirse, y las zonas húmedas son ideales para ello. Hasta ayer, en nuestro Estado se registraron más de mil 600 casos de dengue y una incidencia de alrededor de 215 casos por cada 100 mil habitantes, cifras que colocan a Colima en primer lugar nacional por tasa de incidencia y en novena posición por número de casos. 

No es la primera vez que ocupamos este "honroso" lugar; este fenómeno se repite cada año durante la temporada de lluvias y tiene su explicación en la lucha de clases mencionada.

En primer lugar, la clase poderosa se adueña de la mayor parte de la riqueza producida por los trabajadores, dejándoles un salario miserable que no cubre necesidades básicas como vivienda digna, alimentación, vestido, salud y educación. Esto genera un ambiente de precariedad.

Por ejemplo, donde las casas son de lámina o cartón, con techos mal hechos, pisos de tierra, ventanas sin vidrios, basura en exceso porque no pasa el camión recolector, cacharros almacenados, inundaciones y monte en exceso, ahí el mosquito encuentra condiciones ideales para reproducirse.

El dengue es una enfermedad ocasionada por la insalubridad y, por tanto, la pobreza. Los pobres son quienes más padecen la enfermedad y quienes menos la resisten, debido a un debilitado sistema inmunológico.

Sin embargo, López Obrador presumió en Colima que logró disminuir la pobreza. ¿Está al tanto de la lamentable situación que enfrentan las familias colimenses en términos de salud? Seguramente se basó en "otros datos".

En segundo lugar, como otra manifestación del maltrato hacia la clase trabajadora, se sugieren recomendaciones para evitar el contagio, como usar repelentes de mosquitos, mantener limpios los techos y patios, usar el abate entregado por la Secretaría de Salud, instalar mosquiteros y permitir la entrada del insecticida en las casas. ¿En serio? 

¿Conocen los que hacen estas recomendaciones el salario mínimo del trabajador y el porcentaje actual de inflación? ¿Cuánto cuestan esos productos? Las familias deben decidir entre comprar carne o verduras, huevos o sopas instantáneas, debido a los aumentos en la canasta básica.

En tercer lugar, cito a Martha Harnecker en su libro ¿Qué es la sociedad?:

"No son las ideas (acciones) las que explican cómo se va estructurando la sociedad, sino que, por el contrario, es la infraestructura o nivel económico... el hilo conductor que permite comprender las formas que adopta el Estado, las leyes, las ideas (acciones de la gente) que dominan en esa sociedad".

Es decir, las condiciones económicas determinan cómo vive, cómo piensa, qué come y la fortaleza de su sistema inmunológico. 

El Estado es responsable de proveer vivienda digna y servicios públicos necesarios para vivir en condiciones saludables, como la recolección de basura, el desecho de cacharros y la fumigación.

Desde que gobierna Morena, ya no se reparte abate casa por casa ni se fumiga antes de la temporada de lluvias, como se hacía anteriormente. Además, el Estado debe establecer leyes más justas, como salarios más remuneradores.

Sólo cuando la clase trabajadora tenga un salario digno y se reduzca la pobreza, podrá enfrentar mejor enfermedades como el dengue.

No debemos concluir sólo con la idea de que somos la clase dominada, maltratada y condenada a sufrir enfermedades causadas por la pobreza.

Sabiendo que la clase dominante está organizada para someternos a través del Estado, que actúa en favor de los poderosos, debemos organizarnos para defendernos y exigir el respeto a nuestros derechos constitucionales como vivienda, salud y educación. Si no lo hacemos, la pobreza seguirá provocando múltiples enfermedades. ¡Por nuestra salud e integridad, urge organizarnos!

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