En los últimos años, Querétaro ha sido testigo de una gestión del Partido Acción Nacional (PAN) que, lejos de consolidar el progreso, ha evidenciado carencias significativas en áreas clave para el bienestar de la población. A pesar de que la economía estatal mostró una expansión promedio del 3.52% en los dos trimestres más recientes, este crecimiento no ha sido suficiente para mitigar problemas persistentes como la pobreza laboral, que afecta al 30.33% de la población, ubicando a Querétaro en el 17º lugar a nivel nacional en este indicador.
La informalidad laboral también sigue siendo un desafío, con un 44.17% de los trabajadores en empleos sin prestaciones ni vínculos reconocidos, situando al estado en la 9ª posición nacional en este rubro. Estas cifras reflejan una gestión que no ha logrado traducir el crecimiento económico en mejoras tangibles para la calidad de vida de sus ciudadanos.
La falta de resultados palpables y la creciente desigualdad social han erosionado la confianza de la ciudadanía en el PAN, sentenciando al partido a una derrota inminente en las próximas elecciones de 2027
La reciente masacre en el bar Los Cantaritos, donde al menos 10 personas perdieron la vida, ha puesto en evidencia la crisis de seguridad que atraviesa el estado. Este trágico evento no solo resalta la violencia imperante, sino que también cuestiona la eficacia de las estrategias de seguridad implementadas por el gobierno estatal bajo la administración del PAN.
En este contexto, el Movimiento Antorchista ha alzado la voz, denunciando la persistente pobreza y la falta de atención a las comunidades más vulnerables. Antorcha ha trabajado incansablemente en beneficio de los sectores más desfavorecidos, gestionando obras públicas y promoviendo actividades culturales y educativas para transformar la vida de miles de familias en Querétaro.
La indiferencia gubernamental y la priorización de proyectos que benefician mayoritariamente a las clases altas han dejado a comunidades de todo el estado en el abandono, con calles sin pavimentar, deficiencias en el acceso al agua potable y atención médica insuficiente. Este modelo excluyente no puede sostenerse indefinidamente, y la historia nos enseña que cuando las mayorías sienten que su voz no es escuchada, su inconformidad puede derivar en movilizaciones sociales de gran magnitud.
La falta de resultados palpables y la creciente desigualdad social han erosionado la confianza de la ciudadanía en el PAN, sentenciando al partido a una derrota inminente en las próximas elecciones de 2027. Es momento de que las autoridades adopten una política más incluyente, que priorice a quienes más lo necesitan.
Sin importar quién gobierne, mientras haya pobreza, Antorcha seguirá luchando por un México y un Querétaro más justos y equitativos, porque nuestra enemiga no es ninguna administración pública o partido político, sino la pobreza y la desigualdad de este sistema económico.Vv
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