La variante Ómicron mantiene su imparable expansión en México sin ceder un día, confirmando que el país avanza rumbo a lo alto de la curva. En menos de una semana el país registró tres récords diarios de contagios, una tendencia similar a Europa o Estados Unidos que día tras día supera la cifra anterior. En Morelos la situación va de mal en peor ya que, la Secretaría de Salud informó que a la fecha se han estudiado 264 mil 646 personas, de las cuales se han confirmado 51 mil 135 con coronavirus covid-19; 332 están activas y se han registrado 6 mil 405 defunciones, datos dudosos ya que se ha negado descaradamente la vacunación a los menores de 15 años, no hay suficientes pruebas para detectar el virus, y la atención en los centros de salud rebasa a diario su capacidad.
Por otro lado, Morelos es uno de los diez estados con la mayor tasa de incidencia delictiva de todo el país registrando 131 habitantes por cada 100 mil y con esto crecen las cifras de incidencia en comparación con 2021 en un 33%. De acuerdo con este mismo informe, Morelos es de los diez estados con el mayor registro de homicidios dolosos y se encuentra entre los primeros cinco en la mayor tasa por cada cien mil habitantes. Lo mismo que en feminicidios, Morelos es el número 1. No hay políticas públicas para la inversión en Seguridad Pública, los policías no ganan lo suficiente, mucho menos están capacitados y no cuentan con lo más elemental.
Y sigue la mata dando, ya que el desempleo, colapsó la deteriorada economía de millones de familias que ya de por sí carecían de lo elemental y en Morelos la situación no fue menor. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) ha registrado que, de los más de 890 mil habitantes, (Población Económicamente Activa), el 54.2% no tiene trabajo y de los que sí lo tienen, más del 70% de ellos viven de la informalidad. En comparación con el gobierno de Graco Ramírez, Blanco Bravo es el peor gobernador en materia de generación de empleo.
Tampoco hay inversión pública para generar progreso y desarrollo en la entidad, no hay obra social de impacto, no hay obra hidráulica, construcción de puentes ni carreteras nuevas, estamos frente al gobierno del “no hay”.
No hay una política autocrítica, todo lo contrario, el gobierno “Anfitrión del mundo” sigue destinando todos los recursos públicos para mejorar su imagen con propaganda, dejando de lado las verdaderas necesidades de los morelenses. Es por ello que el Movimiento Antorchista, reanuda la lucha social y exige al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, atienda el pliego petitorio que fue entregado desde el mes de octubre del año pasado en las oficinas correspondientes. Debemos entender que solo la lucha del pueblo organizado y consciente podrá cambiar la terrible realidad que enfrenta Morelos en estos tiempos de crisis y desigualdad. Que así sea.
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